¿Justicia?
Ramón Zurita Sahagún miércoles 17, Abr 2013De frente y de perfil
Ramón Zurita Sahagún
Hace muchos años (1962), Antonio Espino (Clavillazo), protagonizó la película “El Cara Parchada”, donde era encarcelado injustamente por cuatro años y liberado cuando se descubrió al culpable del delito que se le imputaba.
Dejaba en claro las equivocaciones en que incurre la justicia y la ligereza con que actúan los jueces. La moraleja de la cinta en cuestión, que es una comedia, es que los cuatro años de cárcel se compensaban al inocente con la comisión de delitos de similar condena, por los que ya no tenía que purgar condena alguna.
Esta historia viene a cuento por lo que está sucediendo en materia de justicia en México, donde se abusó de la figura del testigo protegido, de oídas o con la denuncia anónima y se cometieron arbitrariedades al por mayor.
Dos casos recientes ejemplifican lo anterior, los de Noé Ramírez Mandujano y del general Tomás Ángeles, próximos a dejar la cárcel (Ramírez Mandujano ya lo consiguió), luego de más de cuatro años de prisión, el primero y de largos meses el segundo.
La degradación a que fueron sometidos los personajes inculpados por una serie de dichos que no fueron confirmados en el terreno de los hechos y las dudas generadas sobre su actuación en los niveles en que laboraron no tienen reparación alguna.
Tampoco el tiempo en que fueron privados de su libertad, ellos y otros más que se encuentran en la misma posición, pero que sin ser personajes de renombre gozan de la atención mediática.
El caso de Ramírez Mandujano atrajo mucho la atención, por tratarse de uno de los principales mandos dentro de la cadena de combate a la delincuencia organizada (titular de la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada) con lo que supuestamente se encontraban hilos conductores que mostraban la corrupción imperante en esas áreas de justicia.
Las acusaciones provenían del área de testigos protegidos, aunque después, con el tiempo, se comprobó que se fabricaron las pruebas de la denuncia.
En ese, como en otros casos, se confirmó que la Procuraduría General de Justicia obtuvo declaraciones de otros testigos de manera ilegal para mantener preso, en este caso a Ramírez Mandujano, en el penal de El Rincón, en Tepic, Nayarit, durante casi cinco años.
El juez primero de Distrito de procesos penales federales de Nayarit, Mauricio Fernández de la Mora, exoneró a Ramírez Mandujano del delito de delincuencia organizada. El ex funcionario fue acusado como parte de la investigación denominada Operación Limpieza, en la que se vinculó a diversos servidores con los Beltrán Leyva.
El fallo representa otro revés a la gestión de Felipe Calderón, quien emprendió una cruzada contra el crimen organizado y para encarcelar a supuestos servidores públicos que tenían vínculos con los cárteles. La investigación contra Noé Ramírez y otros 24 servidores públicos la encabezó Marisela Morales Ibáñez, quien en agosto de 2008 asumió la titularidad de la SIEDO (luego SEIDO).
En ese mismo mes Ramírez Mandujano renunció al cargo porque fue nombrado delegado de la PGR en la representación diplomática de México ante la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga con sede en Viena, Austria.
Por lo que se refiere al general Tomás Ángeles su detención fue toda una bomba, por tratarse de una institución dentro del Ejército, donde fungió como subsecretario de la Secretaría de la Defensa Nacional, director del Colegio Militar y con un historial, hasta entonces, intachable. Su detención provocó inconformidad en algunos sectores castrenses, ya que se consideró como una venganza por parte del titular Guillermo Galván hacia su subordinado.
La acción en contra del divisionario provocó la detención de otros militares, generales algunos, dentro de la cacería organizada en el sexenio anterior contra supuestos mandos vinculados con la delincuencia organizada.
Ahora se sabe que las pruebas presentadas en contra del general Ángeles carecen de solidez y puede ser dejado libre en fecha próxima, una vez que se cumplan los procedimientos. Como ellos, otros detenidos y hasta procesados se encuentran presos, bajo la premisa de ser señalados por testigos protegidos que desaparecen más tarde o que aprovechan esa condición para negociar sus propios delitos y obtener reducción en las condenas.
Sin embargo, nadie hace nada para evitar que esto continúe ocurriendo en México, donde las promesas de terminar con esas prácticas quedan simplemente en promesas. El arraigo es otra de las figuras con las que se estuvo abusando, donde también se fincaba en denuncias anónimas y versiones de testigos de oídas.
Y aunque es cierto que muchos de esos personajes que eran privados de su libertad bajo esas constantes obtenían su libertad con el tiempo, también lo es que nadie les resarció el tiempo en que estuvieron encarcelados.
Por eso la referencia con la cinta de “El Cara Parchada”, tal vez valdría la pena aplicar esa moraleja o, en su defecto, sentenciar a la misma pena a los juzgadores que actuaron con ligereza.
HANK Y CASTRO
Sin duda en Baja California se limaron todo tipo de asperezas en torno a la candidatura priísta al gobierno del estado.
El candidato Fernando Castro Trenti y el ex alcalde de Tijuana y ex candidato hace seis años, Jorge Hank Rhon, van de la mano en el propósito de reconquistar la primera gubernatura perdida por su partido hace ya 24 años. El reciente nombramiento de Mario Madrigal Magaña como coordinador de Vinculación Política del Comité de Campaña de Fernando Castro Trenti, es una muestra de ello.
Madrigal Magaña es uno de los personajes más cercanos al empresario y político Hank Rhon.