La recta final
Ramón Zurita Sahagún lunes 24, Jun 2013De frente y de perfil
Ramón Zurita Sahagún
Son los últimos diez días de campañas electorales, donde los partidos afinarán la estrategia para alcanzar los triunfos proyectados.
La situación se presenta incierta para los contendientes, aunque varios de ellos pregonan victorias que serán difíciles de lograr. Sin embargo, los partidos y sus estrategas dan los puntos finales para llevar concurrencia a las urnas y que los votantes lo hagan en favor de sus candidatos.
Los dirigentes nacionales de los partidos participantes tendrán una agenda cargada en los siguientes días, pues se espera su presencia en los distintos estados en los que se efectuarán comicios. Gustavo E. Madero, Jesús Zambrano y César Camacho, han diversificado su trabajo, viajando a las entidades con procesos electorales, especialmente hacia aquellas que están catalogadas como las más importantes y las más reñidas.
Y es que los comicios del 7 de julio toman un cariz importante para cada uno de los partidos con posibilidades de triunfo.
Son los primeros procesos electorales bajo el gobierno de Enrique Peña Nieto y los partidos participantes quieren mostrar uno, el PRI, que está de regreso; otro, el PRD que sigue siendo la segunda fuerza electoral, mientras que el tercero, PAN, desea dejar en claro que lo ocurrido el primero de julio pasado fue un simple bache en el camino.
Para los tres partidos, registra un especial interés, mientras que los restantes cuatro partidos, buscan dejar constancia de su crecimiento y presencia entre el electorado, aunque se considera difícil que obtengan algún triunfo sonado. La atención se concentra en los tres partidos considerados nacionales (PRI, PAN y PRD) y se focaliza en las principales posiciones en disputa.
Han sido constantes los rumores sobre el eventual desenlace en Baja California, donde se espera el triunfador surja por una diferencia no superior a los cinco puntos porcentuales, por lo que desde ya se le ubica como un proceso que terminará en tribunales electorales.
Gane quien gane en el estado, la elección se encuentra condenada a impugnaciones, sin importar que algunos se atrevan a anticipar que el resultado se encuentra negociado para la conservación del Pacto por México.
Las otras elecciones que atraen reflectores son las de Veracruz y Puebla, donde se desarrolla una situación especial. Veracruz fue el epicentro del terremoto que cimbró a la secretaría de Desarrollo Social y que provocó el relevo del secretario de Finanzas, Salvador Manzur, a quien muchos veían como el futuro candidato priísta al gobierno estatal.
Las grabaciones dadas a conocer por los panistas en torno a unas reuniones de priístas con operadores de los programa sociales detonó un nuevo escándalo político, que provocó la salida de Ranulfo Márquez como delegado de Sedesol y de otros funcionarios menores, además del ya mencionado secretario de Finanzas.
Pero en el fondo de todo el asunto político subyace el añejo pleito entre Miguel Ángel Yunes y Fidel Herrera Beltrán, convertidos en los operadores electorales de Acción Nacional y del Revolucionario Institucional, respectivamente.
Otro asunto que calentó los ánimos en Veracruz fue la negativa de las autoridades electorales para que PAN y PRD establecieran alianza, aunque se mantuvo de facto. Un ingrediente adicional es la participación de Nueva Alianza en la coalición formada por PRI y Partido Verde.
Boca del Río, Veracruz y Xalapa, son las plazas emblemáticas en disputa entre los tricolores y blanquiazules, aunque los panistas también apuestan a conquistar Tuxpan y Poza Rica.
La zona sur de Veracruz será disputada entre priístas y perredistas, con Coatzacoalcos convertida en la joya de la corona.
En Puebla se esperaba una contienda civilizada, pero esta ya fue rebasada por la guerra sucia enderezada desde las estructuras gubernamentales y con un descarado apoyo a los candidatos propuestos por la coalición que integran PAN, PRD y Nueva Alianza.
La disputa por el ayuntamiento de Puebla disparó la contienda con dos candidatos en igualdad de posibilidades de triunfo. Antonio (Tony) Gali Fayad, ex secretario de Infraestructura, es catalogado como un buen candidato postulado por los partidos que van en apoyo al PAN, mientras que Enrique Agüera Ibáñez, ex rector de la BUAP, es considerado como un prospecto sólido, con buenos respaldos, principalmente entre los académicos, jóvenes y clases populares.
La jornada poblana se ha visto empañada por una serie de filtraciones en las que ambos contendientes son situados como poseedores de fortunas considerables y dueños de una serie de propiedades sumamente costosas. Una mansión propiedad de Gali Fayad está ubicada como una de las cien más lujosas del mundo y la más lujosa de Puebla, según la publicación “Exclusive Interiors”, lo que desató una polémica, ya que declaró tener bienes por 70 millones de pesos, cuando solamente la casa cuesta eso.
De acuerdo con la percepción y el análisis en el contexto de la capital poblana será también una plaza sumamente disputada y la moneda todavía está en el aire. De los otros comicios, la antes disputada por Chihuahua muestra un bajón del PAN, mientras que Oaxaca apunta hacia triunfos de la alianza PAN-PRD; Quintana Roo muestra lo desesperado del PRI por recuperar Benito Juárez ; Tamaulipas y Sinaloa inciertos. En los otros estados es poco el atractivo, aunque pudieran registrarse triunfos panistas y perredistas.
MOVILIZACIÓN EN VERACRUZ
Pronta respuesta de los gobiernos federal y estatal recibió la población de 31 poblaciones veracruzana afectada por la tormenta tropical Barry.
Durante la contingencia se movilizaron 57 dependencias y entidades públicas: 33 federales y 24 estatales, mientras que la SEDENA activó el Plan DN-III con más de cuatro mil 500 elementos y la Secretaría de la Marina-Armada de México, el Plan Marina con más de dos mil efectivos para enfrentar el fenómeno natural.