Narcos se apaciguan
¬ Juan Manuel Magaña lunes 15, Abr 2013Política Spot
Juan Manuel Magaña
Hay señales de que los narcos se calman solos. Este es un fenómeno muy interesante que se empieza a dar en México, captado por Javier Hernández Valencia, representante en México de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos.
La pregunta es si eso es bueno, malo o, como dicen por ahí, regular.
Lo que podría en principio ser bueno es el hecho concreto de que hubo una reducción de homicidios, de 17 por ciento en el primer cuatrimestre de esta administración, respecto al mismo periodo inmediato anterior, lo cual implica menos violencia.
Pero la causa de esa reducción de homicidios en México puede ser preocupante, pues es producto de los acomodos y acuerdos de los grupos criminales, según Hernández Valencia.
El funcionario refleja saber muy bien de lo que habla cuando señala:
“Una de las alertas que los involucrados en las instituciones de seguridad pública están haciendo es que, en algunas regiones, la consolidación de un grupo del crimen organizado, es decir, su hegemonía ante otros grupos que se disputan la plaza, lleva al cese de la conflictividad, y eso explica también la reducción de muertes violentas”, dijo.
De ser así y de consolidarse este fenómeno, lo que quedaría definitivamente en evidencia sería lo inútil que fue Felipe Calderón con su mentada guerra. El asunto demostraría que el objetivo no fue resolver un problema sino sólo darle una revolcada, cuya polvareda ya se empieza a asentar.
Si algo le probaron las mafias a Calderón, ese algo fue que resultaron fortalecidas con su guerra. Y que en vez de que el problema aminorara, por el contrario creció.
Véase esta preocupación del funcionario de la ONU: “Alegrarse porque se redujo la cantidad de muertes en una localidad puede llevarnos al efecto perverso de no darnos cuenta de que en esa localidad tal vez el mayor (riesgo sigue presente): el control, sin disputa, de una organización criminal, con todo el potencial de sustituir la voluntad ciudadana y de las autoridades”.
La cuestión tiene otro ángulo, igualmente preocupante: que se perciba, dice Hernández Valencia, la reducción de índices delictivos como una solución del problema cuando en realidad, por ejemplo, puede mostrar que “el cese de la matazón de periodistas en una localidad o un estado puede ocurrir sobre la base de que ahora todos los periodistas estén amordazados por los líderes del crimen organizado”.
Tiene razón el representante de la ONU: el camino de salida a la situación de violencia en México pasará por la toma de decisiones al más alto nivel en el retiro, por ejemplo, del Ejército y de la Marina en tareas de seguridad pública o de la puesta en marcha de la anunciada Gendarmería Nacional.