Se dan hasta con la cubeta
¬ Augusto Corro lunes 17, Jun 2013Punto por punto
Augusto Corro
Los senadores panistas se encuentran divididos y optaron por sacarse los trapitos al sol. ¿El motivo del pleito? Una partida presupuestal de 204 millones de pesos.
Parece que los principios ¿cuáles? ya no interesan tanto a los legisladores blanquiazules, quienes van directamente por el dinero que les asigna el Senado.
En la lucha participan dos bandos: los maderistas, manejados por Gustavo Madero y los incondicionales de Calderón, encabezados por Ernesto Cordero.
Como saben, la pugna en el interior del Partido Acción Nacional (PAN) surgió entre los dos grupos que pretenden adueñarse de esa organización política.
En medio están otros grupos de políticos que buscan la “unidad” del partido, como el representado por los ex gobernadores panistas.
CORDERO, EN ENTREDICHO
En las últimas semanas se agudizó el enfrentamiento en Cordero y Madero.
Cordero perdió el primer round de la pelea al ser destituido como líder de la bancada panista en el Senado. En su lugar fue designado Preciado.
Por cierto, dicho manejo de dinero no fue el correcto, según un informe sobre los gastos de la bancada del PAN en el Senado.
Madero destituyó a Cordero, quien se rebeló contra esa decisión, apoyado en la mayoría de senadores panistas. Su lugar fue ocupado por el senador Jorge Luis Preciado.
El pleito se formalizó y la ropa sucia se lavó en público.
Lo primero que surgió, fue el desorden en la aplicación del presupuesto destinado al PAN para trabajos legislativos.
No faltó quien denunciara el mal manejo de los dineros.
Así, se llegó a saber que durante la gestión del multicitado Cordero, como coordinador de del grupo parlamentario, se utilizó una cantidad considerable de dinero para cubrir necesidades personales de los legisladores y sus colaboradores.
De tal manera, que “la revisión de la forma en que se gastaron 159 millones de pesos del 1 de septiembre de 2012 hasta el 19 de mayo de este año, detectó pagos de cajas de condones por 59 pesos, así como la compra de ropa infantil, cuentas de al menos 13 mil pesos por consumo en restaurantes y préstamos personales a legisladores y trabajadores hasta por 300 mil pesos”.
Es decir, hubo un desvío de dinero que no se dedicó al trabajo legislativo, sino a cuestiones meramente personales.
Se empezaron a ajustar cuentas, y como es tradición de que el hilo se reviente por lo más delgado, ya fue despedido el ex responsable administrativo del grupo, Ricardo Álvarez Galindo.
JAVIER CORRAL, AL QUITE
En el pleito de comadres no podía faltar el senador Javier Corral, también panista, exigió una auditoría a la gestión de Cordero, pues intuye que el verdadero motivo de la rebelión calderonista es el dinero. Vaya descubrimiento.
“Hay una abierta disputa por el control de 204 millones de pesos, que hasta hace unas semanas manejaba con absoluta discrecionalidad Cordero, y en el fondo se trata de dar un golpe faccioso a la institucionalidad al nuevo coordinador Preciado”, dijo Corral.
También sacó a la luz pública que “Juan Ignacio Zavala, cuñado del ex presidente Calderón, es un “aviador” de la mesa directiva y, a pesar de no trabajar por el grupo parlamentario, recibió un préstamo de miles de pesos”.
Zavala contestó que no es “aviador” y que sí trabaja y acude a las instalaciones del Senado. Recordó que es asesor de comunicación política de Cordero y cobra por ese servicio, “porque no es un delito trabajar”.
A su vez, el pariente político de Calderón, el controvertido Zavala, señaló que Corral ha percibido un total de 21 millones de pesos como legislador federal, a pesar de que no ha ganado jamás una elección, “pues es un “profesional” de las candidaturas plurinominales.
Finalmente, Zavala acusó al presidente nacional del PAN, Gustavo Madero, de desatar una crisis en el grupo parlamentario por su afán de controlar el dinero.
Como se ve, el PAN sigue en la lona. La lucha por el poder y el dinero tiene sumido a ese partido en una de las etapas más negras de su historia. Y lo que falta.