Barack Obama
¬ Augusto Corro viernes 3, May 2013Punto por punto
Augusto Corro
Claro que la visita de Barack Obama tiene muchas aristas para analizar, sin embargo, una sobresale: el narco. México padece los resultados de una guerra propiciada por el gobierno de Calderón que generó más de 80 mil muertos y aún no termina.
El michoacano se embarcó en un enfrentamiento contra la delincuencia organizada sin tomar en cuenta la debilidad del Estado. Las consecuencias están a la vista: miles de muertos, desaparecidos y el tejido social hecho trizas. Esas condiciones desastrosas fueron heredadas al nuevo gobierno, que lucha por superarlas. La guerra improvisada de Calderón tuvo errores extraños, como el de no asegurarse que los Estados Unidos se comprometieran a brindar un mayor esfuerzo en la guerra.
Mientras en México se ha librado una lucha cruenta, en Estados Unidos el consumo de estupefacientes no ha disminuido. Al contrario, en aquél país el uso de drogas ilegales se incrementa constantemente.
¿De qué ha servido el sacrificio mexicano, si al gobierno estadounidense no le interesa cerrar el paso a las drogas?
En México, los estados más propensos a la violencia son aquellos que se encuentran más cercanos a la frontera norte, porque los delincuentes saben que desde esos lugares el acceso de los estupefacientes a Estados Unidos no representa mayores problemas. ¿Qué hacer cuando aquí en México las autoridades están empeñadas en el combate a las drogas y la respuesta del vecino país es casi nula? Otro de los errores del calderonato fue no tomar las medidas adecuadas para combatir el lavado de dinero.
Cada año, en la revista Forbes aparece el nombre de “El Chapo” Guzmán como uno de los hombres más ricos del mundo.
¿Cómo se puede acumular esa fortuna sin que las autoridades de ningún país se interese a investigar cómo se manejan esos hilos del lavado de dinero? ¿Cuál es el camino de esas cantidades fabulosas de dinero?
Luego sigue el tema del contrabando de armas que para EU representa un negocio redondo.
Son millones de dólares los que ingresan al vecino país por la venta de armas de alto poder que ingresan de contrabando a nuestro país.
De lo anterior se deduce que la libertad que se tiene en los EU para proveerse de rifles solo sirve para incrementar el contrabando de armas que llegan directamente a los cárteles de la droga.
Sobre el consumo legal de las drogas, en el vecino país la reglamentación va muy avanzada. Cada vez son más los estados de la Unión Americana en los que se autoriza el consumo de la mariguana. Es decir, ya no se masacran entre delincuentes por el trasiego, ni la venta de drogas.
En México, la condición de proveedores naturales propició la guerra interminable contra la delincuencia organizada: si hay un mercado consumidor exigente, sobran los comerciantes para colocar los productos, en este caso la coca, el opio y la mariguana.
Ya se conocerá a fondo los acuerdos de México-EU en la lucha binacional contra las drogas, en la que el segundo siempre lleva las de ganar. Habrá que esperar en qué condiciones se desarrollará el enfrentamiento contra la delincuencia organizada que hasta la fecha nuestro país ha llevado todas la de perder.
OTRO PERIODISTA DESAPARECIDO
A la hora de redactar estas líneas, se anunciaba la desaparición del periodista Gerardo José Padilla Blanquet, director de la estación Radio Grande de Coahuila. Los hechos se registraron la tarde del martes en Saltillo, una ciudad que en los últimos días ha vivido un incremento en la violencia. Las autoridades locales iniciaron las investigaciones del caso. El 24 de abril fue asesinado el reportero gráfico del periódico Vanguardia, Daniel Alejandro Martínez Bazaldúa, de 22 años.
En Torreón, como en otros lugares de México, las agresiones contra los periodistas es algo cotidiano.
Feliz fin de semana.