Estambul, la vieja (Konstantinúpolis)
¬ José Antonio López Sosa jueves 4, Abr 2013Detrás del Poder
José Antonio López Sosa
ESTAMBUL, TURQUÍA.- Cuando uno llega a esta ciudad habitada por algo más de 14 millones de personas —tanto turcos como de distintos lugares del mundo—,la primera impresión que da es un caos por la gran cantidad de gente, las pequeñas calles y el movimiento prácticamente las 24 horas del día.
Sucede que esta ciudad, es la misma que hace casi 2 mil años, desde aquel lejano 324 DC en que Constantino I el grande —emperador de Roma—la refundara, esta ciudad ha cambiado de regímenes, de ideologías, de religiones pero en esencia es la misma.
En las calles del centro de Estambul podemos encontrar de pronto piedras colosales, arcos, acueductos y edificios que tienen más de mil años de construcción, no es una ciudad con una zona arqueológica como pudiéramos pensar, es una ciudad en constante evolución que tiene una mezcla arquitectónica milenaria.
Las enormes mezquitas —la mayor parte de ellas construidas después del dominio otomano o bien, transformadas de iglesias cristianas a mezquitas en el mismo período—, los palacios, las grandes iglesias, los bazares, en fin, es una urbe donde conviven el pasado y el presente en la vida diaria, donde la historia no está restringida a la visita a un museo.
La historia del mundo como lo conocemos hoy, independientemente de la región o continente donde cada quien viva, tiene que ver con la historia de Constantinopla, hoy Estambul.
Fue aquí donde la fusión del cristianismo primitivo de la mano de la Paideia griega logró consolidar las bases –junto con lo acontecido en Grecia—, del cristianismo moderno, es decir, del catolicismo, protestantismo y demás sectas –o religiones—judeocristianas.
Fue aquí donde el imperio Otomano el 29 de mayo de 1453 derrotó al último bastión de la antigua Roma, al imperio romano de oriente y con ello, culminó la edad media y se dio paso a la ocupación musulmana a la que Estambul pertenece hasta el día de hoy.
De no haber caído entonces Constantinopla en manos de los otomanos, es muy posible que Cristóbal Colón no hubiese buscado un camino alterno a “las indias” a través del Atlántico —pues esta ciudad ha sido desde tiempos remotos el único acceso marítimo y terrestre que conecta Asia con Europa—, dado que los otomanos monopolizaron el comercio entre ambos continentes; sin esta circunstancia la historia de América sería otra.
Además de ser cuna de la cristiandad, Estambul también es parte muy importante en el desarrollo del Islam, la última de las religiones basadas en las creencias judías y cristianas.
Toda esta conjunción de historias, de leyendas y de realidades se respira en cada calle, por cada rincón y callejón de Estambul.
Esta ciudad fue inspiración de grandes debates e ideas de los filósofos romanos y griegos –ya bajo el yugo romano—, lo mismo que para la siembra del miedo a través del cristianismo y la tradición judeocristiana, así como también en muchas ocasiones para el desarrollo del fundamentalismo en el Islam.
A la par se ha desarrollado una moderna ciudad, donde el comercio y la industria es pujante aprovechando como desde hace miles de años, la privilegiada ubicación geográfica.
Así es Estambul, la vieja Constantinopla, un deleite para los sentidos, para ver de cerca esa historia universal que todos conocemos, una oportunidad para estar cerca de los lugares que marcaron el rumbo del planeta tal como lo conocemos hoy.
LA RECOMENDACIÓN
No venir a Estambul con agencia de viajes o turoperador, no hay nada más delicioso que crear de forma personal el itinerario de viaje en esta histórica ciudad de acuerdo a los tiempos que uno desea y no, correteado con un grupo de turistas.
Además porque Estambul es una ciudad muy económica y con gran conectividad en transporte público, taxi o automóvil de alquiler.
La gente es muy amable y es muy fácil obtener orientación en las calles, además que la ciudad es muy segura.
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