España y el mundo lloran a Sarita Montiel
* Especiales, Espectáculos martes 9, Abr 2013- La primera actriz y cantante partió el 8 de abril de 2013, justo el día en que la inolvidable María Félix, quien fue su gran amiga, cumplió su onceavo aniversario luctuoso
Gloria Carpio
Causando gran conmoción en el medio del espectáculo Sara Montiel dejó de existir el día de ayer a los 85 años de edad, a causa de una una muerte natural. La diva se encontraba en casa en compañía de su hija, Thais.
Cabe destacar que Sarita Montiel partió el 8 de abril de 2013, justo el día en que la inolvidable María Félix La Doña, cumplió su onceavo aniversario luctuoso.
La manchega Sara Montiel era fanática de María Félix y cuando era joven moría por conocer a la Félix, un día muy emocionada tuvo la oportunidad de entrar a una escena de una película que filmaba María Félix y cuando la Félix la descubrió la mandó sacar y Sarita se fue muy triste. Y quién iba a decir que al paso del tiempo iban a ser grandes amigas e incluso cuando la Félix visitaba España, la Montiel iba por ella al aeropuerto.
Sarita, quien fue la primera actriz ibérica que triunfó en Hollywood, protagonizó más de medio centenar de películas. Fue un icono de belleza para toda una generación, tuvo una agitada vida amorosa y se hizo famosa por fumar puros en el escenario cuando cantaba. Se llegó a decir que el escritor Ernest Hemingway fue el responsable de la afición de Sara Montiel por los denominados habanos
Montiel será enterrada en el cementerio madrileño de San Justo. La capilla ardiente de la artista no quedó abierta al público en general por expreso deseo de la familia, que pidió velar el cuerpo en la más estricta intimidad y sólo con los más allegados.
La hermosa Sara Montiel nació el 10 de marzo de 1928 en el municipio de Campo de Criptana, en la región central de La Mancha, María Antonia Abad Fernández, su nombre de pila, fue hija de un agricultor y una vendedora de puerta en puerta de productos de belleza.
Durante los cuatro años siguientes participó en 14 películas, entre ellas el drama Locura de amor (1948) de Juan de Orduña, cuyo gran éxito la impulsó a una carrera cinematográfica en México entre 1950 y 1954.
Tras protagonizar junto con Rod Steiger, Run of the Arrow (1957), dirigida por Samuel Fuller, Montiel decidió regresar a su país natal, donde apenas había gozado de éxito antes de viajar a México. La actriz saltó definitivamente al estrellato con El último cuplé en 1957, una de las películas más taquilleras de la historia del cine español.
“Cuando se estrenó El último cuplé y vi la realidad del éxito, sentí que había logrado mi meta”, expresó Montiel.
En una de sus charlas, esta gran diva y estrella de la cinematografía, recordó que acudió al cine y que al ver al público sacando sus pañuelos para estrujarse las lágrimas pensó: “He llegado a lo que quería llegar, a mover las masas, a mover al público”.
Por la cinta La violetera, llegó a cobrar más de un millón de dólares, algo insólito en aquellos tiempos. La canción principal y la banda sonora se vendieron bien en muchos países y con eso allanó el camino para desarrollar también una carrera como cantante.
María Antonia Abad Fernández, tras varios papeles secundarios en películas españolas como Locura de amor, hacia 1952 se estableció en América, donde rodó varios filmes de la Época de Oro del Cine Mexicano y luego dio el salto a Estados Unidos con una destacable participación en el western Veracruz de Robert Aldrich, al que siguieron otras dos producciones con importantes figuras de la industria norteamericana. De vuelta en España, Sara Montiel cimentó una perdurable fama internacional con las películas El último cuplé y La violetera, que revelaron su particular estilo como cantante y que se convirtieron en formidables éxitos de taquilla.
Los honorarios que cobró por La violetera convirtieron a Sara Montiel en la actriz mejor pagada del mundo hasta la fecha, firmando un contrato de exclusividad por película. Su fama fue tal, que llegó a visitar la Unión Soviética en 1965, en plena Guerra Fría.
En tanto numerosos rostros conocidos comienzan a acercarse a la capilla ardiente de Sara Montiel. Instalada en la sala número 1 del tanatorio Parque San Isidro, la actriz ya descansa acompañada por sus hijos y Carmen Grey, su inseparable representante.
“Espero que todo el mundo tenga un gran recuerdo de mi madre”, dijo su hijo Zeus, agregando que ella ha cometido “muchos errores” pero hay que “recordarla por las cosas buenas”. Además quiere agradecer a los medios la cobertura y a los seguidores que la artista tiene en América, donde la querían también mucho.
Ícono gay
Ayer el sitio rtve.es destacó que Sara Montiel también fue un ícono gay. Quizá por eso Pedro Almodóvar le rinde un cariñoso homenaje en La mala educación, a través de Zahara, el travesti que interpretó Gael García Bernal.
“Es un icono de belleza que ha traspasado fronteras y registros. Su rostro ha sido copiado por muchos transexuales, es un estereotipo que perdurará porque su legado va más allá de lo cinematográfico”.
Sin duda es una de las partidas más lamentables del mundo del espectáculo, ya que era considerada una diva. Descanse en paz Sara Montiel.