César Nava, un calderonista al filo del abismo
Roberto Vizcaíno miércoles 15, May 2013Tras la puerta del poder
Roberto Vizcaíno
- Es el primer panista de alto nivel sometido a un proceso penal
- El presidente Enrique Peña Nieto adelantó su juego que podría repercutir en el Pacto por México
- Hoy el ex dirigente no es defendido ni siquiera por sus ex compañeros de partido
A diferencia de los ex presidentes panistas Fox y Calderón que hacían correr el rumor previa cada elección de que un priísta renombrado iba a ser detenido y encarcelado, el presidente Enrique Peña Nieto dio ayer un paso definitivo para meter en prisión a César Nava, un calderonista del primer círculo del presidente anterior y dirigente nacional del PAN.
En ese mismo banquillo están hasta hoy el empresario Jaime Camil Garza, el cónsul de México en Toronto, Canadá, Jaime Williards Andrade, quien era subsecretario de Energía; y los ex altos funcionarios de Pemex, Luis Enrique Bouchot, Eduardo Vergara Carbrera y Máximo Téllez Rosas, así como un senador panista no identificado al momento.
Otros muchos que colaboraban en las empresas Siemens y SK Enginering y que participaron en un enorme fraude y trama de corrupción, o ya están en la cárcel o pronto lo estarán.
Entre todos ellos el más sobresaliente por su posición política, partidaria y de poder es sin embargo el michoacano César Nava Vázquez, hoy con 38 años de edad.
Según trascendió en notas periodísticas no desmentidas, Pemex dirigida ahora por el igualmente joven Emilio Lozoya Austin, denunció hace 7 días a Nava y otros en la Corte del Distrito Sur de de Nueva York con el cargo central de conspiración criminal junto a las empresas Siemens (de Alemania) y SK Engieneering que se habrían unido para defraudar a la paraestatal mexicana aprovechando las obras de reconfiguración de la Refinería de Cadereyta.
Nava, quien fue director jurídico de Pemex de 2001 a 2003, habría ordenado a Lucía Munive, quien viajó de México a Seúl, Corea del Sur para hacer efectivos esos documentos, no cobrar cartas de crédito por 102.8 millones de dólares con lo cual intervino en la trama criminal.
De acuerdo a la demanda, las empresas Siemens y SK Engineering obtuvieron 182.4 millones de dólares mediante siete facturas fraudulentas cobradas entre agosto de 2000 y enero de 2002, como parte de una conspiración criminal para inflar los costos de la reconfiguración de la refinería de Cadereyta.
En esta trama intervino luego el empresario Jaime Camil Garza, quien habría recibido 2.6 millones de dólares en 2004 que luego fueron transferidos por él a un alto funcionario de Pemex, como parte de la trama de corrupción.
A su vez los entonces altos funcionarios Eduardo Vergara Cabrera y Máximo Téllez Rosas –inhabilitados 20 años para el servicio público–, fueron quienes autorizaron y tramitaron el pago de las 7 facturas fraudulentas.
Otros dos, Juan Mauricio Toussaint Ribot, actual cónsul de México en Toronto, Canadá, y entonces subsecretario de Energía, y Jaime Willars Andrade, ex director de Pemex Refinación, junto con Vergara y Téllez integraba el Comité Técnico Especializado de la paraestatal, que fue el organismo utilizado para intentar legitimar la trama corrupta y fraudulenta.
Ese Comité fue el que ignoró la recomendación del Centro de Investigación en Ciencia Aplicada y Tecnología Avanzada del IPN de rechazar los reclamos por sobrecostos presentados por Conproca (integrado por Siemens AG y la coreana SK Engineering), y firmó tres convenios con el consorcio para extender el plazo de las obras y pagar las deudas, mismos que no fueron sometidos al Consejo de Administración de Pemex Refinación.
De acuerdo a la demanda presentada ahora, los siete pagos fraudulentos fueron hechos a través de las cuentas en The Bank of New York del Pemex Project Funding Master Trust, una filial internacional de la paraestatal mexicana que se usa para financiar los Pidiregas, y depositados en la cuenta de Conproca en Citibank Nueva York.
Por eso la denuncia se asentó en una Corte de la ciudad de Nueva York.
Gran parte de toda esta trama la relató a la PGR que encabeza el hidalguense Jesús Murillo Karam, el ex director jurídico de Siemens en México, Peter Paul Muller, quien durante la semana pasada habló con fiscales mexicanos y explicó cómo la multinacional alemana sobornó a personal de Pemex para cubrir sobrecostos en la refinería de Cadereyta.
