El Pacto debe ser una institución del Estado: Beltrones
Roberto Vizcaíno martes 25, Jun 2013Tras la puerta del poder
Roberto Vizcaíno
- El sonorense advirtió que la reforma hacendaria buscará mayor equidad y evitar estallidos sociales
- Entrampados en su jaloneo, corderistas y maderistas siguen cada uno en la destrucción de los otros
- El dirigente nacional del PRI pide a candidatos y militantes fortalecer la lucha contra la pobreza y la desigualdad
Reconocido por su larga batalla para modernizar al Estado mexicano, el coordinador de los diputados federales del PRI, el sonorense Manlio Fabio Beltrones, adelantó ayer que el Pacto por México debe ser una institución del Estado.
Esta posibilidad surge de que, los beneficios resultantes de ese pacto, dijo, no deben estar sujetos a los condicionamientos y caprichos circunstanciales o electorales de los líderes políticos y partidarios.
Esto se podría lograr mediante una nueva reforma al régimen político, lo que daría permanencia y legalidad a este mecanismo de concertación de las fuerzas políticas y gubernamentales existente en México, agregó.
Beltrones, quien como líder de la tercera fuerza política en el Senado de la República y luego de que el proceso presidencial de 2006 derivara casi en una confrontación que estuvo a punto de provocar el rompimiento constitucional, encontró la forma de sentar a todas las partes en pugna dentro de la mesa de la reforma del Estado, y así darle viabilidad al sistema político, advierte que las perspectivas del Pacto por México bien valen su institucionalización.
Por su naturaleza, explicó, “el Pacto por México ha demostrado su utilidad para el país al destrabar varios temas que estuvieron atorados por décadas, y por tanto, no puede estar sujeto al capricho o estado de ánimo de un partido o dirigente cuando no le vaya bien en algún proceso electoral.
“Suceda lo que suceda –agregó–, el 7 de julio, como en cualquier democracia, ganemos unos o perdamos otros, necesariamente tenemos que voltear a ver su institucionalización”, insistió.
Consideró que pese a que el Pacto ha resultado ser una magnífica idea, “no puede tampoco de ninguna manera convertirse en la institución más importante o deseada… esa la tenemos que construir todos”.
Y agregó:
“Buscaremos una reforma al régimen de gobierno, para que éste no dependa del capricho, de la hormona, del momento político, de si interactúan en beneficio de México o no, sino que sea una institución que estimule y genere ambientes para los grandes acuerdos”, precisó.
Reconoció que hay legisladores de diversas fuerzas tanto en el Senado como en la Cámara de Diputados que no piensan lo mismo del Pacto y que por el contrario lo cuestionan y descalifican.
Sin embargo consideró que en mucho estas críticas surgen de divergencias internas en los partidos, y que entonces más que cuestionar al Pacto y sus resultados, lo que atacan es a sus dirigentes, pero como no se atreven a hacerlo de frente, entonces toman como pretexto al Pacto.
“El Pacto está siendo muy bien valorado por la población y si ellos son lo suficientemente inteligentes entenderán que la mayoría de los mexicanos apreciamos su valor”, comentó.
Recordó que de ahí surgió la reforma educativa y luego las de telecomunicaciones y competitividad. De alguna forma dentro de este ambiente se aprobó también la laboral que fue propuesta por el presidente anterior.
¡CUIDADO CON UN ESTALLIDO SOCIAL!
“Hoy gracias a eso tenemos previsto realizar dos períodos extraordinarios para cumplir con un pacto entre las fuerzas políticas y así resolver las leyes secundarias de estas reformas constitucionales que ya hemos realizado”, explicó.
Junto con eso, dijo Beltrones, está por llegar al Congreso la iniciativa de una reforma energética, que de ninguna manera pretende vender o privatizar a Petróleos Mexicanos… No, Pemex no se vende, no se privatiza, lo que estamos buscando es darle más velocidad a la modernización”, subrayó.
En forma adicional también vendrá, dijo, una iniciativa de reforma hacendaria que pretende acabar con los privilegios fiscales y hacer que paguen más quienes ganan más y que se proteja a quienes ganan menos.
