Travesía sagrada 2013
¬ José Antonio López Sosa jueves 23, May 2013Detrás del Poder
José Antonio López Sosa
Cada año en el sureste mexicano se lleva al cabo una remembranza de nuestro pasado, de la divinidad que rodeó a una cultura, a un pueblo lleno de espiritualidad y cuyo legado poco ha sido entendido por el México en que nos ha tocado vivir.
Más de un milenio tiene que los antiguos mayas hacían una suerte de peregrinación marítima, desde las costas de la península de Yucatán hacia la isla de Cozumel. Todo comenzaba con un gran mercado donde se preparaban las ofrendas para Ixchel, la diosa maya de la fertilidad y cuyo oráculo -uno de los pocos en América- los aguardaba en la isla.
El significado de aquella legendaria travesía sagrada ha sido interpretado en la actualidad por investigadores, divulgadores, antropólogos y sociólogos, sin embargo, resulta complicado a través de la idiosincrasia occidental poder entender el sentido que éste tuvo durante siglos.
Hoy en día se entiende esta travesía como un renacimiento basado en la antigua cultura maya, por ello, año con año se lleva al cabo una travesía tal como la realizaron los antiguos mayas, saliendo de las costas de Xcaret con rumbo a Cozumel y regresando a Playa del Carmen.
El sincretismo de nuestra sociedad entiende ahora -sobre todo a quienes participan como canoeros a la vieja usanza- este peregrinaje como un reto de vida, una labor en equipo que se realiza con todo el dejo espiritual de los mayas, probando desde nuestro agnosticismo, tradición judeocristiana o cualesquiera que sea la creencia, que el hombre es capaz de cumplir un reto de la mano de otro y otros hombres (hombres en sentido genérico incluyendo evidentemente a las mujeres).
Resulta curioso y a la vez complejo entender como a un canoero que participa en estas travesías del siglo XXI les cambia la vida -o por lo menos la visión de la misma- luego de dos días con muchas horas de remo al hombro, una actividad que pareciera cotidiana como remar se convierte en una forma de entender la existencia, el origen y el fin de las cosas.
Mañana da inicio la Travesía Sagrada Maya 2013, los canoeros están listos para enfrentar un reto y cumplir con un peregrinaje. Para algunos personal, para otros religioso e incluso como parte de un pasado surcando la mar por el presente. Este año la partida es en Xel-Há. Ahí estaremos para ser testigos a través de la pluma y la lente de una conmemoración más de estas travesías, de una forma de celebrar nuestra herencia cultural con la convocatoria del grupo Xcaret que dirige Miguel Quintana, un hombre incansable cuando se trata de compartir lo que somos y de dónde venimos como nación.
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