Triple peligro para el PRI
¬ Gustavo Mora martes 11, May 2010Nostálgicos y acelerados
Gustavo Mora
¿Qué tanto repercutirá al PRI la extradición del ex gobernador Mario Villanueva Madrid a las cárceles de Estados Unidos?, ¿y el descrédito de los gobernadores Mario Marín Torres y Ulises Ruiz?
La elección para gobernadores de Quintana Roo, Puebla y Oaxaca no está asegurada para el partido que encabeza Beatriz Paredes.
Y no tanto por las coaliciones “balines” que se formaron para sacar al PRI de los palacios de gobierno de Chetumal, Puebla y Oaxaca, sino por la mala fama del “gober precioso” y de Ulises Ruiz, que tiene bien aprendida la escuela porril de José Murat Casab.
El villanuevismo fue o es una realidad quintanarroense, con todo y las traiciones de su sucesor Joaquín Hendricks Díaz y la mediocridad de Félix González Canto.
Mario fue el candidato al que le tomó protesta Luis Donaldo Colosio Murrieta, cuando el ahora extraditado era candidato a presidente municipal de Cancún.
Su amigo Víctor Cervera Pacheco lo ayudó a esconderse y su reaprehensión al salir de la cárcel de Almoloya de Juárez con las manos y pantalones amarrados con mecates y enfrente de su familia, de alguna forma le ayudaron a mirarlo como perseguido político, haya hecho lo que haya hecho cuando gobernó Quintana Roo.
Todavía hace poco, había manifestaciones callejeras para que no fuera enviado a los Estados Unidos.
Mario Marín Torres y Ulises Ruiz son dos tipos de cuidado, que contra todos los pronósticos terminarán sus gobiernos en Puebla y Oaxaca, cuando nadie daba un cacahuate por ellos en los dos primeros años de despachar en Casa Aguayo y Casa Oaxaca. El primero, por su relación personal y económica con el “rey de la mezclilla”, al que colmó de privilegios en negocios no muy claros con el gobierno estatal y en los penales.
Y Ulises sigue al pie de la letra los malos pasos porriles de su inventor y protector, José Murat Casab. También le aprendió a arreglar sus problemas con los medios a base de cañonazos, que palidecen al lado de los que dicen otorgaba Álvaro Obregón.
El PRI, y más concretamente Roberto Madrazo Pintado, tuvieron que negociar para salvarlos de la horca, antes del parto, en el parto y después del parto electoral del 6 de julio de 2006.
Quintana Roo y Oaxaca son las joyas de la corona para el PRD y Puebla lo es para el PAN, así tengan candidatos que en condiciones normales serían cartas seguras de derrota en las urnas.
Donde tampoco marchan bien las cosas para el PAN es en Aguascalientes, donde el gobernador Luis Armando Reynoso Femat tuvo alianzas preelectorales en lo oscurito con la acomodaticia matriarca magisterial Elba Esther Gordillo Morales.
El mandatario estatal tiene cuentas pendientes con la dirigencia de Aguascalientes y el Comité Ejecutivo Nacional panista, aparte de la certificada mexicana alegría que gastó con el recién ascendido equipo de futbol Necaxa y el homenaje que rindió a Diego Armando Maradona, que no hace nada de gratis.
El senador y ex gobernador empistolado, Felipe González, sigue de cerca el desenlace de los desencuentros de Reynoso Femat con sus correligionarios, esperando el momento de convertirse en fiel de la balanza… Alberto Bazbaz sigue los mismos pasos de su antecesor, Alfonso Navarrete Prida, pues también se le hace bolas el barniz en los asuntos más delicados a su cargo.