Indicó que en un país donde hay tanta desigualdad y pobreza como lo es México, “no se puede igualar a los desiguales”.
Y concluyó:
“Cada quien debe poner algo para evitar un estallido social… por eso las reformas, y por eso la claridad con la que tenemos que hablar. Quien gana más, debe pagar más, y quien gana menos, menos”, insistió.
EL AQUIMICHU DOMINA AL PAN
Entrampados en su propio laberinto de intereses trans-sexenales y de pasiones de poder, las tribus panistas y sus jefes máximos caen dentro del esquema del aquimichu donde por un pasito pa´delante dan dos pasitos pa’trás.
Por un lado Ernesto Cordero –fiel escudero del ex presidente Felipe Calderón y cabeza de la corriente de éste dentro del blanquiazul–, se ha lanzado a una guerra abierta contra la dirigencia de Acción Nacional, especialmente contra Gustavo Madero y por el otro el chihuahuense y los suyos resisten teniendo de apoyo el control de la dirigencia nacional de este partido.
Al margen de esta contienda, los viejos panistas ven cómo su partido se perrediza y se deteriora frente a sus bases militantes.
En este contexto el conflicto entre los 23 senadores dirigidos por Ernesto Cordero y los 15 encabezados por Jorge Luis Preciado entra en su sexta semana de confrontaciones.
El balance es uno: la ruptura no tiene remedio y la guerra es a muerte –política y partidaria– entre los dos frentes. En diciembre se verá quien ganó, cuando por primera vez en el PAN sus militantes, en votación abierta en todo el país, decidan quién es el nuevo dirigente nacional de este partido.
Mientras tanto, un día unos les picarán los ojos a los otros para que, al día siguiente, éstos les roben la bolsa de los millones del Senado a los otros. El aquimichú en todo su esplendor panista.
LEALTAD POR LEALTAD
Inmerso en una movilidad que pretende no dejar sin visitar ninguno de los 14 estados en elección, el dirigente nacional del PRI, el doctor César Camacho Quiroz estuvo ayer en Tamaulipas donde les reiteró a sus candidatos y militantes que México vive hoy la más importante de sus batallas: la de abatir pobreza e inequidad.
Y esta contienda es la que mueve hoy a este partido y a sus aspirantes a alcaldes y diputados porque la democracia social que hoy se busca, dijo, “es la que tiene que ver con la mejoría de las personas, con que la gente gane más, con que tenga empleo, con que los niños y jóvenes tengan oportunidades de educación, con eso nos comprometemos y les damos la cara.
“Y si ustedes y yo dijimos que sí somos capaces de transformar a México, si ya quedamos que nos la vamos a jugar con un proyecto transformador del país, tenemos que echar a andar el instrumento ciudadano más eficaz, se llama voto, y es la expresión libre de los hombres y las mujeres que creen en la democracia”, subrayó.
Camacho indicó que lo que mueve hoy al priísmo no esa democracia mal entendida que sólo busca que le vaya bien a los políticos y a los partidos.
“No se trata de eso”, precisó. “No… no se trata de eso, se trata de alcanzar el triunfo, pero no de ese triunfo que ni siquiera se saborea porque alguien nos lo regaló…
“¡No!, se trata del triunfo producto del trabajo, de la organización, de los candidatos comprometidos, de las buenas propuestas, de la política que se hace de la mejor manera, de la que se hace con el corazón, ésa que tiene el rostro de los niños y los jóvenes que esperan oportunidades y nada más no las ven venir.
“Nosotros se las queremos deber, dennos una oportunidad, porque lealtad con lealtad se paga”, subrayó.
EL DF ES Y SERÁ LIBRE
Miguel Ángel Mancera sentenció:
“La ciudad de México es y seguirá siendo el centro de las libertades, una posición territorial, política y estratégica donde las libertades están y seguirán presentes”.
Dijo que su administración no tolerará la homofobia, la lesbofobia, la transfobia y todo aquello que signifique desigualdad. Aquí tampoco se habla de represión porque tenemos muy claro el respeto a la igualdad y a las libertades, insistió.
Mancera se pronunció sobre todo esto al asistir al cuarto informe de actividades del presidente de la Comisión de Derechos Humanos del D F, Luis González Plascencia.