“En su testimonio, Muller confirmó que Siemens pagó sobornos a funcionarios de Pemex involucrados en los sobrecostos en Cadereyta. También explicó que el contrato entre Jaime Camil Garza y Siemens fue una simulación diseñada para evitar sospechas sobre las cantidades exorbitantes que Siemens le estaba pagando por servicios de consultoría.
“Según Muller, los 2.6 millones de dólares que Siemens le pagó a Camil en 2004 fueron para funcionarios de Pemex, y Muller reveló que uno de esos funcionarios era senador en México”.
La demanda narra que Muller intentó llegar a un acuerdo con la nueva dirección de Pemex a principios de 2013 y para ello usó los servicios del abogado Luis Rubén Esparza quien tramitó un encuentro.
Como resultado de ese encuentro, el 17 de enero Muller declaró ante un notario público que él vio los recibos por 2.6 millones de dólares presentados por Camil, cuyo pago fue autorizado por el entonces director financiero de Siemens, José Querubín, quien habría informado a Muller que el dinero en realidad fue a dar a manos de un alto funcionario de Pemex.
Los directivos de Pemex intentaron que Muller les diera más información, pero Esparza les exigió por ello un pago de 1.3 millones de dólares a lo que los directivos de la paraestatal respondieron con una demanda por la cual el abogado fue arrestado el 16 de abril pasado acusado por el delito de extorsión.
Después de ese hecho, la PGR citó a declarar a Muller, quien no se presentó a una primera cita el 30 de abril, pero sí acudió al llamado del 6 de mayo.
En su nueva declaración, el ex ejecutivo de Siemens en México reveló que otro testigo con conocimiento de los hechos es Viktor Warketin, ex director adjunto de Conproca, el consorcio integrado por Siemens y SK Engineering.
Con las cosas así, César Nava, asesor electoral del PAN en este momento, comienza a vivir un proceso del cual al parecer no tiene escapatoria.
Y es sin duda el dirigente más alto de Acción Nacional que se enfrenta a un proceso criminal.
Nava fue el antecesor de Gustavo Madero al Frente de Acción Nacional, cargo al que llegó al sustituir al también michoacano Germán Martínez, otro de los llamados “hijos” políticos de Felipe Calderón.
Su último cargo fue el de diputado federal, que lo llevó a estar al lado de la ex candidata presidencial panista Josefina Vázque Mota, entonces coordinadora de la fracción blanquiazul en San Lázaro.
Egresado como abogado de la Universidad Panamericana, donde también estudió el ahora presidente Enrique Peña Nieto, César Nava siempre fue perseguido por el escándalo debido a su presumible pasado corrupto.
Así al menos lo señala la periodista Ana Lilia Pérez, ahora refugiada en Alemania debido a supuestas amenazas del diputado veracruzano Juan Bueno Torio, quien en la legislatura pasada fue senador. Ella es la autora del libro Camisas azules, Manos negras: el saqueo de Pemex desde Los Pinos en donde se narra parte de esta trama que ahora es denunciada formalmente por la nueva directiva de Pemex ante la corte de Nueva York.
Nava fue, además de director jurídico de Pemex, secretario particular del entonces presidente Felipe Calderón y centro del escándalo hace un par de años por haber comprado un departamento en Polanco a su novia la actriz Patricia Sirvent, a quien se le conoce como “Paty-lú”, de unos 335 metros cuadrados y que dijo le costó unos 15 millones de pesos pero vecinos dicen que al menos cuesta el doble.
Enterado de esta denuncia, el presidente actual del PAN –y sucesor de Nava en ese cargo–, el chihuahuense Gustavo Madero se abstuvo de defenderlo y pidió esperar a que se abra el proceso y se sepan con exactitud los cargos que se le imputan a Nava.
De entrada sin embargo dijo que él veía cosas muy extrañas en esta denuncia y que bien podría ser una argucia del PRI debido al proceso electoral de julio en 14 estados del país.
“En la denuncia, por los expedientes, hay cosas muy extrañas, como que no coinciden las fechas, cuando se dice del supuesto delito (de César Nava) ya no era funcionario de la paraestatal, no hay consistencia con las fechas”, comentó.
Y luego denunció que todo lo que se conoce sobre este caso es producto de “ filtraciones de un medio nacional y no amerita todavía un pronunciamiento”.
Dijo que se le hace extraño que sólo lo haya mencionado Televisa y el diario Reforma.
Pero el golpe está dado.
Por todos es conocido que en las administraciones panista, la corrupción manchó la imagen de funcionarios que de una manera no habían sido denunciados por encubrimiento. En este caso, la cloaca pude llegar hasta niveles que nunca se habían tocado. Señor Presidente, no retroceda en Favor de México y usted se ganará la gloria política en nuestra histia mexicana