Obesidad, escándalo silenciado
¬ Juan Manuel Magaña lunes 1, Abr 2013Política Spot
Juan Manuel Magaña
Los datos oficiales son contundentes y muestran que uno de cada tres jóvenes de entre 12 y 19 años presentan obesidad o sobrepeso. Y claro que esto no pasó de ayer a hoy, sino que ocurrió en años de irresponsabilidad gubernamental y de lucro televisivo.
Hay más responsables de esta historia, además del gobierno y el monopolio de televisión. Y son los otros monopolios: el de panificación, el de las botanas, el de los cereales y el de las bebidas gaseosas.
El problema va más allá de este sector de población al que por ahora me refiero y que sólo tomo de base para este apunte, puesto que se publicaron datos en los últimos días. En realidad afecta a la mayoría de los mexicanos, en todas las edades y avanza generación tras generación.
El adulto de hoy fue el joven de ayer que cayó en la obesidad, así como el joven fue el niño de ayer que contrajo ese mal. Así, el niño de hoy será el joven obeso de mañana. Y es un daño que conscientemente se le ha hecho a la población.
El vehículo que portador del mal, que en realidad es una epidemia, es la publicidad. Aquí podría darse un gran cambio, si se afectaran intereses hasta ahora intocables.
Décadas de publicidad carente de ética y, a veces, hasta ilegal. Como los intereses en juego han sido por miles de millones de pesos, el gobierno nunca tuvo los arrestos para frenar la producción de “chatarra” para el estómago, ni de parar el engaño dirigido a los ojos de lo supuestamente atractivo, rico y saludable.
Hoy se nos dice -leo una nota publicada- que las cifras de individuos enfermos de diabetes en el rango de edad aludido (12-19 años) aumentaron exponencialmente durante la década anterior. ¿Es justo hacerle eso a lo que se supone es el futuro de la sociedad?
Y todo por un patrón de consumo impuesto por los famosos comerciales cargados de manipulación y mentira.
Pero eso sí, los monopolios de la comida “chatarra” tienen hasta un organismo que simula cuidar la calidad de los contenidos publicitarios y hasta informativos de la tele. En realidad lo que hacen es encubrir el engaño comercial y tratar hasta de imponer censura en la información.
Los especialistas que estudian el fenómeno han afirmado que por no haber estrategias gubernamentales que detengan estos males, enfermedades como la hipertensión, cardiopatía isquémica, infarto al miocardio, dislipidemia, diabetes, patología músculo-esquelética y algunas neoplasias, han cobrado y cobrarán numerosas víctimas.
Se trata pues de un problema que al final pagamos todos por el costo que tiene para los sistemas de salud pública atender a quienes presenten estos padecimientos. Hablamos de tratamientos que los enfermos tienen que recibir de por vida: jóvenes que antes de cumplir 30 años tienen y tendrán severos problemas de vista o quizá hasta ceguera permanente, derivados de la diabetes.
Fundación UNAM, se cita como fuente, revela que en el país cada hora se diagnostican 38 nuevos casos de diabetes; cada dos horas mueren cinco personas a causa de complicaciones originadas por esa enfermedad; de cada 100 diabéticos, 14 presentan alguna complicación renal; 30 por ciento de los problemas de pie diabético termina en amputación, y de cada cinco pacientes con ese mal, dos desarrollan ceguera.