Dormir junto a un elefante
¬ José Antonio López Sosa viernes 12, Jul 2013Detrás del Poder
José Antonio López Sosa
Así definía el periodista José Gutiérrez Vivó el hecho de tener a los Estados Unidos del otro lado de nuestra frontera, cuando no se mueve, nos mantiene protegidos con calor, pero cuando se voltea corremos el riesgo que nos aplaste.
Esta reflexión que varias veces compartió en el legendario Monitor de la mañana tiene vigencia y trascendencia, se puede aplicar desde hace siglos y hasta hoy.
Ante las filtraciones internacionales que indican el espionaje que los Estados Unidos realizan sobre muchos países en el mundo —entre ellos México-,nuestro gobierno responde como suele suceder cuando se trata de los Estados Unidos.
El presidente Peña Nieto ha exigido a la cancillería información detallada sobre si nuestros vecinos del norte nos espían o no, casi al mismo tiempo Manuel Mondragón, encargado de la seguridad pública en el país aseguró que no hay elementos que prueben que los Estados Unidos nos espían, es decir, que las pruebas y filtraciones reveladas por el señor Snowden que han puesto al límite las relaciones exteriores de los Estados Unidos, no tienen validez alguna ante los ojos de Mondragón y la inteligencia mexicana que dirige.
Es complicado que nuestro gobierno (con todo lo que desde Estados Unidos le sabe) ponga el manotazo en la mesa, los argumentos son nuestra relación (dependencia) con aquel país y algunos intelectuales orgánicos le llaman radicales a quienes exigen demostrar enfado por hechos como el espionaje ante la Casa Blanca.
La verdad es que seguimos durmiendo junto al elefante, es real que no se puede confrontar a la potencia pero tampoco podemos vivir sumisos ante sus deseos.
Sin caer en radicalismos como el venezolano frente a los Estados Unidos, desde hace años México debiera haber comenzado una relación política de respeto mutuo, dándose a respetar frente a los Estados Unidos con hechos, palabras y documentos. Pero si desde aquel país tienen noción —y muchas veces pruebas— del vínculo de personas de la clase política con el crimen y con la corrupción, ¿con qué cara pueden salir a representarnos de forma seria?
Tal vez al propio gobierno mexicano le conviene mantener esta relación de soberanía ante la Unión Americana, tal vez se trata de sembrar para luego cosechar. Somos una nación de 110 millones de mexicanos.
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