Turquía, el mediador
¬ José Antonio López Sosa miércoles 27, Mar 2013Detrás del Poder
José Antonio López Sosa
ANKARA, TURQUÍA.- Esta nación, enclavada en medio de dos continentes, Europa y Asia, está en el corazón político y no solo geográfico del medio oriente. Su ubicación estratégica haciendo frontera con el bloque europeo -con Bulgaria y Grecia- y con los países más controvertidos de Medio Oriente -como Irak, Irán y Siria- les ha dado la vocación de mediar entre las partes.
Turquía es candidato oficial para formar parte de la Unión Europea, sin embargo, a decir de ciertos núcleos esto no será posible, dado que Europa no desea tener fronteras directas con Irán, Irak y Siria.
Turquía mantiene relaciones diplomáticas cordiales con toda la región, ha sido mediador en los conflictos con Israel y se le ve a lo lejos como un aliado de los Estados Unidos, sin embargo, entre los turcos existe un sentimiento encontrado al tocar el tema, pues son conscientes de los abusos que en el mundo entero provocan nuestros vecinos del norte.
La seguridad en Turquía es amplia y sostenida, no hay crímenes ni situaciones bélicas en sus fronteras, me parece más inseguro y más lleno de crimen Tamaulipas o Nuevo León que cualquiera de las fronteras turcas, incluyendo el límite con Siria, país que se encuentra en un estado parecido a la guerra civil.
Desde Estambul en el oeste hasta Van en el este pasando por la capital Ankara, Turquía vive también las contradicciones de un régimen democrático que no responde plenamente a las necesidades ciudadanas. Afortunadamente, la crisis europea no ha impactado a este país -a pesar de tener a un país vecino en una caótica crisis como es Grecia- pero tampoco gozan de un sistema económico que les garantice la estabilidad eterna.
La sociedad turca es muy abierta, hay respeto irrestricto por la religión de cada persona, lo mismo musulmanes que cristianos y judíos. Hay fundamentalistas y moderados en todos los sectores religiosos y han logrado convivir en un espacio de civilidad.
En Turquía no hay restricción alguna para las mujeres en torno a la vida laboral, a los espacios que pueden compartir con los hombres -salvo al interior de las mezquitas- o bien, con respecto a los comportamientos que deban guardar. Los preceptos islámicos son practicados por quien lo desea y nada tienen que ver con un ordenamiento social.
Con el paso de los días descubrimos que Turquía es un país lleno de misterios por descubrir, la herencia griega y árabe en combinación con los resabios del imperio romano y evidentemente, la fortaleza cultural e histórica que les dejó el longevo imperio otomano hasta que la República se fundó en la segunda década del siglo XX.
Turquía no sólo es mediador en la región del Medio Oriente, es un ejemplo de civilidad entre los pueblos de esta parte del mundo.
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