Los advertidos de Carpentier
¬ Humberto Matalí Hernández martes 30, Ago 2011Al son de las fábulas
Humberto Matalí Hernández
Al tercer día de sueño lo despertó el
choque de su nave con alguna cosa.
Pero no era cosa de roca, ni de piedra,
Ni de troncos muy viejos.
Alejo Carpentier. | Los advertidos.
Los mitos religiosos del hombre, son sin duda necesarios y similares en todas las culturas, desde los asirios y vecinos de lo que sería Persia, de donde proviene la escritura y el uso de las tablillas de barro como la forma de mantener información. Para los habitantes de esas regiones, al igual que en las culturas de la India y China, en las culturas africanas, como americanas -que van desde la Pantagonía a Alaska, ojo señor secretario de Gobernación- las deidades hablan igual a los hombres.
Así según este cuento Es La -Gran-Voz- de—Quién- Todo -lo- Hizo, y mandó a sus “Noé” seleccionados la construcción de sus respectivas Arcas y con la misma misión salvar a los hombres y mujeres de sus familias, con ellos a las especies de animales de tierra, aire y agua. Y que cada cultura o religión le pone el nombre que se le antoja y acorde con su medio ambiente y conflicto cultural. Aunque hay un común en todos los hombres y los “Noé” seleccionados. Dejan a los hombres que pelean y matan sin causa y motivo, otros destruyen las tierras y animales.
Por lo menos así lo demuestra, recuerda y desea el novelista Alejo Carpentier (1924-1980) en el cuento breve “Los advertidos”, sorpresivo relato del escritor cubano, guía a su lector sobre uno de los pasajes más importantes e impactantes del libro sacro “La Biblia”, aunque aparecen versiones en otros documentos incluso más antiguos, sobre el Diluvio Universal y de Noé el constructor del Arca salvadora, así como de las parejas de animales que ingresaron al Arca. Aunque en “Los advertidos” Carpentier acepta que no se pudo salvar a los dragones porque sólo llegó el macho. Así cada “Noé” se encargo de proteger y salvar a la creación divina.
Según la sapiencia literaria de Alejo Carpentier, -y es lógico- el Noé bíblico no era suficiente para salvar a los habitantes y seres que poblaban al Mundo. Por lo tanto así hubo Amaliwak, habitante de las islas; otro del reino de Sin, en lo que sería Asia; después se les agrego un Noé, con un dios Iaveh, que presume de largos soliloquios con la deidad, que le dictó las instrucciones más precisas de construcción de la gigantesca nave y de cómo salvar hombres, mujeres y animales.
Pero hay otros equivalentes que se les unen, así llega Deucalión, habitante de las cercanías del Monte Olimpo, pero al que La -Gran- Voz, no le dijo nada de animales. O no supo comprender las instrucciones y construyó “una nave tan exigua.” Y cuando los “Noé” están reunidos llega otro más, llamado “Our-Napishtim” y la voz del Dueño -de- las Aguas le advirtió lo que sucedería con el diluvio, pero también aporta a los otros salvadores navegantes capitanes de las Arcas: “Por ahí deben andar otras naves como las nuestras” y explica el Noé práctico: “Más allá de los horizontes; mucho más allá debe haber otros hombres advertidos, navegando con sus cargas de animales. Debe haberlos de países donde se adora el fuego y las nubes”. “Debe haberlos de los Imperios del Norte que, según dicen, son tremendamente industriosos.”
De pronto los “Noé” de Carpentier escucharon cada uno la voz de la deidad correspondiente y sin despedirse siquiera, se lanzaron a sus naves y partieron con diferentes rumbos, llevados por diferentes corrientes marinas hacia sus respectivos destinos, tierras y lugares para que repoblaran sus las regiones de donde salieron o a donde llegaron.
Pero al final, el “Noé” de la islas, notó que todo era igual a como vivían los hombres antes de marchar los capitanes de las naves. Violencia, muerte, asesinatos, hurtos y abusos, lo que hace expresar al Noé guía “Creo que hemos perdido el tiempo”.
La desesperanza de Amaliwak es la misma que se refleja en los hombres modernos. O no hay mucho que hacer para salvar a la Tierra y sus especies. Todo seguirá igual para empeorar, hasta la destrucción total, sin un Noé para salvar a las especies.
Alejo Carpentier es el creador del concepto literario del “Realismo mágico” que impulso y creo a la generación de escritos del “Boom Latinoamericano”, además de contribuir con sus conocimientos de musicólogo a la instauración de bases importantes para la música mundial.
GANADORA DEL MAR.
La escritora Gloria Fullosa Morales, el 10 de abril se hizo acreedora al primer lugar del concurso “Memorias del Viejo y el Mar” organizado por la Secretaria de Marina-Armada de México. Para Gloria Fullosa es el camino literario para llegar a un viaje por el emocionante puerto jarocho y recorrer las aguas que lo abren al Atlántico a través del Golfo de México. Y eso que a confesión propia afirma no ser muy gustosa del mar, pero que ahora sí.
El cuento con el que ganó se titula “Conus Gloriamaris.” Misterioso cuento en donde se une lo onírico con la realidad y camina por la ruta al mar, el eterno creador de vida y muerte en este caso. Entre los premios resalta un recorrido y viaje por el Golfo de México, a bordo del buque escuela y la estancia de una semana, con todos los gastos pagados, en el puerto de Veracruz.