Pacto y cochinero electoral
¬ Juan Manuel Magaña miércoles 10, Jul 2013Política Spot
Juan Manuel Magaña
Decíamos que las elecciones de este año fueron ya un asco. Y además exhiben perfectamente -más allá de las campañas y los resultados- cómo los partidos no están de veras en lo suyo.
Era para que en este momento reclamaran abrir la agenda legislativa para procesar la reforma política antes que ninguna otra.
Pero no. Se les ve bastante acomodados a todos en la pocilga electoral. Chicos y grandes, ahí están bien acurrucados, aunque antes se disputen a tarascadas las sobras.
Dice Enrique Peña Nieto que estas elecciones dejaron “claro que hay espacios de oportunidad para perfeccionar la democracia, mejorando nuestro marco normativo e institucional”.
Por eso también estima que se debe avanzar en las reformas que requiere el país, por lo cual se pronunció por retomar la construcción de acuerdos.
Es claro que está diciendo a los participantes que las elecciones ya pasaron y que hay que ir a lo que sigue, a las reformas, al Pacto.
Ojalá esté pensando también con urgencia y seriedad en la reforma a fondo de la política y las instituciones.
Lo que pasa es grave. Hablamos de una bomba de tiempo.
El difícil momento que vive el país estriba en los niveles de violencia existentes, el crecimiento de la inconformidad social por la economía y la corrupción, los agravios contra sectores de la población ofendidos por la desigualdad, la pobreza, la marginación, el desempleo, la dependencia en el frente externo, la crisis de los sistemas públicos de salud y educación, la inseguridad, entre otros.
Se trata de problemas largamente acumulados dentro de un recipiente de presión. Si a eso le agregamos que las elecciones no están permitiendo que los ciudadanos escojan con libertad a sus gobernantes ni que se canalicen por vías pacíficas los conflictos y la inconformidad, esto muy pronto va a reventar.
Peña llamó a los partidos y actores políticos que participaron en los 14 procesos electorales realizados el domingo a acatar la decisión ciudadana expresada en las urnas, pues “en toda democracia hay ganadores y quienes no son favorecidos por la mayoría”.
Ojalá que lo hagan ya. Si tienen dudas que se echen un volado, puesto que a la gente no le importa quién de ellos quede si lo que quieren es sólo poder y presupuestos, no servir.
Pero que se pongan a trabajar ya en darle urgente oxígeno a una democracia moribunda, si es como dicen que todavía existe.
El propio Peña dijo que su gobierno mantiene la invariable disposición por continuar el diálogo y los acuerdos con las fuerzas políticas, “con la finalidad de concretar las reformas que nos permitan tanto consolidar nuestra democracia como acelerar el desarrollo de México”.
¿Quién dice órale? ¿Quién dice yo? No le saquen.