El norte de la Riviera Nayarit
¬ José Antonio López Sosa lunes 3, Jun 2013Detrás del Poder
José Antonio López Sosa
Tepic, Nayarit.- Este corredor turístico que inicia en Nuevo Vallarta en los límites entre Nayarit y Jalisco- y termina en la playa El Novillero -en los límites entre Nayarit y Sinaloa-, tiene una enorme diversidad cultural, gastronómica y sobre todo, una herencia histórica muy amplia.
Recorrimos el norte de esta entidad, desde Tepic hasta Tecuala, pasando por San Blás, Santiago Ixcuintla, Acaponeta y los pueblos que en su camino emergen de entre los manglares, litorales y montañas que rodean Nayarit.
La identidad de la gente con su estado y su entorno es sorprendente, el amor a esta tierra les hace conservar sus tradiciones prehispánicas y coloniales con un aderezo del México actual.
Nayarit, como muchos otros estados de la federación, padeció también las consecuencias de la fallida “guerra contra el narcotráfico” de la administración anterior encabezada por Felipe Calderón, sin embargo, la recuperación en esta materia es muy positiva, recorrimos sus carreteras -federales y de cuota- sin ver un solo retén o un solo indicio de temor en la gente o violencia de algún tipo.
La cima de El Fortín, en San Blas, los murales que reflejan nuestra historia en Santiago Ixcuintla, los litorales de Tecuala, la casa museo de Vladimir Cora en Acaponeta, la plaza de armas en Tepic, la leyenda de la partida de los aztecas a Tenochtitlán en Mexcaltitlán, en fin, un mosaico lleno de historia y arte que Nayarit tiene.
Resulta sorprendente encontrar estos rincones más allá de la reconocida oferta de sol y playa que la Riviera Nayarit tiene en sus paradisiacos litorales, la herencia huichol y la influencia de los conquistadores españoles forjó esta tierra y la convirtió en este otro México en la puerta de entrada al norte.
En algún momento de nuestra historia, San Blas fue el puerto más importante del pacífico en la Nueva España, hasta aquí llegaba el Galeón de Manila -también conocido como la Nao de China- antes que lo hiciera a Acapulco, ello también dejó una clara influencia de oriente en los nayaritas de hoy.
Un mosaico de colores, aromas, paisajes interminables y sobre todo, de mucho orgullo por su tierra. Así encontramos el norte de Nayarit.
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