Sospechas y rumores
Ramón Zurita Sahagún miércoles 19, Jun 2013De frente y de perfil
Ramón Zurita Sahagún
Conforme se acerca la fecha del 7 de julio surgen versiones por doquier que hablan de una supuesta negociación en las principales plazas en disputa, las que serían otorgadas, principalmente a la alianza conformada por los Partidos Acción Nacional y de la Revolución Democrática.
El hilo conductor de esa versión lleva hasta el Pacto por México, donde convergen el gobierno de la República y los tres principales partidos que disputan los cargos de elección popular.
Las versiones apuntan hacia la inminente derrota del PRI en Baja California, único gobierno en disputa, así como los ayuntamientos de Puebla, Oaxaca, Veracruz y Boca del Río, entre otros.
Sin que nadie aporte pruebas reales sobre esa posibilidad, el rumor crece incesante, por lo que los propios priístas han tomado acciones preventivas para ello, como es el reforzamiento de su equipo electoral y mostrar el músculo donde se hace necesario hacerlo.
Resulta curioso que varias de esas plazas en las que, supuestamente, los priístas ya se rindieron, son gobernadas por el blanquiazul como son Baja California, Puebla y Oaxaca y las otras han sido ganadas por ese mismo partido en diversas ocasiones.
Pero para los que encuentran situaciones sospechosas, esos resultados no parecen contar, ya que confían más en sus percepciones y propios análisis que en la presencia consolidada de los partidos en cada una de esas regiones.
La sospecha se finca, principalmente, en que tratan de hacer un cuadro comparativo entre la presidencia de Carlos Salinas de Gortari con la de ahora, sin que se encuentren mayores datos similares que las reformas anunciadas en distintos rubros.
Desde que inició la administración de Peña Nieto, los rumores saltaron por todos lados y anunciaban la salida de varios gobernadores priístas, aquellos en cuyos estados perdió la elección presidencial el hoy Ejecutivo federal.
Los nombres de Javier Duarte, Veracruz y Roberto Borge, Quintana Roo, eran los que encabezaban esta supuesta lista.
Incluso, se anunció alguna represalia en contra de Andrés Rafael Granier, entonces gobernador de Tabasco.
Nada sucedió en los primeros siete meses de gobierno y aunque Granier se encuentra arraigado, lo es por razones distintas a la de que su candidato presidencial hubiese perdido los comicios en la entidad que gobernaba.
El ex gobernador de Tabasco tiene tras de si, fuertes denuncias de peculado, desvío de recursos públicos y otros agravantes.
Para los siete meses de gobierno que lleva Enrique Peña, la gestión de Carlos Salinas de Gortari llevaba ya el relevo de los entonces gobernadores del Estado de México, Mario Ramón Beteta; Michoacán, Luis Martínez Villicaña, y Baja California, Xicoténcatl Leyva Mortera, en cuyos estados el candidato presidencial priísta había perdido.
Todos ellos fueron relevados por gobernadores interinos provenientes del mismo partido. Ignacio Pichardo Pagaza llegó al Edomex, Genovevo Figueroa Zamudio a Michoacán y Óscar Baylón Chacón a parte de la península bajacaliforniana.
Fue al año siguiente cuando surgieron las sospechas, con el triunfo de Ernesto Ruffo Appel sobre Margarita Ortega en Baja California, donde se consideró que fue un gesto de buena voluntad de un partido tricolor que arrebataba los triunfos como fuera.
Ese gesto permitió que la entonces dirigencia nacional panista, que encabezaba Luis H. Álvarez. mostrara voluntad política para sacar adelante las reformas que el gobierno de la República consideraba necesarias para el avance del país.
Después de ello se vinieron de lleno una serie de eventos que dieron paso a lo que se consideró como concertacesión, un método que se aplicó en estados como Guanajuato, Michoacán, San Luis Potosí y otros más, aunque lo único que cedía el entonces partido gobernante era la salida del gobernador repudiado, manteniendo la plaza en su poder, con la excepción de Guanajuato, donde al igual que Baja California gobierna el PAN desde entonces.
Y aunque persisten los intentos por hacer un cuadro comparativo entre las presidencias de Carlos Salinas de Gortari y la de Enrique Peña Nieto, las diferencias son abismales, especialmente en la forma como uno y otro llegaron a Los Pinos.
Salinas fue impugnado fuertemente y su triunfo no está todavía clarificado, ya que algunos sostienen que existió fraude. Peña Nieto ganó con claridad, aunque no con la abrumadora ventaja que se esperaba.
Pero aunque uno y otro mostraron desde el inicio espíritu reformista, abriendo espacios para el diálogo y la negociación, las condiciones no son las mismas. Sin embargo, habrá que esperar los resultados del 7 de julio, para saber con certeza que tanta razón tiene las sospechas y rumores esparcidos sobre los resultados del proceso electoral en 14 estados del país y uno más extraordinario.
PROGRAMA DE AGÜERA
El candidato priísta al ayuntamiento de Puebla, Enrique Agüera Ibáñez, presentó su modelo de ciudad, con el que pretende gobernar la capital poblana durante el cuatrienio 2014-2018.
Fincado en cinco ejes de gobierno y 100 programas, el ex rector de la BUAP ofrece una Puebla segura, próspera, con empleo para todos; con desarrollo humano y combate a la pobreza; ordenada, sustentable y con servicios públicos de calidad y transparente de resultados.
Por cierto, el candidato tricolor exhortó a sus adversarios para que presenten propuestas y no descalificaciones.
Son con votos como se gana una elección, dijo Agüera Ibáñez.