¿Preciado, justipreciado o malpreciado?
Francisco Rodríguez viernes 26, Jul 2013Índice político
Francisco Rodríguez
Es un contrincante acérrimo de Felipe Calderón, como cada vez lo son más millones y millones de mexicanos que ven en el ex ocupante de Los Pinos la causa de muchos males agravados durante su fatídico sexenio. Obvio, no lo es “de a gratis”.
Fue más que mal tratado por Calderón y por los calderonistas. De hecho, siguen haciéndolo: que dizque bajo perfil, que motelero, que en la cárcel, que pasado tricolor, que incapaz, que…
Por tal, venía juntando piedras desde hace ya más de seis años, para lo que se pudiera ofrecer.
Y ya se ha ofrecido.
Gustavo Madero lo convirtió en su “brazo articulador” en el Senado de la República.
“Es una especie de Fernando Gutiérrez Barrios del PAN”, confió apenas un senador de entre los llamados calderonistas.
Tiene información. Mucha información.
Las piedras que ha venido juntando, pues.
Y con esa información, ordenada en expedientes, es que ha comenzado a “platicar” con casi todos los senadores que se alinearon con el defenestrado Ernesto Cordero.
Ah, porque como el añorado don Fernando, también usa guante blanco… que envuelve a una mano de hierro.
Los resultados de esas amigables conversaciones, algunas con expediente en mano, se verán pronto.
Y si no es así, esos expedientes comenzarán a recibir la luz del sol y de los reflectores y los flashes de la prensa.
“No sería raro”, se desahogó el senador blanquiazul antes mencionado, “que en un plazo no mayor a tres meses, sólo queden Cordero, Lozano, la hermana Cocoa y la prima Marianita en contra de él, pues son los que tienen hilo directo con Felipe hasta Harvard”.
Jorge Luis Preciado, nuevo líder de los senadores del Partido Acción Nacional, ha sido mal menospreciado por la prensa.
No así por los senadores con el sello maldito de ser calderonistas.
Y es que, si como han dicho, Jorge Luis Preciado tiene un muy bajo perfil… o si, como han dejado interpretar, su nuevo coordinador de bancada va a hacerles los mandados de la mano del dirigente Madero, ¿por qué se les ve tan nerviosos en reuniones como la que hace dos tardes protagonizaron en uno de los comederos políticos que sirve como vitrina… para que todos los vean?
Lo narró el colega Francisco Garfias en su Arsenal: “Uno a uno entraron en el restaurant The Palm en la zona de Polanco. Primero llegó el diputado Max Cortázar. Subió a la terraza. Le siguió Ernesto Cordero. Roberto Gil fue el tercero. El último en llegar fue Juan Ignacio Zavala, cuñado de Felipe.
“La quintilla calderonista la completaba Homero Niño de Rivera. El diputado regio, removido hace poco de la secretaría de la Comisión de Hacienda por sus críticas a Madero, ya los esperaba en la mesa.
“Charlaron largamente. No era conspiración contra Madero y los suyos. “Estaban allí porque querían dejarse ver juntos y unidos. The Palm es uno de los comederos preferidos de los que andan en la grilla”.
“Los cinco discutían lo que van a hacer en la difícil coyuntura. Acordaron cerrar filas. No hacer ruido innecesario. Una tregua interna pues…”.
¿De verdad, por las elecciones?
¿O por la mano de hierro, envuelta en albo guante, que dicen quienes sí lo conocen tiene Preciado?
¿Tal vez, también, por la larga plática que el propio Preciado sostuvo con el ex titular de la ya casi desaparecidita Función Pública, Salvador Vega Casillas, momentos antes de que Madero diera a conocer su designación?
Vega Casillas también cuenta con expedientes.
Y también fue maltratado por su paisano Calderón, quien le pegó sin razón e inmisericordemente a su esposa. Tres meses, plazo máximo para que los que todavía son calderonistas formen filas con Preciado como comandante.
Y si no…
Índice Flamígero: Un expediente que causa escándalo y en el que estarían involucrados Max Cortázar, su sucesora en la vocería de Los Pinos, Alejandra Sota, suma casi 400 millones de pesos que, no’más, no aparecen. Hay deudas impagadas y al parecer impagables con casi todos los medios de comunicación. Anuncios en autobuses y espectaculares que nunca se colocaron. Una larga lista de irregularidade$. Y ellos se defienden diciendo que buena parte de esos dineros se los dieron en “chayos” a los periodistas. Nada raro: como siempre hacen los bandidos mediocres: los corruptos son otros, no son ellos.