Gobernadores satisfechos
Ramón Zurita Sahagún viernes 2, Ago 2013De frente y de perfil
Ramón Zurita Sahagún
Son varios los gobernadores que arrojaron buenos resultados para su partido en la contienda del pasado 7 de julio, obteniendo triunfos sonoros en las entidades que gobiernan.
Los más de ellos, salieron satisfechos con los resultados obtenidos, aunque el grado de satisfacción fue más personal que para los altos círculos políticos del partido en que militan.
Es cierto que hacia fuera, el logro es grande, al recuperar varias posiciones en manos de sus adversarios y que, finalmente, vencieron los augurios que vaticinaban una debacle en esos estados.
Los más de ellos conservaron la mayoría en los congreso estatales y mantuvieron para su partido los principales ayuntamientos, otros los recuperaron, aunque varios de ellos merecieron críticas por parte de algunos políticos de su misma filiación o adversarios de otras corrientes.
En ese caso se encuentran los gobernadores de Veracruz, Javier Duarte de Ochoa, y Quintana Roo, Roberto Borge Angulo, cuyos resultados electorales fueron sorprendentes, incluso para sus propios correligionarios.
Veracruz fue uno de los estados donde no ganó Enrique Peña Nieto y de las pocas entidades en que surgió triunfadora Josefina Vázquez Mota, lo que dejó inconformes a los operadores del entonces candidato presidencial. Quintana Roo tampoco dejó satisfechos a esos mismos operadores, ya que la victoria del candidato presidencial de la izquierda, Andrés Manuel López Obrador, contrarió a varios de los operadores priístas.
De ahí, que fuese importante que los gobernadores mostraran su grado de recomposición política y dejaran satisfechos a los jerarcas de su partido.
El resultado fue bueno, hablando de votación, ya que en Veracruz se mantuvo Veracruz-puerto, Xalapa, Coatzacoalcos, Tuxpan, Orizaba, entre los ayuntamientos ganados, aunque se perdieron Boca del Río y Córdoba, dos municipios emblemáticos.
Boca del Río, se sabía de antemano que estaba perdida ante el clan de los Yunes, donde Fernando, que ya había sido alcalde, surgió triunfador. Se trata de un enclave de esta familia.
Córdoba es representativo por ser la cuna del actual gobernador. Por lo que el golpe dolió, pero fue sanado con la conservación de la mayoría en el Congreso del estado y los otros ayuntamientos conservados o reconquistados.
En el caso de Quintana Roo, el PRI obtuvo el triunfo en cada uno de los ayuntamientos y sostuvo el control del Poder Legislativo, siendo su expresión máxima la recuperación del ayuntamiento de Benito Juárez, asiento del principal sitio turístico del país: Cancún.
La operación llevada a cabo por el gobernador Roberto Borge Angulo causó satisfacción en algunos círculos del partido.
Duarte y Borge no dejaron satisfechos del todo al principal operador político del Presidente.
Pero no fueron solamente ellos los que causaron insatisfacción dentro del grupo de gobernantes priístas que tuvieron proceso electoral el pasado 7 de julio, ya que otros que arrojaron malos resultados se encuentran en la misma óptica.
Mariano González Zarur, Tlaxcala y Carlos Lozano de la Torre, Aguascalientes, fueron quienes menores resultados obtuvieron de todos los gobernantes priístas, ya que ambos perdieron los principales ayuntamientos, incluidas las capitales.
Los dos son considerados como políticos retrógrados, alejados de la nueva imagen partidista.
Por coincidencia se trata de los dos gobernantes priístas de mayor edad, y los dos pertenecen a los grupos políticos que encabezan el coordinador de los senadores priístas (González Zarur) y el coordinador de los diputados tricolores (Lozano de la Torre).
Estos cuatro son evaluados con las más bajas calificaciones dentro del grupo de operadores políticos del gobierno federal, especialmente porque sus métodos chocan con los que se pretende ejecutar desde las esferas gubernamentales federales.
Contrario a ello, los que dejaron satisfechos al gobierno federal, son políticos cuyos nombres no resultan tan sonoros a nivel nacional, aunque dentro de sus territorios son bien evaluados.
Los gobernadores de Durango, Jorge Herrera Caldera, y de Zacatecas, Miguel Alonso Reyes, dejaron satisfechos a los círculos del gobierno federal con su operación político-electoral el pasado 7 de julio.
Alcanzaron resultados por encima de lo esperado, con Herrera Caldera conservando el bastión de la capital estatal, los principales ayuntamientos y el Congreso estatal.
En Zacatecas, Miguel Alonso Reyes dejó en claro la reactivación priísta en la entidad, luego que por 12 años fuese gobernado por los partidos de izquierda.
De igual forma, se conservó la capital estatal que fue gobernada durante varios trienios por los partidos de oposición (el propio Alonso Reyes fue alcalde como candidato del PRD), se recuperó Fresnillo (bastión de la familia Monreal), Guadalupe y los principales municipios serán gobernados por el PRI. La única excepción fue Jerez, ganado por la coalición constituida por el PAN-PRD. El control del Congreso quedó nuevamente en manos de una mayoría priísta.
PERÍODO EXTRAORDINARIO
Finalmente, los principales partidos representados en el Congreso de la Unión, pactaron un nuevo período extraordinario de sesiones, el que habrá de celebrarse en este mes de agosto. Las fechas tentativas para celebrarlo son de las últimas dos semanas del presente mes, ya que el 1 de septiembre se inicia el período ordinario en ambas cámaras.
De acuerdo con Miguel Barbosa, coordinador de los senadores del PRD, aún no se tienen los temas definidos para este periodo, pero dijo todos identifican los que deben de ser, entre los que están el modelo de anticorrupción, reforma en transparencia, deuda de municipios y estados, armonización de catastros y una reforma constitucional sobre la Comisión Nacional de Derechos Humanos, así como los nombramientos que deben realizar ambas cámaras; en la de Diputados el consejero del IFE y en el Senado los presidentes de la Comisión Federal de Competencia y el Ifetel.