Crimen sin castigo
¬ Augusto Corro jueves 6, Jun 2013Punto por punto
Augusto Corro
Hace cuatro años, el 5 de junio, se registró una de las mayores tragedias de las que México tiene memoria.
Nos referimos al incendio de la guardería gubernamental ABC, de Hermosillo, Sonora, en el que perdieron la vida 49 niños alcanzados por el fuego y el humo. Los padres de los menores han exigido, desde entonces, justicia y castigo a los responsables. Ni una ni otra cosa ha sucedido.
Los dueños y encargados de la guardería siniestrada buscaron la protección del gobierno de Calderón y lo lograron.
Cómo no iban a conseguirlo si entre ellos se encontraban familiares de Margarita Zavala, esposa de Calderón, y el controvertido gobernador de Sonora, Eduardo Bours.
Como director del IMSS se desempeñaba el inefable, Juan Molinar Horcasitas, hoy funcionario de primer nivel en la cúpula de Acción Nacional.
Esa historia triste aún no termina, pues decenas de niños que lograron sobrevivir a las llamas y al humo reciben tratamiento sicológico y médico para que recuperen su salud.
Sin embargo, para algunos pequeños será imposible borrar el daño físico y mental derivado de aquel hecho.
Ayer, los padres de las víctimas, con motivo de un aniversario más de la tragedia, continuaron con plantones y marcha en demanda de justicia.
Estuvieron en el Monumento a la Independencia en una velada y después realizaron una marcha de ese lugar al Zócalo de la ciudad.
Así pues, se cumple un año más de impunidad para los dueños de la guardería y los encargados de vigilar por la seguridad de los menores. Ningún responsable de la tragedia se encuentra en prisión.
“Nuestros hijos están descansando, nosotros, sus padres, tenemos mucho por hacer para que se haga justicia”, dijo Julio César Márquez, vocero del Movimiento por la Justicia 5 de Junio. Ojalá lo logren.
TIBIEZA
Es inexplicable la tibieza en el actuar de las autoridades en el caso del ex gobernador de Tabasco, Andrés Granie, señalado por presunto desvío de recursos públicos durante su administración.
Se tiene la impresión que el pánico se apoderó de la Procuraduría de Justicia de Tabasco (PJT) que espera, tímidamente, que Granier acuda a las citas para responder a las acusaciones de delito de peculado.
El propio gobernador, Arturo Núñez, compadre del acusado, también parece ajeno al caso, cuando él fue quien empezó los ataques con el rejego ex mandatario.
Desde el jueves pasado, hace ocho días, Granier tenía que presentarse ante las autoridades tabasqueñas y no lo hizo.
Después, su ex Secretario de Finanzas, José Manuel Sáiz, también dijo que no hará caso al citatorio que le enviaron las autoridades, para que explique, entre otras cosas, el por qué de 88.5 millones de pesos en efectivo, en una de sus casas. Es decir, las autoridades tabasqueñas se desempeñarán de acuerdo con el estado de ánimo de Granier y su escudero.
¿Qué necesita la citada procuraduría para llevar al citado par de funcionarios ante la justicia? ¿Esperan el tiempo actúe para que se olvide el saqueo a las arcas del Estado?
Alguna explicación tendque dar para dejar satisfecha a la opinión pública que espera un castigo ejemplar contra esos saqueadores. En los medios, se sabe hasta el cansancio de la riqueza inexplicable de Granier y de sus gustos carísimos.
Por cierto, si algo le faltaba a Granier en su vida política, para llenarlo de oprobio, ya le llegó: sus días en el PRI están contados. Por otra parte, sí es una verdad absoluta que Granier y su escudero tiene el dinero suficiente y contratarán, para su defensa, a los mejores abogados de México.
Mientras, la tibieza de las autoridades tabasqueñas se antoja increíble.