Por segunda vez desalojan a precaristas del Ajusco
Cd. de México miércoles 22, May 2013- Alrededor de 2 mil elementos policiacos fueron desplegados para retirarlos de la zona ecológica
Autoridades del Distrito Federal realizaron ayer un segundo desalojo de precaristas que invadieron la zona ecológica del cerro del Ajusco, quienes previamente ya habían sido removidos de la zona y volvieron a apoderarse del predio.
Alrededor de 2 mil elementos encabezados por autoridades de la Secretaría del Medio Ambiente llegaron al sitio ubicado en el kilómetro 8.5 de la carretera Panorámica, en San Andrés Totoltepec, delegación Tlalpan, para retirar a los invasores.
Los elementos lograron, de manera pacífica, desalojar a los habitantes más de 300 viviendas, sin que se registraran enfrentamientos. Alrededor de las 07:00 horas, más de mil 500 policías y 500 elementos de otras corporaciones, arribaron al predio
Aunque el pasado 14 de mayo, la SSP-DF y la Secretaría del Medio Ambiente realizaron un operativo de desalojo, las autoridades detectaron que algunos de los pobladores regresaron para habitar de nueva cuenta los asentamientos irregulares.
Por lo anterior fue necesario que la fuerza pública regresara al sitio para invitar a las familias a desalojar la zona.
Los habitantes del sitio comenzaron a rescatar parte de sus pertenencias como tinacos, ladrillos, láminas de diversos materiales así como objetos personales. Al sitio acudió la Secretaria de Medio Ambiente, Tanya Müller, así como funcionarios de la secretaría de Gobierno, de la Procuraduría Ambiental y de Ordenamiento Territorial (PAOT) así como de la Comisión de Recursos Naturales (Corena).
Igual que en el anterior operativo, las autoridades derribaron las casas que los sus habitantes construyeron en el último año y medio en la zona catalogada como área natural protegida. Tania Müller aseveró que durante el operativo no se hubo personas detenidas.
Entre los inmuebles que fueron destruidos se encuentra el de Enedelia Hernández, señalada por los colonos como líder vecinal.
La casa de Hernández era de tres niveles y al interior contaba con escaleras de mármol, además de ventanas con canceles de vidrio biselado, puertas de hierro y muebles de cedro.