La necesidad de un enemigo a toda costa
¬ José Antonio López Sosa jueves 18, Abr 2013Detrás del Poder
José Antonio López Sosa
Los regímenes que tienden al autoritarismo tienen la necesidad de respaldar sus decisiones en defensa de algún enemigo, dentro o fuera de la nación.
El chavismo en Venezuela ha recurrido históricamente a esos enemigos dentro y fuera del país, el enemigo favorito son los Estados Unidos de América, cosa compleja porque en efecto, los Estados Unidos sí actúan como enemigos en muchas naciones del mundo, particularmente en el medio oriente. No hay certeza si en esta elección el gobierno de Washington esté detrás del candidato Capriles, asegurarlo sin pruebas es muy irresponsable, ahora que si estas existen han tardado en exhibirlas.
En enemigo legitima el uso de la fuerza, las medidas autoritarias y fomenta una unidad electoral y política en pro de un fin común: la defensa frente al enemigo.
Cuando no hay un enemigo fuera, hay que buscarlo adentro, cuando no se halla por ningún lugar hay que inventarlo. Si no hay un enemigo la razón de ser del régimen se termina, si no hay una “batalla” o un “enemigo a vencer” la razón de la existencia misma se pone en duda, la legitimidad tiembla y el régimen se cuestiona.
En México tenemos un ejemplo claro, en el año 2005 el enemigo para sostener al régimen panista era Andrés Manuel López Obrador y su modelo, el gobierno del presidente Fox, el Consejo Coordinador Empresarial y ciertos grupos de poder se organizaron para señalar como un peligro para México a López Obrador, candidato de la izquierda. El mensaje permeó tanto así que hay gente que sigue creyéndolo al día de hoy.
En 2006 hubo incluso colegas periodistas (más bien, políticos hechos periodistas) que con una irresponsabilidad plena acusaron al gobierno de Chávez de financiar a López Obrador, así se creó la imagen de un enemigo interno.
En Venezuela ahora mismo, algunos periodistas afines al régimen creen y sostienen que el candidato Capriles (de la derecha) es financiado por los Estados Unidos. El presidente Maduro lo señala como enemigo de la revolución y desde el domingo pasado es oficialmente el enemigo del pueblo venezolano según el régimen en turno.
Con la misma impunidad políticos y uno que otro colega han mentido en México y ahora en Venezuela para sostener un régimen autoritario. En México uno que duró seis años y dejó decenas de miles de muertos bajo el yugo de Felipe Calderón. En Venezuela uno que parece ser interminable y que busca cada vez más y más poder, al extremo de prohibir la libre manifestación en las calles, cosa imposible de suceder en un régimen que se denomine demócrata.
Así pues, los enemigos –insisto—falsos y verdaderos son necesarios para sostener regímenes de mano dura. ¿Cuál será el siguiente enemigo para el gobierno de Nicolás Maduro en Venezuela?
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