¿Desaceleración o ineficiencia en Hacienda?
Roberto Vizcaíno lunes 27, May 2013Tras la puerta del poder
Roberto Vizcaíno
- Los analistas califican el momento del “freno” pero los políticos hablan de ineficacia
- Aureoles, coordinador de los diputados del PRD, pide a Peña Nieto aplique un plan de emergencia
- Beltrones por su parte invita a sus pares a avanzar en las reformas que requiere el país
La información corrió durante los días anteriores sin mayores repercusiones, a pesar de la gravedad de su impacto en todos los niveles sociales y económicos de México.
Bajo la palabra “desaceleración”, expertos, analistas e investigadores en finanzas y economía intentaron explicar por qué hoy en el país no hay circulante. Otros sin embargo, afirman que es producto de la ineficacia del régimen entrante, de no haber aplicado el presupuesto como debía.
En medio de eso ramas vitales de la economía han entrado en abierta crisis debido a que no se han echado a andar programas ni obras. La construcción, el campo, el turismo, la industria, los medios de comunicación entraron prácticamente en parálisis.
Entre estos últimos no sólo no ha habido campañas de difusión e información gubernamentales desde que el presidente Enrique Peña Nieto llegó al poder, sino que el gobierno no ha cubierto las deudas dejadas por el anterior régimen.
Frente a estos hechos los discursos del mandatario y el resto de su equipo respecto de que México cuenta con solidez y estabilidad financiera, económica y macreconómica se convierten en sólo piezas de oratoria.
Las informaciones que comienzan a fluir para explicar lo que está ocurriendo en el país, advierte que “México se frena, como ocurre en el mundo desde hace varios trimestres”.
Lo único cierto es que detrás de este comentario está la confirmación de que hemos entrado en un proceso de estancamiento económico, cuando veníamos creciendo, poco, pero creciendo.
Eso ha comenzado a llevar a no pocos mexicanos a señalar que “estábamos mejor con Calderón”.
Por lo pronto, además de un creciente malestar e irritación social porque en lugar de mejorar empeoramos, la “desaceleración” ya impactó al Producto Interno Bruto, que no es otra cosa que la acumulación de lo que el país produce.
Una de las razones de este frenado, afirman analistas cercanos al sector oficial, es que durante el primer trimestre bajó la demanda externa en Estados Unidos.
Adicionalmente esta desaceleración ha repercutido en una baja en el consumo interno mientras ocurre una contracción del gasto gubernamental de hasta el 12.5 por ciento. Es decir, el gobierno tiene guardado el dinero en las arcas nacionales mientras todos afuera esperan que lo apliquen en los programas y obras aprobados por el Congreso.
Hasta hoy en lo único que gastan es en mantener la nómina de la burocracia alta y baja, pero no hay nada para programas, campañas ni obras.
El problema en cuanto a esto último, es que todo mundo sabe que las obras se tienen que realizar en tiempo de secas –es decir, entre octubre y abril-mayo del siguiente año–, y no en tiempo de aguas que es entre junio y septiembre.
MEDIDAS EMERGENTES
Es por todo esto que el coordinador de los diputados federales del PRD, el michoacano Silvano Aureoles Conejo haya exigido ayer al presidente Enrique Peña Nieto que aplique sin dilación medidas emergentes.
Es necesario, dijo, que el gobierno federal dinamice la economía, el gasto público y la inversión.
Indicó que si bien las reformas hacendaria y energética, o la financiera hoy en trámite dentro del Congreso ayudarán al país a salir adelante, es el gobierno federal el que no debe esperar más tiempo para hacer la tarea que le corresponde.
Advirtió que el camino por el que se va, en un escenario de alto desempleo-falta de circulante-parálisis económica- aumento de precios en los productos y servicios básicos y creciente reclamo social, México entra en un contexto muy peligroso.
Se está acumulando un riesgoso subejercicio en el gasto público sin que exista una explicación lógica para que eso ocurra, afirmó.
“En materia de subejercicio del gobierno, si no se aceleran los mecanismos de aplicación del gasto público, vamos a empezar a tener severos problemas en la dinámica de la economía”, precisó.
Para el coordinador de los legisladores perredistas, no existe ninguna duda de que gran parte de este problema surge de una falta de habilidad en el manejo de gasto público, “lo cual empieza a colocar a la economía mexicana en un efecto de desaceleración”.
Indicó que es justamente con la llegada de este gobierno, que todos los indicadores económicos muestran un deterioro preocupante.
“No hay crecimiento económico y las áreas que pueden impulsar el desarrollo registran subejercicios importantes, como educación, salud o turismo”, subrayó.
Sin duda, agregó, el alza en el precio de los productos de consumo básico y el aumento en el costo de producción de la industria “prenden un foco amarillo y advierten riesgos, porque las cifras que se han venido manejando no parecen tener la suficiente solidez que se dijo”.
De ahí que urgió a Peña Nieto a no darle más vueltas a esta amenaza y enfrentarla ya, porque “si no se aceleran los mecanismos de aplicación del gasto público, vamos a empezar a tener severos problemas en la dinámica de la economía”, insistió.
Señaló que el subejercicio acumulado durante los pasados cinco meses es considerable.
“El gobierno federal debe agilizar la chequera, principalmente en lo que tiene que ver con inversión pública… no debe esperar más, debe hacer la tarea que le corresponde y sacar adelante al país”, agregó.
A estas alturas del año y del daño, indicó Aureoles, lo que se requiere es de acciones de emergencia que eviten que caigamos en una economía vulnerable que ponga en riesgo el crecimiento y desarrollo del país, concluyó.
DESACELERACIÓN E INCERTIDUMBRE
Manlio Fabio Beltrones, coordinador de los diputados federales del PRI, reconoció que la desaceleración económica existe en México y que eso nos lleva a la incertidumbre.
Pero él sólo pidió continuar con los acuerdos y las reformas económicas que le permitan crecer a México de manera sostenida y elevar tanto el empleo como el ingreso de las familias.
Subrayó al igual que Aureoles, que la desaceleración económica y la incertidumbre deben empujar a los políticos mexicanos, especialmente a los legisladores, a crear las condiciones para ir a un periodo extraordinario a fin de aprobar las reformas económicas que México necesita.
“La coyuntura electoral no debe detener el curso de las reformas que el país requiere”, dijo.
La reforma de competitividad, junto con la de telecomunicaciones y la compleja reforma financiera que hoy se debate en comisiones, indicó, forman un reto dentro del trabajo legislativo que debe derivar en su aprobación dentro de un periodo extraordinario de sesiones.
Así, subrayó, estaremos dando el primer paso indispensable para activar el mercado interno y el sistema bancario para que el país crezca a tasas sostenidas.
De esta manera, comentó, al comenzar el periodo ordinario de sesiones en el mes de septiembre, “tendremos la capacidad de completar este ciclo de transformaciones económicas con las reformas en materia energética y hacendaria y la hoja de ruta que establece el nuevo rumbo de México en el Plan Nacional de Desarrollo.
“Con esta disposición de acelerar el análisis y la eventual aprobación de las reformas económicas en un periodo extraordinario, incluida la ley sobre la deuda de estados y municipios, los legisladores transmitimos al pueblo de México el mensaje de una Cámara de Diputados que sigue trabajando con objetivos comunes para que a México le vaya mejor, con reformas que se reflejen en el empleo y el ingreso de los trabajadores”, concluyó.