El ejemplo de Gertz
Ramón Zurita Sahagún lunes 8, Abr 2013De frente y de perfil
Ramón Zurita Sahagún
Hace algunos años (2003) quedó demostrado que cuando la autoridad asume sus funciones, se alcanzan los propósitos y el reconocimiento es general.
Alejandro Gertz Manero ejerció sus funciones como comisionado de la Policía Federal Preventiva y advirtió a los manifestantes que bloqueaban dos de las autopistas de acceso a la ciudad de México sobre los riesgos que ello conlleva.
El ultimátum fue tajante, desalojan o los desalojamos, fue la propuesta que dio paso al inmediato desbloqueo de la carretera y las casetas de peaje.
El diálogo y la negociación, pero manteniendo el principio de autoridad fue parte del éxito de quien fungió como secretario de Seguridad Pública en lo local (Distrito Federal) y en lo federal (sexenio de Vicente Fox), con militantes de dos partidos políticos antagónicos como jefes.
Los gobiernos de Guerrero y federal se vieron medrosos en los primeros bloqueos que les tocó atender en la llamada Autopistas del Sol, por lo que los maestros paristas se envalentonaron e hicieron y deshicieron a su antojo en esa vía sumamente transitada.
Durante nueve horas cerraron la circulación en fecha de vacaciones, sin que la autoridad federal interviniera y así pretendían hacerlo de nueva cuenta, hasta que le fue girada la orden a Manuel Mondragón y Kalb, el recién designado comisionado de la Policía Federal que se le recordó para lo que fue nombrado en ese cargo.
Entrampado en cuestiones burocráticas, donde su principal preocupación era la de mantener una estructura administrativa-burocrática de alto nivel, con su cargo de subsecretario, pero ejerciendo como secretario, al comisionado no le gustó su nuevo título y pugnó por revertirlo.
Mondragón apeló a su “padrino” dentro del gobierno federal, el general Óscar Naranjo, para mantener la estructura, pero la respuesta siempre fue la misma, asumir la figura de comisionado.
Y es que el ex secretario de Seguridad Pública del Distrito Federal pretendía que su protegido Arturo Clares se mantuviera como oficial mayor, sin importar que este personaje haya sido señalado en ocasiones diversas por supuestas presiones y beneficios a los proveedores de la dependencia del gobierno capitalino. Negociaba bajo la lógica de que lo buscaron a él para asumir el encargo federal, por lo que ponía sus condiciones, sin que lograra concretarlas, finalmente.
Conocedor del pensamiento político, ya que a sus 77 años de edad, el comisionado laboró al lado de gobernantes del PRI y PRD, sabía que era el momento importante de imponer condiciones, dejando de lado la labor para la que reclutado. Y es que durante décadas, el gobierno mexicano se ha mostrado temeroso de ejercer sus funciones, dejando en libertad de proceder como quieran a los manifestantes, sin importar la procedencia de estos.
Maestros, obreros, antorchistas, seudoestudiantes y otros grupos toman las calles, cierran la circulación en vías preferentes y de alta velocidad, autopistas y carreteras, sin que, regularmente, nadie intervenga. Lapidan, pintan y dañan edificios, agreden ciudadanos, policías, vehículos al por mayor, sin que nadie intervenga.
La autoridad vive bajo el daño psicológico ocasionado por acciones del pasado que dejaron graves secuelas entre la población, sin tomar en cuenta que son tiempos y autoridades distintas. Por eso, los grupos de inconformes, asumen el control de las calles y recapacitan solamente cuando ven que las cosas son en serio.
El operativo del viernes pasado, fue limpio, ordenado, sin que se desarrollasen acciones de consecuencia, ya que los maestros se replegaron en cuanto vieron que las fuerzas federales avanzaban para el desalojo. Ahora habrá que ver si se continúa con esa tónica durante la presente administración y se actúan con cargos en contra a las personas que fueron detenidas o si esto solamente fue una situación aislada. De proceder de esa manera, los próximos grupos que pretendan asumir acciones similares, tendrán en mente que la autoridad actuará con rigor y en consecuencia, por lo que tendrían que asumir las vías del diálogo y la negociación en sus demandas.
TOMA DE PROTESTA
Fernando Castro Trenti se convirtió, oficialmente, en el candidato del PRI al gobierno de Baja California, entidad que el partido tricolor busca recuperar en los comicios del próximo 7 de julio.
Junto con Castro Trenti rindieron protesta los cinco candidatos del tricolor a igual número de ayuntamientos y los 25 priístas postulados al Congreso estatal.
Ambas instancias las controla el partido tricolor, ya que los cinco ayuntamientos (Mexicali, Tijuana, Ensenada, Tecate y Playas de Rosario) fueron ganados hace tres años por sus candidatos, mientras que en el Congreso local mantienen mayoría. Lo curioso es que la candidatura de Castro Trenti motivó que militantes de otros partidos manifestaran su apoyo, donde se incluye a perredistas, neoaliancistas y panistas, cuyos partidos conformaron una coalición que lleva como candidato a Francisco (“Kiko”) Vega de Lamadrid.
EL TARDÍO GAMBOA
Tarde se dio cuenta el senador Emilio Gamboa Patrón del conflicto provocado por los integrantes del magisterio que se agrupan dentro de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación, en sus secciones de Guerrero y Oaxaca y que se inició desde hace varias semanas.
Por eso, el coordinador de los senadores del PRI lanza su perorata de que nadie tiene derecho a poner en riesgo el futuro de las próximas generaciones, con quienes estamos obligados a otorgarles una educación. En el grupo parlamentario del PRI, dice Emilio Gamboa, estamos convencidos de que en el México de hoy no siempre deben ganar quienes siempre se movilizan y protestan por el simple hecho de hacerlo. El pronunciamiento de Gamboa Patrón se advierte retórico, como un recordatorio del México del pasado, de ese que nadie quiere que regrese.