La ceguera de Gabino
Ramón Zurita Sahagún miércoles 3, Abr 2013De frente y de perfil
Ramón Zurita Sahagún
No hay peor ciego que el que no quiere ver, dice la conseja popular, aplicable al gobernador de Oaxaca, Gabino Cué Monteagudo, quien cierra los ojos ante los desfiguros del magisterio que lo mantiene como rehén y se presenta como renovador y aliado de los profesores que lo desprecian.
Sabedor del enésimo conflicto que se le viene encima, Gabino buscó el refugio de los diputados federales, presentando una reforma a la Ley General de Educación, consciente de lo difícil que será que se la aprueben. Se suponía que era una propuesta consensuada con la sección XXII, misma que ya la desconoció.
Con todo y ello, el gobernador de Oaxaca buscó como su principal cabildero al coordinador de la fracción priísta, Manlio Fabio Beltrones, su antiguo compañero en las legislaturas LX y LXI del Senado de la República.
Más de 40 minutos estuvieron encerrados a piedra y lodo el gobernador y el pastor de la fracción tricolor, luego de que el propio Gabino platicó con los diputados federales de Oaxaca sobre el tema.
Lo curioso de esto es que los propios profesores de la sección XXII ya desconocieron la propuesta de reforma que apenas trajo el mismo Gabino Cué para presentarla como su gran aportación e incluso ya amagaron con tomar la ciudad de México como sedes de sus protestas.
Y es que la interlocución con el gobernador de Oaxaca ya les quedó chica y buscan impactar con sus reclamos en el ánimo federal.
Gabino se encuentra atrapado en un nudo difícil de desatar, ya que los profesores oaxaqueños fueron parte de sus activos que le permitieron el triunfo electoral en los comicios del 2010 y desde su toma de posesión pretenden que se les cumplan los ofrecimientos negociados.
Cué Monteagudo niega que los profesores de Oaxaca sean belicosos, radicales o violentos.
Tan lo niega que se atrevió a decir, durante una conferencia de prensa, “en este momento no hemos percibido en Oaxaca, en estos dos años de gobierno, acciones así, radicales, de violencia generada por las maestras y maestros”.
“Sí tienen, a veces, algunas prácticas que lastiman a la sociedad y que obviamente nosotros no aprobamos, como a veces, suspender clases, o a veces cerrar algunos comercios. Pero nunca hemos visto una actitud violenta agresiva para lastimar a nadie”.
Gabino niega ser rehén del magisterio, pero los sindicalizados mantienen en jaque al estado desde hace varios años y cuando las cosas se salen de control o no responden a sus expectativas se trasladan a la ciudad de México, donde su actitud es similar a la que acostumbran en la entidad de la que provienen.
Oaxaca es una de las entidades con mayor ausencia de los maestros de los salones de clases, ya que los paros son prolongados y se usa el más mínimo pretexto para practicarlos. Eso sí, los maestros se cuidan de realizarlos en días feriados o vacaciones, ya que son fechas sagradas para su descanso y recargar baterías para seguir en la brega.
Oaxaca es uno de los más claros ejemplos del “apanicamiento” de un gobernante que llegó como una gran esperanza y que, finalmente, se desinflo, mostrando el alto grado de “gatopardismo” en que se desenvuelve la entidad.
Es cierto que la propuesta de reforma puede sonar interesante y contener algunos puntos que deberán ser revisados, pero al margen de ello, el gobernante parece fracasar en cada uno de sus propósitos por mostrar a la ciudadanía que no se equivocó con su voto en julio del 2010. Gabino se desdibuja y mantiene muchos frentes abiertos, mientras su popularidad se fragmenta y las ilusiones de la población sobre un gobierno se desvanecen.
El reclamo de Jesús Zambrano, dirigente nacional del PRD, para los gobernadores de Oaxaca, Gabino Cué y de Guerrero, Ángel Aguirre, recordándoles que no son repúblicas aparte, no es gratuito, aunque el propio Zambrano recompusiera su declaración.
TABASCO Y MORELOS
¿Hay diferencias entre la forma en que PRI y PAN en los estados de Tabasco y Morelos asumen los errores de sus ex gobernadores Andrés Rafael Granier Melo y Marco Antonio Adame Castillo?
Ninguna, los dos ex gobernadores están acusados de lo mismo, aunque la principal denuncia se aplica sobre secretarios de su administración y no sobre ellos.
Los priístas tabasqueños enmudecieron ante la cascada de denuncias sobre el gobierno de Granier Melo y las acusaciones que se enderezaron en algunas áreas del gobierno que encabezó el llamado “Chelo”. Todos enmudecieron, principalmente los que se vieron beneficiados con la administración granierista que concentró lo mejor en familiares y amigos, pero que también distribuyó entre otros de sus leales los beneficios de contratos y asignaciones.
Sin embargo, el principal acusado en la denuncia presentada por el gobierno que encabeza Arturo Núñez Jiménez es el ex secretario de Finanzas, José Saiz Pineda.
En el caso de Morelos, donde se habla de un desvío de más de mil millones de pesos, según resultado de una primera auditoría, la dirigencia estatal del PAN, estableció que no cuenta con elementos para defender a la administración de Marco A. Adame. Aquí el principal acusado resulta ser Alejandro Villarreal, ex secretario de Planeación y finanzas.
“Este lunes, el secretario de Gobierno, Jorge Messeguer Guillén dijo que de la auditoría que se realiza al gobierno anterior, se encontraron 345 observaciones a diversos procedimientos administrativos, donde no sólo se encontraron los desfalcos, sino también el sobreprecio por casi 150 millones de pesos para una empresa encargada de armonizar las finanzas estatales. Según el funcionario, el precio normal estimado para ese trabajo era de 14 millones de pesos, y hubiera sido suficiente para hacerle dicho trabajo a los tres poderes de estado y a los 33 ayuntamientos.