Hoy no circula a coches nuevos
¬ Augusto Corro miércoles 5, Jun 2013Punto por punto
Augusto Corro
Las autoridades capitalinas tienen el proyecto de aplicar el programa “Hoy no circula” de la ciudad de México a los automóviles nuevos, al menos un día. La medida será con el fin de disminuir la contaminación ambiental que no cede en el Valle de México.
Después de 25 años, se ha comprobado que es insuficiente la restricción del tránsito vehicular para frenar las emisiones de contaminantes.
Las nuevas limitaciones al tránsito nos hacen pensar que se trata más de reducir el número coches en circulación, que disminuir la contaminación.
Si los coches con hologramas doble cero o cero no contaminan, que caso tiene restringirles la circulación. ¿Ocurre lo contrario? Alguien tiene que aclararlo.
Lo anterior obligó a las autoridades a anunciar que a partir del 2014, todos los coches, independientemente del holograma o modelo, “tendrán que dejar de salir a las calles al menos un día por semana”.
¿SÓLO LOS COCHES?
En el Valle de México son múltiples las fuentes contaminantes del medio ambiente. Todo mundo lo sabe, pero nadie busca la solución al problema.
Por ejemplo, son miles de unidades del transporte urbano -de carga y de pasajeros- que transitan por la ciudad de México a todas horas y en las principales avenidas. Esos tráilers y autobuses sueltan tanto smog como las chimeneas de las fábricas. Basta recorrer los paraderos de camiones para comprobar los índices de contaminación provocados por el diesel y por la mala afinación de las máquinas.
Se tiene la impresión que no hay reglamentos que metan en cintura a los traileros que también contaminan con el ruido ensordecedor cuando abren sus escapes.
Por cierto, el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) tiene lo suyo. Ubicado en la zona metropolitana, los aviones producen contaminantes en gran escala.
Otro problema severo de contaminación son las marchas y los bloqueos de inconformes.
En la zona centro del Distrito Federal, las manifestaciones se realizan todos los días. Cientos de automóviles, camiones, etc., permanecen estacionados con sus motores en plena acción contaminante.
LA NATURALEZA
La ubicación geográfica del Valle de México no permite un rápido desplazamiento de la contaminación. El smog se estanca en el valle rodeado de montañas y esta situación se agrava cuando no hay vientos.
Si a la incapacidad de las autoridades por frenar la contaminación se suman los caprichos de la naturaleza, el resultado va directamente a afectar la salud de los capitalinos.
Sin embargo, los encargados de la “calidad del aire” deben investigar qué medidas anticontamientes se aplican en otras partes del mundo. No basta con las medidas restrictivas fáciles las que ayudarán a eliminar los contaminantes. En esas acciones tendrán que utilizarse las inteligencias más lúcidas para encontrar soluciones.
En Colombia, algunas de sus ciudades con los mismos problemas, lograron controlar la contaminación producida por automóviles, con restricciones en horarios y zonas determinadas, sin limitar la circulación de vehículos.
Las autoridades también deben de atender los fraudes que se realizan en los “verificentros”, no en todos, cuando, dinero de por medio, a pesar de las malas condiciones del motor del coche, se autoriza el uso de hologramas.
Una de las soluciones al problema de la contaminación podría ser el reordenamiento del transporte público, más líneas del Metro y reglamentos severos para la circulación de tráilers, micros, camiones de pasajeros, etc.
En el presente, el Valle de México es un verdadero caos. ¿De qué sirven tantas “obras” viales? Ya vemos que los puentes en las principales avenidas sólo han servido para congestionar aún más el tráfico vehicular.
No será, pues, con medidas a la ligera como se deberá resolver el problema grave de la contaminación en el Valle de México.