Para-Estado
¬ Juan Manuel Magaña viernes 10, May 2013Política Spot
Juan Manuel Magaña
La frase del general salió contundente:
“Habría que llamar a las cosas por su nombre.
En el caso mexicano lo que diría, y me parece pertinente hacerlo en este foro, es que un Estado que no asegure el monopolio de la aplicación de la justicia y no asegure el monopolio legítimo de su fuerza es un Estado que da origen a un para-Estado”.
Decir las cosas por su nombre… Cuántas cosas no tenemos que empezar ya a renombrar.
Cuántas reflexiones no hay que hacerse a partir de la crudeza del general colombiano Óscar Naranjo Trujillo, asesor externo del presidente Enrique Peña Nieto en materia de seguridad.
Alguien desde afuera aprecia con claridad en lo que se está convirtiendo nuestro otrora poderoso Estado mexicano: un para-Estado.
Hasta allá ha llegado la demolición de 30 años de ese Estado, ahora que en diversos lugares del país ha dejado de asegurar el monopolio de la justicia y el uso legítimo de la fuerza pública.
Curioso que en el país de los monopolios – televisión, panificación, telefonía, energía, banca – su Estado pierda el de la fuerza, que a veces quiera soltar el de la energía y que apenas pueda recuperar el de la educación.
El general Naranjo participó en el quinto Foro Nacional sobre Seguridad y Justicia, realizado en la capital del país, en el que hizo este planteamiento: “Lo voy a decir con mucho respeto, espero la comprensión de los ciudadanos en México: cuando a una autodefensa se le empieza a llamar policía se produce una distorsión que, lejos de invocar el deber ser, destruye el deber ser y es imaginario.
“Por tanto, lo primero que hay que hacer para no incurrir en fallas o equivocaciones al debido proceso es que el Estado se asegure que es el único que aplica justicia y ejerce el monopolio de la fuerza”, sostuvo.
Lo que dice el general es muy fuerte y me atrevo a decirlo en estos términos: Estado que no cumple con la seguridad no es Estado.
Y luego me pregunto: ¿hacia allá vamos? ¿Íbamos? ¿Hemos llegado? ¿Cómo se le llama por su nombre a esta situación tan palpable en muchos lugares del país?
Esa es la película que hemos estado viendo en los últimos cuatro o cinco sexenios, pero con un acento brutal en los dos sexenios de Vicente Fox y, todavía más, en el de Felipe Calderón, cuando del Estado mexicano se dijo que era (¿será?) un Estado fallido.