Elías Azar demanda no criticar a jueces
* Especiales, Cd. de México miércoles 17, Abr 2013- El magistrado presidente del TSJDF señala que no es fácil tomar una decisión cuando las pruebas no son claras

El magistrado presidente del Tribunal Superior de Justicia de DF, Edgar Elías Azar, y el ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, José Ramón Cossío Díaz, participaron en el seminario La prueba y la argumentación de los hechos, efectuado en el Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM. (Foto: Alfonso Mora Díaz)
El presidente del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal (TSJDF), magistrado Edgar Elías Azar, pidió a los que critican la sentencia de un juez colocarse, primero, en su situación, ya que muchas veces se tienen que tomar decisiones con pruebas poco claras.
Al dictar una conferencia en el marco del seminario La prueba y la argumentación de los hechos, organizado por el Instituto de Investigaciones Jurídicas (IIJ) de la Universidad Nacional Autónoma de México, destacó que es política del TSJDF avanzar hacia un modelo de sentencias menos farragosas, y con argumentos más sólidos y coloquiales.
“La exigencia legal de la exhaustividad en las sentencias no puede entenderse cumplida con una argumentación profusa. No se trata de patrocinar argumentaciones extensas, prolijas, farragosas e interminables, como suele suceder en las sentencias judiciales, lamentablemente”, precisó.
Con la presencia de la comunidad del IIJ y del ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, José Ramón Cossío, Elías Azar también se refirió a los esfuerzos para lograr una justicia más accesible a la sociedad y comentó acerca del tema de oralidad.
Precisó que en la sede de Fray Servando 32 ya se dictan sentencias en esta modalidad en 20 salas de juicio oral en materia civil-mercantil.
También dijo que el TSJDF está listo para entrar a la oralidad en la rama familiar, con jueces y personal ya capacitado, pero que se requiere de un gasto mayúsculo para el gobierno de la ciudad, que ronda en los 200 millones de pesos para transformar los actuales juzgados en salas especializadas.