La percepción
¬ Juan Manuel Magaña jueves 30, May 2013Política Spot
Juan Manuel Magaña
Es interesante cómo se da en este país el juego de las percepciones y cómo lo políticos tratan de modificarlas en su favor.
Ahí está Emilio Azcárraga que se encuera al final del partido con el fin ulterior de exorcizarse los odios.
“Para que me odien más”, manifiesta a los cuatro vientos, ahíto de dinero, poder y soberbia, como si esperara que con ese conjuro sucediera lo contrario.
Un poco de calvinismo no le vendría mal a ese hijo de “El Tigre”, aquél legendario magnate que supiera ver que en este país los jodidos no tienen remedio y había que entretenerlos.
Y tal vez con esa discreta decencia sí lograría, no que no lo odien a él, sino a su televisora.
Eso, independientemente de que lo que hizo solo refleja una mentalidad de ocho años, con perdón de los que de forma natural sí tienen esa edad.
Las crónicas de los días, un tanto interesadas, nos traen a una Elba Esther Gordillo que se la pasa en una cama de hospital sin hablar con nadie. ¿Privilegio disimulado para evitar los rigores de una cárcel o auténtica enfermedad?
No estuviera afuera, libre como gaviota, porque andaría a estas horas o de compras o en la trinchera como buena guerrera que se dijo con ganas de escribir su epitafio.
Y ahí está también la nueva lady senadora perredista Luz María Beristáin perdiendo el control y cargándole poder a la empleada inflexible de una pésima aerolínea (Viva Aerobus).
¿Tuvo razón o no en cabrearse la legisladora?
Vaya usted a saber, pero con la exhibida en internet de esa debilidad bastante común, junto con el uso o abuso de poder, aquí fue ella la que salió perdiendo.
Y lo que falta por ver con el ex gobernador de Tabasco, que ya no ha de saber qué más hacer para modificar la percepción de que se clavó mil 900 millones de pesos. Ya sabemos que gastaba en chupes y en abundante guardarropa, pero eso es nada comparado con semejante cantidad de dinero desaparecido.
¿Dónde está lo demás?
Ya le encontraron casi cien millones a uno de los suyos y aun así es capaz de poner en duda la especie con la contraversión de que ese dinero fue sembrado.
Y con la percepción que a veces se tiene de un gobernador vacilante como Arturo Núñez, también a menudo se tiene la percepción de que Granier lo está convenciendo.