El lavado
¬ Juan Manuel Magaña lunes 13, May 2013Política Spot
Juan Manuel Magaña
En los últimos años han surgido cifras distintas sobre el lavado de dinero de la droga en México en un rango que va de los 10 mil millones de dólares a los 40 mil millones.
La primera la aceptó Felipe Calderón y la segunda la fijó el gobierno de Estados Unidos, pero generalmente se ha hablado de unos 30 mil millones de dólares desde hace ya mucho tiempo.
La cifra baja reflejó la intención en el sexenio pasado de minimizar un problema que nunca fue atacado mientras se mantuvo la estupidez de decir que había una guerra contra los poderosos cárteles de la droga sin tocarles el bolsillo.
La cifra de dos dígitos en miles de millones de dólares nos da una idea del inmenso tamaño del negocio de la droga. Es muy similar al del ingreso de divisas por el petróleo o al las de remesas que envían cada año nuestros paisanos desde EU.
Según la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, durante el primer trimestre de este año se procesaron 2.8 millones de operaciones consideradas sospechosas en el sistema financiero, cuyos montos y orígenes cubrían los parámetros establecidos por la ley para ser reportadas a las autoridades.
No obstante, del total de operaciones identificadas sólo seis fueron etiquetadas bajo el rubro de operaciones preocupantes —que por sus características pudieran contravenir o vulnerar la aplicación de las normas en materia de lavado de dinero—, y el procesamiento del total de estas transacciones por parte de la Unidad de Inteligencia Financiera derivó en apenas 11 denuncias ante las autoridades judiciales.
La enorme disparidad entre una y otra cifra hace suponer que algo no se está haciendo para detectar el enorme lavado de recursos dentro del sistema financiero, razón por la cual los cárteles de la droga gozan de cabal salud.
Las sumas de dinero son tan grandes que no podrían ser lavadas únicamente mediante empresas fachada ni su entrada al sistema financiero podría darse a través de depósitos hormiga inferiores a los 500 dólares, que es el monto máximo para que una transacción en esa divisa no sea reportada a las autoridades financieras. Según leí, esto último implicaría que las organizaciones delictivas realizaran entre 5 mil y 20 mil operaciones diarias en las ventanillas de las sucursales bancarias.
Apenas el año pasado supimos de cómo los recursos provenientes del narcotráfico entran y salen del país mediante grandes transacciones bancarias, cambiarias y bursátiles a través del sistema financiero, como fue el caso de la filial mexicana de HSBC entre 2007 y 2008.
Estamos en el volver a empezar de un sexenio y ese ínfimo número de denuncias por operaciones sospechosas en el sistema financiero hace esperar el anuncio de medidas importantes que corrijan esa omisión totalmente deliberada del calderonismo.
En realidad, de ese anuncio dependerá en buena parte la credibilidad gubernamental en el futuro de combatir y debilitar las estructuras delictivas que operan en el país.