Profeco y los mezcales
¬ José Antonio López Sosa lunes 29, Abr 2013Detrás del Poder
José Antonio López Sosa
Ante el escándalo desatado tras el intento por clausurar el restaurante “Máximo Bistrot” en la colonia Roma, luego que Andrea Benítez -hija del titular de Profeco Humberto Benítez Treviño- llegara sin reservación, no fuese atendida y amenazara con enviar a inspectores del trabajo de su padre, uno de los motivos por los que pretendían clausurar era el tipo de mezcal que ahí venden.
Gabriela López -dueña del restaurante-relató: “Me querían clausurar el establecimiento con el argumento de que el mezcal sólo puede tener una especie de agave, que es el espadín, y como yo en mi carta tengo mezcales de otro tipo de agaves, me dijeron que no puedo estar haciendo eso y que por eso me iban a clausurar”.
Me parece que el procurador federal del Consumidor, Humberto Benítez, así como sus inspectores, debieran tener un acercamiento al Consejo Mexicano Regulador de la Calidad del Mezcal (COMERCAM), para saber qué está y no permitido en el amplio mundo de los destilados de agave, además, revisar con detenimiento la Ley de Establecimientos Mercantiles (y su reglamento) en el Distrito Federal, pues en ella no se instruye vender algún tipo de mezcal de agave específico.
Quizá sea complejo de entender para el procurador y su equipo, sin embargo, ofrecemos esta columna para dar un panorama general de los tipos de mezcal y destilados de acuerdo al agave del que provienen.
El “espadín” (agave angustifolia) es en efecto el más común en los mezcales, principalmente se usa en Oaxaca y los estados del centro del país; en Sonora se le llama bacanora y no mezcal, pero es del mismo agave. Quizá es el único que conocían los inspectores y de ahí el hecho que la ignorancia haya ido por delante de sus facultades.
Otros tipos de mezcal pueden elaborarse con “tobalá” (agave potatorum), “tobasiche” y “madrecuixe” (agave karwinskii), “tepeztate” (agave marmorata), “mexicano” (agave rhodacantha), “arroqueño” (agave americana) que se usan en el estado de Oaxaca.
Existen también el “pulquero” (agave salmeana) en las zona de Guanajuato y San Luis Potosí; el “papalote” (agave cupreata) en el estado de Guerrero; la “lechuguilla” (agave lophanta) en Tamaulipas; el “cenizo” (agave durangensis) en Durango; el “tecolote” (agave maximiliana), la “raicilla” (agave inaequidens y agave maximiliana) en Jalisco; el “sotol” (agave dasylirion wheeleri) en Chihuahua y por supuesto, el “tequila” (agave tequilana weber, también llamado agave azul) que para efectos prácticos es una variedad de mezcal sólo que con una regulación propia y una denominación de origen específica.
Estas son sólo algunas de las variedades de mezcal que existen en el país, las autoridades hacendarias, Comercam y el Consejo Regulador del Tequila coadyuvan para hacer revisiones y expedir las autorizaciones para que mezcales y tequilas puedan ser distribuidos para su consumo.
Es una verdadera lástima que una autoridad como la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) tenga entre sus filas a inspectores que desconocen su materia de trabajo.
Finalmente, tras el incidente de “Máximo Bistrot”, la amenaza de Andrea Benítez (con el argumento de ser hija del procurador) y el intento de clausura a manos de personal del Profeco, si el gobierno de la República pretende conservar la imagen de un “nuevo PRI” (pues es el PRI el partido que gobierna, a través del Ejecutivo federal), Humberto Benítez Treviño, procurador federal del Consumidor, debiera ser llamadoa cuentas. La decisión está en el Presidente de la República.
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