No es cualquier borrachín
¬ Augusto Corro lunes 3, Jun 2013Punto por punto
Augusto Corro
No cualquiera se mete entre pecho y espalda una botella de vino con un valor de casi cien mil pesos.
El ex gobernador de Tabasco, Andrés Granier, sí empinaba el codo con los caldos más costosos, claro, a salud del erario. No escatimaba nada a la hora de brindar con vinos y licores de los más selectos que guardaba en la cava de la residencia oficial Quinta Grijalva.
Según los reportes de la Secretaría de Finanzas de su administración, el ex mandatario disfrutaba de las siguientes botellas de vinos:
Romanée-Conti 2005/ 98 mil 893 pesos.
Richebourg 2005 Magnum/ 69 mil 222 pesos.
Rom Saint Vivant 2005 Magnum/ 55 mil 909 pesos.
Le sigue una lista de botellas en la que la más barata cuesta 7 mil 650 pesos.
La información sobre la exquisitez de beber alcohol de Granier se conjuga perfectamente con sus colecciones de mil camisas, 400 pares de zapatos, 400 pantalones, 300 trajes comprados en la exclusiva calle de Rodeo Drive de Beverly Hills, “la esquina de oro, conocida como un distrito donde se encuentran las boutiques y tiendas más caras del mundo”.
Todo ese capital de prendas de vestir está repartido en los guardarropas de las diferentes residencias del susodicho Granier, ubicadas en Cancún, Miami, Distrito Federal y Villahermosa, Tabasco.
Es de felicitar al ex mandatario porque tiene suficiente espacio para almacenar su vestuario, sino pobre de él: ¿dónde habría de meter tanta ropa? Por cierto, los vinos que disfruta el tabasqueño “embisten” bien agrado tal, que bajo su influjo el ex gobernador soltó la lengua para presumir sus innumerables “tesoros” y riqueza.
NO FUE A LA CITA
El jueves de la semana pasada Granier debió presentarse en la Procuraduría de Justicia del Estado para contestar las preguntas relacionadas con las acusaciones sobre el delito de peculado y de enriquecimiento inexplicable. No lo hizo.
El problema de Granier ha crecido en los últimos seis meses. Al principio sólo se hablaba de un faltante de miles de millones de pesos en las arcas del tesoro público. Cada día que pasa surgen más pruebas del peculado. Recientemente, en una casa del ex secretario de Finanzas, José Saiz Pineda, se encontraron 88.5 millones de pesos en efectivo.
Ese descubrimiento obligó a las autoridades a acelerar los trámites para la investigación contra Granier. Ya son varios meses que el tema de Granier es conocido por la opinión pública, pero no avanza.
Aunque las señales para que actúen las autoridades tabasqueñas, perredistas, son más que significativas.
El líder del Partido Revolucionario Institucional (PRI), César Camacho Quiroz, deslindó a su partido de Granier, a quien se acusa de desvío millonario de recursos de la entidad.
No solamente eso, también le exigió al ex gobernador dar la cara y presentarse ante las autoridades judiciales que lo requieren. “Si como él dice (que) no tiene ninguna responsabilidad, que lo acredite, pero nosotros tamamos distancia de Granier y su comportamiento”, declaró Camacho Quiroz.
LO BUSCARÁN
Lo importante del caso Granier es que las autoridades ya no podrán detenerse ante el cúmulo de pruebas que demuestran el derroche de recursos públicos para sus caprichos y negocios. La maquinaria de la justicia ya se echó a andar y si no se presentó el ex gobernador a la cita con la justicia, tarde o temprano será llevado para rendir cuentas.
El ex mandatario no se detuvo en convertir su administración en una oficina de negocios personales con la ayuda de su hijo Fabián, quien ocupaba una oficina en la Quinta Grijalva para atender sus transas “financieras”.
Como se ve, las autoridades tienen los elementos suficientes para iniciar el juicio contra un funcionario público que rebasó los límites de la honestidad y la cordura.