Acción Nacional, envenenado
¬ Augusto Corro viernes 7, Jun 2013Punto por punto
Augusto Corro
Los ex gobernadores panistas integraron un tercer grupo para hacer un llamado a la unidad panista.
Demandaron a los líderes de las dos facciones panistas en pugna, que depongan sus actitudes “pues están envenenando al partido”.
Los ex mandatarios panistas son Ernesto Ruffo, de Baja California; Carlos Medina Plascencia, de Guanajuato; Alberto Cárdenas, de Jalisco, así como Fernando Canales Clariond y Fernando Elizondo, de Nuevo León.
Dijeron que actuarán activamente para reunificar su partido, “el cual no pertenece ni a calderonistas, ni a maderistas”.
También señalaron que la disputa entre Madero y Cordero es uno de los peores mensajes a los ciudadanos, puesto que reflejan ambiciones personales o de pequeños grupos que tiran por la borda la historia del PAN.
Cárdenas exhortó a los rijosos a que “a la mayor brevedad entren a un diálogo maduro”.
Será difícil que funcione el planteamiento formulado por los ex gobernadores para que vuelva la unidad y tranquilidad al partido blanquiazul.
En el presente, Cordero y Madero se encuentran bien agarrados del chongo y no escucharán las exhortaciones a la unidad, por una sencilla razón, lo que buscan es apoderarse del partido. En esa lucha se encuentran los calderonistas, encabezados por Cordero, y el propio grupo de Madero. Ninguno de los dos tiene la aceptación total en esa organización política. Ambos vienen de una derrota política que los ha marcado como ineptos.
En los comicios pasados, el PAN perdió las elecciones presidenciales y cayó al tercer lugar en las preferencias electorales. Antes, en el partido se libró una lucha sorda para la selección del candidato presidencial, porque Calderón estaba empeñado en que su delfín, Cordero, participara como aspirante a ocupar Los Pinos.
La pugna afectó a Josefina Vázquez Mota, quien participó como candidata sin el apoyo total de las principales figuras panistas, como lo era Calderón. La aspirante fue abandonada a su suerte y logró los resultados que todos conocemos. Calderón y Madero fueron criticados acremente por su actitud mezquina hacia la abanderada de su partido.
Luego de la derrota electoral, los panistas iniciaron una intensa campaña de recuperación política que no han logrado. Se agudizaron las pugnas internas y no se ve un arreglo cercano. Con la autoridad que le permite el cargo de presidente del PAN, Madero destituyó a Cordero como líder de la fracción blanquiazul en el Senado. Se definieron los bandos que mantienen dividida a la cúpula del poder panista.
Esa circunstancia obligó a los ex gobernadores a unirse y buscar caminos de solución al conflicto, a pedirles a los representantes de las dos partes en conflicto, “que frenen sus ímpetus, que respeten a sus compañeros que en 14 estados están en plenas elecciones locales; deben entender que no son los únicos en el partido y que esa división interna es veneno puro para nuestra vida institucional”. La lucha por el poder panista provocará más divisiones internas. El grupo de ex gobernadores será una facción más en esa organización y la pugna no tendrá un final feliz.
Simplemente, entre el mes de julio y diciembre, Acción Nacional habrá problemas muy complejos: las elecciones en 14 estados el 7 de julio, la conclusión de su Reforma de Estatutos; la elección de un nuevo Consejo Nacional y en diciembre, el cambio de su líder nacional.
Claro, del resultado de los comicios de julio se sabrá la fuerza real de Madero. Si vuelve a fracasar en la dirección del partido, sus días estarían contados como líder. Mientras, en el Senado, Cordero buscará consolidar el apoyo de los legisladores panistas que aunque ya cuenta con el apoyo de la mayoría, no son todos.
Feliz fin de semana.