Llamada de auxilio
¬ Augusto Corro lunes 24, Jun 2013Punto por punto
Augusto Corro
En el Partido Acción Nacional (PAN) la llamada de auxilio para que lo salve empezó desde el primer día que Calderón asumió el poder.
Desde entonces, la organización blanquiazul empezó su autodestrucción, encabezada por el calderonismo.
En su afán por controlar partido y gobierno, Calderón echó a pelear las diferentes corrientes partidistas y es momento en que no se ponen de acuerdo.
Conforme avanzó el tiempo, dos grupos se fortalecieron, a su manera, para efectuar una lucha de desgaste político, que, por el momento, no se sabe hasta dónde llegará.
Las corrientes se identifican como maderistas o corderistas. Los primeros son fieles seguidores de Gustavo Madero, actual presidente del CEN del PAN, y los segundos son, supuestamente, simpatizantes de Ernesto Cordero.
Madero se convirtió en la piedra del zapato de Calderón, pues no lograron coordinarse en sus aspiraciones. Desde que fue ungido como líder panista, actuó como el “contreras” de su jefe, el Presidente de la República.
La pésima administración del gobierno panista llevó al PAN a la peor situación política de su historia. No es para menos. Los electores sabían muy bien de la guerra fallida de Calderón y sus miles de personas muertas y desaparecidas.
Con esa tarjeta de presentación, millones de mexicanos optaron por otra opción política en los comicios de julio del año pasado y ganaron.
La derrota mayúscula de los blanquiazules, como lo señaló el propio Madero, provocó un cisma en el partido y se acentuaron las divisiones.
Luego de su pésimo papel al frente del gobierno, Calderón tendió sus redes para seguir con el poder en su organización. Para concretar sus aspiraciones se ha valido de sus incondicionales, como es el grupo de senadores que apoyan a Cordero.
Como saben, Cordero se desempeñaba como coordinador de la fracción parlamentaria de panistas en el Senado.
Para esto, cabe repetir que Cordero es un incondicional de Calderón y es quien lo representa en su pugna contra Madero.
El ex secretario de Hacienda empezó a protestar contra la actuación de Madero al frente del PAN, y empezó a trabajar al margen de la dirección de su partido.
Se agudizó el conflicto una vez que Madero, en lo álgido del problema, destituyó a Cordero como líder de la bancada panista. Inmediatamente designó al sustituto, al senador guerrerense Jorge Luis Preciado.
Los problemas crecieron aún más y desembarcaron en lo que más les duele a los panistas: el dinero. En el ínter, alguien autorizó 16 millones de pesos para repartirlos entre los senadores blanquiazules, para gastarlos en la campaña política que terminará en elecciones en 14 estados el próximo 7 de julio.
Los maderistas no estuvieron conformes con las reformas al reglamento, que fue aprobado por 23 de 38 senadores. Tanto los seguidores de Madero como de Cordero no quieren soltar el manejo de la tesorería.
Así, los blanquiazules han lavado la ropa sucia en público y llevaron la lucha política a su nivel de “vulgar”, como lo calificó Luis Bravo Mena, uno de sus ex líderes.
Tendrá que pasar un tiempo considerable para que se conozca la situación real del PAN. Uno de los termómetros podría estar en las elecciones de julio próximo. De los resultados en Baja California y en algunas capitales que obtengan los blanquiazules, se podrá decir si recibieron la puntilla mortal o todavía se mueven.
Por su parte, la esposa de Calderón, Margarita Zavala, realiza presentaciones en diferentes lugares donde se realizan las campañas políticas, con la intención de apoyar a los candidatos de su partido y promoverse para ocupar en algún momento la dirigencia de esa organización política.
No la tendrá fácil, porque Josefina Vázquez Mota quiere ser la presidenta del PAN, aunque por el momento su partido se encuentre en la lona, en espera de que alguien acuda a levantarlo de la lona.