¡Santas alianzas, Batman!
Francisco Rodríguez miércoles 20, Ene 2010Índice político
Francisco Rodríguez
DA TERNURA EL ver a César Nava, cual dirigente formal del PAN, anunciando que ya tiene autorización para consumar alianzas electorales con los partidos políticos de la muy peculiar izquierda mexicana. Una conexión desquiciada y hasta sospechosa entre organizaciones tan disímiles desde todo punto de vista -uno profundamente católico y otro radicalmente terrenal- suscita justificada preocupación porque introduce elementos de inestabilidad que podrían generar problemas de gobernabilidad que, a la postre, sólo serían sufridos por los ciudadanos.
Una vinculación electoral como la que pretenden establecer Nava y el solaztequista Jesús Ortega no solamente no cuenta con la aprobación de las escasas militancias blanquiazules y amarillas, sino que genera una gran certeza: es la suma de dos ceros. Y cero más cero es igual a cero.
Por ello, lo de la ternura. Por la tácita aceptación que ambas organizaciones partidarias muestran sin vergüenza alguna: su debilidad ante el Revolucionario Institucional, no obstante que el de Nava -de Felipe Calderón, en realidad- es supuestamente el partido en el poder, el que ha manejado durante los últimos nueve años los programas asistencialistas con sesgos electoreros. Y ni así…
El propio Vicente Fox Quesada ha considerado que su partido, Acción Nacional, andaría “arrastrando la cobija” y “se vería pésimo y totalmente sin gente” si se alía con el Partido de la Revolución Democrática (PRD). Y eso que el ex presidente no es muy perspicaz que digamos.
Toda proporción guardada por supuesto, una alianza así bien podría ser como aquella que en 1939 signaron el Estado nazi y otro bolchevique, mismo que dio lugar a uno de los capítulos más infames en la historia del movimiento comunista. Sus dirigentes, ciegamente leales a Moscú, respaldaron la alianza entre Hitler y Stalin.
Setenta y un años después de aquella “alianza contra natura”, en México se reedita una situación semejante, pues -dice la Carta de Política Mexicana que dirige Alfonso Zárate- “el PRI es el enemigo a vencer. Así lo señala, entre otras cosas, el saldo electoral de los últimos tres años, a los muy alentadores resultados del 2009, se podría agregar que de los más de 2 mil cargos de elección disputados durante el 2007 y 2008, el PRI obtuvo más de la mitad. A lo anterior debe agregarse que en 10 de los 15 estados donde habrán de celebrarse comicios en los próximos meses (Chihuahua, Durango, Hidalgo, Oaxaca, Puebla, Quintana Roo, Sinaloa, Tamaulipas, Veracruz y Yucatán) el PRI es gobierno, tiene mayoría en el Congreso y, en varios casos, es el partido con mayor número de alcaldías. Tampoco debe darse por descontado que, pese a los viejos usos del poder de los que se valen, de los excesos y críticas a su quehacer gubernamental, los ejecutivos estatales priístas siguen siendo los mejor calificados en términos de aprobación ciudadana. Será por todo lo anterior que, de arranque, el tricolor aparece como favorito…”
Y más adelante:
“La ‘alianza imposible’ entre Acción Nacional y el partido del sol azteca es factible para empezar, por la debilidad de ambos partidos en la mayoría de los frente electorales. Menos inconfesable, quizás, en algunos casos es el objetivo de ponerle fin a acabar con hegemonías políticas como la que colocó a Ulises Ruiz Ortiz, en el gobierno de Oaxaca, o impedir la herencia de gobiernos tan impresentable como el de Mario Marín en Puebla” o el de Miguel Ángel Osorio Chong, en Hidalgo.
Lo dicho: cero más cero, es igual a cero.
Por ello, es que da ternura ver a Nava, cual el Robin de Batman Calderón, gritando eufórico que ya tiene autorización para aliarse con sus opositores históricos.
¡Santas alianzas, Batman!
Índice Flamígero: Reapareció Enrique Jackson. Fue en Veracruz, durante el evento en el que el diputado federal Javier Duarte de Ochoa rindió su informe de actividades como legislador. El sinaloense se ve en forma y, se advierte, dará la pelea como coordinador de la campaña de quien será candidato del tricolor a la gubernatura del estado del golfo. + + + Por ahí mismo, un poquito más arriba, en Tamaulipas, Eugenio Hernández, mandamás político de la entidad, ya resiente el efecto boomerang de la campaña de desprestigio que ha lanzado en contra del ex alcalde de Reynosa Francisco Javier Cabeza de Vaca. No es por ahí, le dicen. Pero no hace caso. + + + Y en Hidalgo, los tradicionales cacicazgos estatales se lanzaron en contra de Xóchitl Gálvez con una campaña llena de bajezas. De suyo, la precandidata es mal hablada, pero… Lo único que consiguieron fue que los medios le abrieran espacios, sin costo alguno.