Gobernador dudoso
Ramón Zurita Sahagún miércoles 31, Jul 2013De frente y de perfil
Ramón Zurita Sahagún
Los señalamientos que le hacen al gobernador interino de Michoacán, Jesús Reyna, de pertenecer al grupo de “Los Caballeros Templarios”, no son nuevos en el terreno de acusaciones a mandatarios estatales de estar coludidos con el crimen organizado.
Desde hace tiempo, las denuncias se suceden unas a otras, aunque ninguna de ellas con la veracidad suficiente que conlleve a una investigación real y profunda por parte del gobierno federal.
En el terreno de los políticos no son tratados con el mismo rasero que los individuos que no reúnen esa característica, los que son sometidos —hasta la fecha- al acoso de las autoridades y hasta al encierro, sin pruebas contundentes que establezcan la supuesta relación con el crimen organizado.
Desde que se puso en boga el uso de figuras como testigo protegido o denuncia anónima, las irregularidades abundan y los personajes que han sido vejados y expuestos al escarnio público se cuentan por centenas.
Sin embargo, hasta el momento no se conoce de un solo de los casos en que gobernadores en funciones o ex mandatarios hubiesen sido sometidos al mismo tratamiento que los ciudadanos de a pie.
Por eso, llama la atención de la revelación que se hace sobre la supuesta conducta ilícita del gobernador Reyna y la acusación que de hecho hizo uno de los personajes involucrados en los grupos de autodefensa de esa entidad.
Los datos proporcionados por José Manuel Mireles, del Consejo Ciudadano de Autodefensa de Tepalcatepec, son fáciles de corroborar, por lo que no será nada difícil hacerlo.
Según Mireles, la esposa de Jesús Reyna es hermana de la esposa de Servando Gómez “La Tuta”, líder del grupo conocido como “Los Caballeros Templarios”.
En Michoacán no existe el estado de Derecho, el gobernador interino es uno de “Los Templarios”, muchos de los presidentes municipales y de los cuerpos de la Policía Municipal en la entidad, los cuerpos de la Policía Estatal y los ministerios públicos son parte del crimen organizado. Todo eso nos consta, sostiene Mireles.
Otros de los puntos fáciles de comprobar es la posible asistencia del gobernador Reyna al sepelio del papá de Nazario Moreno “El Chayo”, ya que, según Mireles, les informaron que ahí estuvo presente el gobernador interino y la cúpula del crimen organizado de Michoacán; sin embargo, no supimos en ningún momento que haya habido alguna detención”.
“Hay muchas mentiras, como eso de la muerte de “El Chayo”, que hasta lo velaron con marchas y su novenario porque lo habían dizque ejecutado los federales, pero no es cierto, el señor ahí anda todavía planeando ataques contra nosotros”, exclamó.
Por eso, el gobernador Jesús Reyna, añade, nada más se ha dedicado a difamar y a denostar nuestro movimiento, incluso se atrevió a decir varias veces que éramos un grupo de 30 revoltosos criminales. Mireles explica que los grupos de autodefensa iniciaron por la falta de apoyo del municipio y del estado, “la frase clásica de este tipejo cada vez que hay muertos, cada vez que hay ejecuciones dice que ‘aquí no pasa nada’ y ya”.
Es duro el señalamiento y reclamo que se hace en contra de Reyna, por lo que valdría la pena que, ahora sí, las autoridades iniciarán una investigación para deslindar responsabilidades o iniciar el enjuiciamiento, en caso de ser necesario.
Y es que Michoacán sigue sometido a un baño de sangre, donde hay información que no trasciende, pero que se filtra por otros lados, donde se habla de más muertos que el vicealmirante, su chofer y otros dos federales caídos en combate.
La llegada de más efectivos de seguridad y de las fuerzas armadas no ha podido contener la violencia en el estado que fue seleccionado por el gobierno pasado como laboratorio de su guerra contra la delincuencia organizada.
Pero también valdría la pena escudriñar por todos los rincones, para no dar pasos en falso, sobre la supuesta participación de grupos políticos detrás de los grupos delincuenciales.
Michoacán sorprendió al país en la pasada administración, cuando una veintena de funcionarios públicos, incluidos alcaldes de varios municipios y de distintas tendencias políticas fueron arraigados.
El caso conocido como “michoacanazo” resultó un simple petardo, ya que los políticos y funcionarios estatales fueron liberados a cuentagotas, pero no se les fincó responsabilidad.
Con todo y ello, Michoacán está convertido, desde entonces, en un polvorín, donde la delincuencia se aposentó en varios poblados y los intentos por liberarlos han sido infructuosos.
Durante algún tiempo, Sinaloa, Baja California, Nuevo León, Coahuila, Guerrero, Durango y, especialmente, Tamaulipas, atrajeron los reflectores sobre hechos de violencia, pero Michoacán se ha mantenido como una entidad sumamente especial en cuanto a violencia y presencia de los grupos del crimen organizado se refiere.
OPERACIÓN RÁPIDA
Es cierto que toda cirugía, donde se use anestesia provoca un riesgo, pero también lo es que la operación a la que será sometido el presidente Enrique Peña Nieto no es de alta peligrosidad.
Peña Nieto será operado por médicos sumamente profesionales y no hizo alharaca como Vicente Fox Quesada, cuando fue sometido a una intervención quirúrgica.
De acuerdo con lo anunciado, la operación a la que será sometido el presidente Peña tendrá duración de poco más de una hora y se considera que para el fin de semana esté completamente restablecido.
Mientras tanto, el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, se mantendrá al tanto de la situación, pero no queda encargado de los poderes, como sí sucedió con Santiago Creel en el pasado reciente.