Érika Buenfil invita a la reflexión con Volver al amor
Espectáculos miércoles 31, Jul 2013- En cada función, la actriz logra impactar a la audiencia a través de las pasiones de una mujer que platica con una pared y otros artefactos de su cocina, relatando lo triste que ha sido su vida tras 20 años de matrimonio sin comunicación
Gloria Carpio
La actriz logra atrapar al público en un monólogo de una hora con 45 minutos.
Érika Buenfil dice que todo es cuestión de aprender sobre el “desapego”, ese es uno de los temas que plantea en su obra Volver al amor, un título que desde que lo vio le causó impacto y la hizo tomar el papel central dentro de dicha obra que se presenta en el Teatro Telón de Asfalto.
Bajo la dirección de escena de Salvador Garcini, Buenfil destacó el contendido de la pieza que dice invita a la reflexión y donde la actriz interpreta a Shirley Valentine, quien en un diálogo unipersonal logra impactar a la audiencia a través de las pasiones de una mujer que platica con una pared y otros artefactos de su cocina, relatando lo triste que ha sido su vida tras 20 años de matrimonio sin comunicación.
“Estoy emocionada y nerviosa. Esta obra se trata de un reto muy importante en mi vida no todos los días subes al escenario de un teatro, hacer un monólogo, es de verdad mucha responsabilidad, es ponerse los zapatos de esa mujer a quien interpreto y que siento, es el caso de muchas mujeres mexicanas que día a día sienten estar hablando con una pared a falta de comunicación con la pareja”, indicó.
“Joe es mi marido, lo menciono de manera recurrente pero él siempre está ausente, de alguna forma ella se dedica al cuidado de los hijos durante todos los años de matrimonio y eso le acarrea una profunda soledad, ella quiere marcharse de todo, sin embargo, ha carecido de valor para hacerlo y con el paso del tiempo alimenta más y más su baja autoestima”, dijo Buenfil.
Érika asegura que todos en algún momento de la vida nos volvemos rutinarios y fríos, y cuando alguien pregunta nuestro estado de ánimo solemos mentir. “Así la vamos pasando, no corregimos. Incluso, desayunamos y comemos con horario, vivimos de agenda, lo cual hace que nos empecemos a marchitar todos en algún momento, por eso me identifico con el personaje y más de una persona lo hará”, concluyó.
