Mario Silva García, el informador montado
¬ José Antonio López Sosa martes 21, May 2013Detrás del Poder
José Antonio López Sosa
Severo el escándalo que se desató en la República Bolivariana de Venezuela ante la conversación grabada y hecha pública entre Mario Silva García, comunicador al servicio del Estado venezolano y un alto mando cubano.
Mario Silva García se presenta a sí mismo como periodista, tiene desde hace años un programa de televisión denominado “La Hojilla”, transmitido por el canal estatal Venezolana de Televisión. En esta emisión Silva se encarga de insultar a quienes no comulgan con el ideario del chavismo, a ridiculizar y minimizar a opositores, ciudadanos, nacionales y extranjeros que cuestionen el socialismo bolivariano impuesto por el fallecido Hugo Chávez Frías.
Contrario a lo que el régimen venezolano ha defendido en materia de responsabilidad social en los medios de comunicación, Silva García insulta, discrimina, degrada y exhibe de forma grotesca en un canal de televisión que se supone, es de todos los venezolanos.
Basta con conocer las bases del periodismo para comprender que este individuo jamás ha hecho periodismo desde su espacio televisivo, más bien se trata de un programa propagandista al más puro estilo estaliniano de la vieja Unión Soviética.
Con este contexto, ayer en Venezuela se revelaron conversaciones en las que Mario Silva acusa de viva voz a Diosdado Cabello, presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela, de actos de corrupción con el régimen de control cambiario de divisas, así como de estar detrás de la campaña negra contra el propio Nicolás Maduro.
En largos minutos de conversación acepta el propio Silva haber sido censurado en su emisión por los poderes del Estado venezolano. Entre otras cosas su opinión desde el oficialismo es que las cosas están muy complicadas al interior, que el propio Cabello aspira a la dirección de Petróleos de Venezuela y después, a presidir la República, dejando fuera a Nicolás Maduro.
Ante ello, Silva García en su cuenta de twitter aseguró que se trató de un “bodrio”, un “montaje” y un acto del “sinoísmo” en su contra. Al cierre de esta columna aún no se transmite su programa “La Hojilla”, donde prometió dar respuesta a las grabaciones.
Sin hacer ejercicio alguno de adivinación y con la forma reaccionaria que el oficialismo en Venezuela actúa, podemos pensar que seguramente acusará a montaje su propia voz, quizás para proteger su trabajo al frente de la vocería televisiva, quizás porque le va su seguridad o la de sus hijos –como él mismo comentó en esa conversación—, sin embargo, lo increíble es que una verdad a todas luces no se acepte y, se insista en la desgastada teoría del complot.
Por más propagandista disfrazado de periodista que sea Mario Silva, ¿a quién le conviene mentir sobre su persona que no trasciende más allá de los fanáticos chavistas?
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