No supo Egidio
Ramón Zurita Sahagún jueves 18, Jul 2013De frente y de perfil
Ramón Zurita Sahagún
El pasado lunes, con la mayor tranquilidad del mundo, el gobernador de Tamaulipas, Egidio Torre Cantú, departía con algunos columnistas políticos de medios nacionales en la ciudad de México.
Nunca mencionó nada sobre la detención del peligroso delincuente, Miguel Ángel Treviño Morales, el temido “Z-40”, ocurrida en el estado que dice gobernar.
El tema no fue abordado, ya que el propio gobernador desconocía esa captura, sucedida horas antes —en forma oficial-, aunque hay quienes precisan que fue detenido con anterioridad.
La conversación versó sobre los resultados electorales de la contienda del 7 de julio y el panorama halagüeño, descrito por el mandatario, como son la reducción de los índices delictivos en la entidad. Horas después de la comida, corría como reguero de pólvora la noticia de la detención de Treviño Morales, de la que el propio Egidio no sabía.
Las razones que, se dice, se esgrimieron para no informar al gobernador sobre el asuntos son variadas, aunque la más cercana es que será el mismo patrón a seguir, el de no informar a los gobernantes de este tipo de operativos, para evitar fugas de información o filtraciones.
Pero esa no fue la única razón, ya que entre los asuntos que deben ser aclarados sobre la participación del “Z-40” en hechos delincuenciales se encuentra el crimen del entonces candidato priísta al gobierno de Tamaulipas, Rodolfo Torre Cantú y de varios de sus colaboradores, sucedido unos cuantos días antes de la elección del 4 de julio de 2010.
El asesinato de Rodolfo hizo que su partido buscara un rápido y cómodo reemplazo, por lo que el hoy gobernador Egidio Torre Cantú fue propuesto como sustituto de su propio hermano y ganó con amplitud los comicios de aquella fecha.
Para Egidio las cosas no han sido sencillas, ya que siempre ha mantenido la premisa de saber quién estaba detrás del crimen de su hermano y de cuatro de sus colaboradores (el coordinador de campaña del candidato del PRI, el diputado Enrique Blackmore, y su secretario particular, Alejandro Martínez, entre otros), sin que hasta la fecha se tenga información fidedigna sobre el asunto.
Ahora, con la detención de Treviño Morales, es posible que se destape la incógnita y se conozca en realidad lo ocurrido aquel lunes trágico del 28 de junio de 2010, cuando se conoció la noticia que situaba a México nuevamente en el mapa de los crímenes políticos.
La aprehensión del llamado “Z-40” es la primera de uno de los personajes más buscados por la justicia, en relación con la delincuencia organizada, y establece los mecanismos a seguir, para evitar tropiezos de algún tipo.
Por lo pronto, además de no informar a los gobernantes de las entidades, manteniendo una total secrecía y la vinculación entre los grupos que luchan contra la delincuencia organizada.
En este caso fue la Marina la que se apuntó el punto a favor, aunque también se cuenta con la colaboración del Ejército y la Policía Federal, que no fue requerida en este caso.
También se apreció el manejo mediático de la información, mostrando al presunto delincuente sin protección alguna dentro de las instalaciones federales, sin esposas, ni chaleco blindado, caminando sin prisas y custodiado por los cuerpos de seguridad.
Por lo pronto, la administración de Enrique Peña Nieto se apuntó un tanto a su favor, tan grande que desde Estados Unidos se mandaron mensajes alentadores para que su gobierno continúe con esta lucha en contra de la delincuencia organizada.
Ahora, falta saber que tantos de los “milagritos” que se le cuelgan al líder del grupo de los Z le corresponde realmente y cuáles no.
Rubén Moreira Valdez, gobernador de Coahuila, solicitó participar en un interrogatorio a Treviño Morales, para saber cuál fue su participación en el asesinato de su sobrino Eduardo (hijo de Humberto Moreira).
También se relacionó al llamado “Z-40” con la muerte de migrantes y de presos en un penal del norte, entre otros ilícitos, además de su participación en delitos cometidos por el grupo de los Z, entre los que destacan la extorsión, los secuestros, asesinatos, manejo de enervantes, uso de armas prohibidas, más lo que se acumule en las semanas por venir.
Lo que sí se puede decir de esta detención es que fue un buen golpe del gobierno federal en contra de la delincuencia organizada.
REACCIONES DISTINTAS
Las reacciones de los gobernadores son sorprendentes, ya que mientras unos toman en serio las posibles represalias de la delincuencia organizada por la detención de uno de sus líderes, otros la desestiman.
Mario López Valdez, gobernador de Sinaloa, consideró que se puede desatar un escalada de violencia por la detención de Miguel Ángel Treviño Morales, por lo que hay ser precavidos y tomar precauciones.
Rodrigo Medina de la Cruz, gobernador de Nuevo León, consideró que no hay necesidad de tomar medidas extraordinarias, ya que su entidad se encuentra segura. Lo curioso de esto es que los dos estados se significan por la ola de violencia y se encuentran entre los que más ilícitos registran, vinculados con la delincuencia organizada.
PRESEA A JAVIER DUARTE
La Asociación de Consejeros Agregados y Enlaces de Policía y Seguridad decidió entregar su medalla Estrella de Primera Clase al gobernador de Veracruz, Javier Duarte de Ochoa.
El reconocimiento se le hace por su destacada labor que en materia de seguridad pública y proximidad social, implementó en beneficio de las familias veracruzanas.
Será esta la cuarta ocasión en que dicha asociación entrega la presea, pues antes le fueron los elegidos Miguel Ángel Mancera, entonces procurador del DF; Héctor Cabrera Rivero, fiscal general de Yucatán y Manuel Mondragón, entonces secretario de Seguridad Pública del Distrito Federal.