Un rincón del Caribe en los Estados Unidos
¬ José Antonio López Sosa miércoles 15, May 2013Detrás del Poder
José Antonio López Sosa
Nueva Orleans, Louisiana.- Al llegar a esta ciudad, una de las que más historias envuelve en sus calles y avenidas dentro de los Estados Unidos, pareciéramos transitar del presente al pasado franco-español que enmarcan el entorno.
Todo comenzó en el viejo barrio francés, en la parte central de Nueva Orleans, un trazo a la vieja usanza de las ciudades europeas con arquitectura española, casas y edificios con balcones y terrazas al estilo caribeño, de pronto manzanas enteras que nos recuerdan algunas partes de La Habana en Cuba o de Mérida en Yucatán.
La primera impresión que da Nueva Orleans en su parte histórica es la convivencia en las calles, como en las ciudades de origen latino, las personas -locales y turistas- conviven en las plazas, calles y avenidas, la vida es afuera, en la plaza pública, entre los balcones y bellos edificios llenos de helechos.
La influencia de los franceses desde la fundación de esta ciudad, la cesión de la misma a la corona española y la anexión a los Estados Unidos en el siglo XIX le dieron esta esencia distinta al resto de las urbes en este país.
Basta con salir a las calles, sentarse en algún café o tomar una mesa en algún balcón para ver pasar la vida, leer un buen libro o simplemente dejarse llevar por la brisa del río Mississippi que llena las calles del viejo barrio francés.
El centro financiero emerge como una zona vanguardista justo a un costado de la parte histórica, muy cerca también el noveno sector -uno de los más afectados hace casi 8 años por el huracán “Katrina”- luce con casas nuevas y modernas, con calles que tras la tragedia se convirtieron en atractivo para los visitantes y una nueva oportunidad de vida para quienes las habitan.
Es complicado definir a la ciudad de Nueva Orleans, su influencia africana la ha marcado en la música, la gastronomía y la forma de vivir. La diversidad no sólo racial sino cultural, tienen como consecuencia un rincón del Caribe fuera de él, un puerto que al cerrar los ojos lo pudiéramos pensar en alguna Antilla está aquí, en el delta del río Mississippi conectando en su ribera la parte norte del país con el Golfo de México.
Sin lugar a dudas, Nueva Orleans representa un lugar lleno de misticismo, de historias, de calles y callejones, de leyendas y sobre todo, de vida, de pasado y de presente.
EL DÍA DE LAS MADRES
Lamentablemente, el domingo pasado -como se dio a conocer por el mundo entero- sujetos abrieron fuego en esta ciudad en pleno desfile del Día de las Madres. Hubo 19 heridos, entre ellos menores de edad. El hecho ocurrió muy cerca del centro de Nueva Orleans y ello abre el debate en el gobierno de los Estados Unidos en torno a la enmienda que permite la posesión de armas.
La ciudad vive un duelo y está expuesta al estereotipo, tal como ocurre en las ciudades mexicanas cuando algún hecho de violencia empaña el trabajo de millones de ciudadanos. Una lamentable realidad que no corresponde a la generalidad.
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