Alcaldes desprotegidos
¬ Augusto Corro martes 23, Abr 2013Punto por punto
Augusto Corro
José Garrido Rocha fue asesinado al oponerse a un asalto en su domicilio. Se desempeñaba como presidente municipal de San Salvador El Verde, en Puebla.
Con la muerte de Garrido Rocha son más de 30 los alcaldes victimados en diferentes partes del país.
En otra ocasión hablamos de los ediles que se encuentran en condición de vulnerabilidad total. Es decir, sin la protección adecuada que les permite ejercer, sin ser agredidos, su cargo político. Sin embargo, de acuerdo con la información obtenida en los últimos años, cada mes ha sido asesinado un presidente municipal.
La guerra contra la delincuencia organizada propició que los sectores más débiles sufrieran las consecuencias de la violencia.
Los munícipes son los más indefensos en la cadena de gobierno, pues no han contado con los elementos suficientes (hombres, armas y recursos económicos) para enfrentar a los enemigos de la sociedad.
Cuando no se trata de pugnas políticas, los ediles se ven involucrados en los proyectos de los cárteles de la droga que podría ser lo más común.
LOS ANTECEDENTES
Desde el inicio de la lucha contra la delincuencia organizada, Calderón no contó con un proyecto que le permitiera levantarse como triunfador.
No quiso o no pudo organizar una guerra integral que le permitiera proteger a amplios sectores de la población.
En los más de 60 mil muertos en la guerra fallida se encuentran civiles, militares, políticos víctimas del infortunio.
Y los ediles no estaban capacitados para un enfrentamiento bélico de grandes dimensiones. Han hecho lo que han podido para salir lo mejor librados en una lucha, para ellos, desigual. Veamos: ¿qué puede hacer un presidente municipal cuando es presionado por un cártel de la droga? Es amenazado de muerte él o su familia.
¿Qué hacer?
Pues echarle valor al asunto y enfrentar a los delincuentes que no se limitan en sus agresiones.
O aceptan los sobornos o pagan el piso o los alcaldes son asesinados. O prestan oídos sordos y ojos que no ven, o también son ultimados.
A todo lo anterior debe sumarse que sus propios policías municipales, en muchos de los casos, se encuentran al servicio de la delincuencia organizada.
Además, ya se sabe que la policía municipal no tiene la preparación suficiente, adecuada, para responder a las exigencias de seguridad que le plantea una sociedad sometida a la violencia constantemente.
La misma preparación de los representantes de la ley no ha permitido crear una policía capaz de cumplir con las mínimas exigencias de su trabajo.
En los últimos años miles de policías han sido dados de baja o consignados ante las autoridades correspondientes por nexos con la delincuencia.
En ese sentido, ¿qué protección podría esperar un alcalde de su fuerza de seguridad?
Los presidentes municipales asesinados han pertenecido a los diferentes partidos políticos. Por ejemplo, del PRI han perdido la vida 16 ediles; el PAN, 7; PRD, 4; y PVEM y la coalición PT-Convergencia, con 1. Dos priístas fueron secuestrados y se encuentran desaparecidos.
En algunas entidades las agresiones contra los alcaldes obedece a la presencia del narco, en otros a las pugnas políticas locales. Los estados donde se registran altos riesgos para los presidentes municipales son: Durango, Chihuahua, Michoacán, Oaxaca, Nuevo León, Guerrero, Coahuila, Morelos, Zacatecas, Estado de México, Tamaulipas, San Luis Potosí, Veracruz y Tabasco. Algo tendrán que hacer los alcaldes para proteger su integridad física en un mundo cada vez más violento. Para empezar los munícipes panistas, los que militan en la Asociación Nacional de Alcaldes (Anac), optaron por contratar un seguro de vida.