Simples venganzas
Ramón Zurita Sahagún miércoles 1, May 2013De frente y de perfil
Ramón Zurita Sahagún
Usar la justicia como medio expedito para cobrar afrentas políticas o personales, se convirtió en una constante durante la pasada administración.
Como antaño, la persecución, con las armas proporcionadas por el poder, se transformó en eficaz instrumento para acosar a los adversarios, asustarlos, encarcelarlos y hacer escarnio de ellos.
Las acusaciones, débiles siempre, sustentadas por testigos protegidos, testigos de oídas o denuncias anónimas, permitían, mínimo, el arraigo de los adversarios o enemigos de quienes detentaban el poder u osaban criticarlos o desenmascarar sus estrategias.
Fue una constante, definida por una misma estrategia, destruir al adversario, ante la propia ineficacia gubernamental para erradicar la violencia o a los grupos delincuenciales. Desde dos ángulos se trabajó con esa misma táctica, la Secretaría de Seguridad Pública federal y las dependencias castrenses (Ejército y Marina).
Unas y otras dependencias se alternaban la atención de los medios, exhibiendo a los personajes que los altos jefes consideraban enemigos, adversarios o rivales.
Algunos conseguían salir en libertad, con las reservas de ley, otros sufrían el escarnio público, mientras que otros más se encuentran todavía recluidos, sin que en ninguno de los casos se escuchara ni de los juzgadores y mucho menos de los acusadores una disculpa por el error. Casos hay en abundancia, pero nos referiremos a solamente dos que, además, por ser recientes, se encuentran frescos en la memoria. Noé Ramírez Mandujano, ex director de la SIEDO y Tomás Ángeles Dauahare. Uno civil y el otro militar.
Los dos fueron objeto de escarnio público, mostrados ante los medios de comunicación y exhibidos públicamente como malos servidores públicos que se prestaron a los intereses de la delincuencia organizada, traicionando la confianza en ellos depositada.
Ambos personajes fueron enviados a prisión, uno por cuatro años, el otro por menos de un año y sometidos a juicio, bajo acusaciones diversas, pero relacionadas con delitos contra la salud y vinculación a los grupos delincuenciales.
Sus acusadores fueron delincuentes que recibirían canonjías con tal de sostener las denuncias que se les formularon a ambos personajes. Hoy, los dos ex servidores públicos se encuentran libres y se ratifica que, cuando menos en el caso del militar, sus acusaciones endebles, fueron producto de rencillas internas y venganzas por parte de una autoridad superior.
Cuitláhuac Salinas, director de la SIEDO, reveló que el caso Tomás Ángeles fue manejado por militares, los que llevaron al cabo la investigación y detención del divisionario.
Desde siempre se filtró esa versión de que en el caso del militar en retiro se trataba de una lucha por el poder dentro del grupo castrense, donde además se manifestaba el enfrentamiento siempre abierto entre el general secretario y el que fuese su subsecretario.
Las versiones se fundamentaban en varios temas, los más de ellos la personal aversión que sentían uno del otro y la difusión de supuestas informaciones sobre la salud del entonces secretario y su vida personal. El retiro como militar en activo de Ángeles se creyó sería la medicina adecuada para ello, pero las diferencias no se estacionaron ahí. La eventual cercanía del divisionario retirado con el candidato presidencial mejor posicionado fue un aviso de que la situación se podría complicar en la sucesión de los mandos militares y, en consecuencia, se actuó contra el militar retirado.
Casos como el del divisionario Tomás Ángeles, el de Noé Ramírez y otros más, deben ser llevados hasta sus últimas consecuencias, investigar a fondo, castigar a los responsables y evitar que se repitan, ya que son el claro ejemplo de la impunidad y el abuso del poder con el que se actúa desde las altas esferas de gobierno, para sancionar a quienes no encajan en su esquema o con quienes se tienen rencillas personales.
Sin importar el tamaño del o de los personajes que ordenaron los procedimientos en contra de estos y otros ciudadanos, se deben aplicar castigos para frenar los abusos en materia de justicia.
PAN SE MANTIENE EN EL PACTO
Finalmente, el PAN condicionó su permanencia en el Pacto por México a que se aplique castigo en contra de los servidores públicos responsables de usar los programas sociales con fines electorales.Durante una reunión de la Comisión Política de este partido se acordó exigir castigo para los 57 personajes involucrados en las grabaciones presentadas por el partido blanquiazul.
La voluntad se debe presentar en los hechos y es con la aplicación de la ley, mediante el castigo a los responsables, como se debe actuar, coincidieron los dirigentes de Acción Nacional, los que se mantendrán ausentes de los actos del Pacto, hasta que se cumpla esta situación.
PRESEA A JACOBO
La medalla al mérito cívico Eduardo Neri y legisladores de 1913 que otorga anualmente la Cámara de Diputados fue entregada al periodista Jacobo Zabludovsky, como reconocimiento a su trayectoria. Fue el último evento del II período ordinario de sesiones del primer año de labores de la LXII legislatura, la que se clausuró más tarde, con sesión de Congreso general. Con un discurso emotivo, el periodista agradeció la distinción. Jacobo Zabludovsky realizó un recorrido por diferentes etapas de su vida y los 70 años de vida periodística, en que agradeció a México por todo lo recibido, desde el arribo de sus padres, la educación recibida y las oportunidades brindadas. Por cierto, que el período de sesiones recién concluido es uno de los más productivos de los tiempos recientes, ya que se consiguió la aprobación de diversas leyes, algunas de ellas consideradas difíciles para su aprobación. Destaca la de Telecomunicaciones y la reforma al Seguro Social, aunque quedaron otras pendientes de discutir y votar.