Mancera, en el ojo del huracán político
Roberto Vizcaíno miércoles 27, Mar 2013Tras la puerta del poder
Roberto Vizcaíno
- Miguel Ángel Mancera pone en juego su popularidad al retirar las playas y aumentar el precio del transporte
- Frente al desgaste de AMLO, Ebrard y Graco, el jefe de gobierno es la única carta para el 2018
- Dicen que su negativa a afiliarse al PRD podría ser un obstáculo en sus aspiraciones a futuro
Frente al desgaste de todos los personajes de la izquierda, el hundimiento de Andrés Manuel López Obrador y ante su propio tropezón luego de su “incomprendido” y poco sustentado pero cuestionado viaje al Vaticano, el jefe de gobierno del DF, Miguel Ángel Mancera decidió dar dos pasos atrás y uno adelante en estos días de la Semana Santa.
Seguramente que sus asesores y él mismo pusieron en la balanza de sus acciones y decisiones el hecho de que hasta hoy no existe un claro prospecto, ni nadie que represente una verdadera opción de gobierno y poder dentro de la llamada izquierda mexicana para la siguiente contienda presidencial.
AMLO decidió irse por el camino largo de construir su propio partido y de apostar, de nuevo, por su propio arrastre para competir en el 2018.
Prácticamente todos los analistas y políticos coinciden que el tabasqueño cuenta con un conglomerado de unos 3 a 4 millones de fieles seguidores con los cuales puede obtener algunas posiciones electorales dentro de los comicios locales de 2014 en adelante -hablamos de alcaldes y diputados estatales-, y quizá una tajada interesante en la siguiente renovación de la Cámara de Diputados federal, pero eso no le alcanzará para derrotar a un PRI reciclado bajo el mandato de un presidente que irradia juventud y frescura, y que ha arrancado su administración uniendo a sus opositores (las dirigencias del PRD y PAN) a su proyecto de gobierno, y con programas de amplio calado que van a impactar muy fuerte en lo social.
Si Enrique Peña Nieto logra mantener el ritmo y hacer realidad al menos la mitad de lo que ha anunciado, obtendrá una amplia base electoral para los candidatos del tricolor en los siguientes procesos de recambio gubernamental.
Ni qué decir que podrá decidir su propia sucesión sin mayores problemas, asegurando una buena base de triunfo a alguien que le garantice la continuación de su propio proyecto.
Hoy mismo, a casi 4 meses cumplidos después de arrancar su administración nadie puede negar que Peña Nieto ha logrado modificar la percepción interna y externa sobre México, a pesar de que todavía no invierte un peso en ningún programa ni ha iniciado ninguna obra de las que se ha comprometido a realizar.
Hasta hoy todo han sido promesas y perspectivas, y pese a que nada ha iniciado y la violencia y la inseguridad y el número de ejecutados mensuales es casi la misma, el gobierno del mexiquense comienza a ser calificado como el de las más grandes expectativas de los últimos tiempos no sólo en México, sino en América Latina, y las calificadoras internacionales ya advierten que el priísta apunta para ser “un gran Presidente”.
En este contexto Marcelo Ebrard intentó a mediados de este mes arrancar su campaña para competir por la dirigencia nacional del PRD y, desde ahí, aglutinar a toda la izquierda para integrar un Frente Amplio que pudiera garantizar un suelo mínimo para su postulación presidencial en 2018.
Lo hizo en forma por demás racional: les dijo a los perredistas que había que acabar con las tribus y corrientes, con las disputas internas y los pequeños y muy personales objetivos para ir a la construcción de un partido fuerte, unido, con una dirección que tuviera perspectiva de Estado.
Inmediatamente se enfrentó a la realidad: le explicaron que él no tiene base alguna dentro del PRD, es decir no es jefe de “tribu”; que no conoce a este partido porque nunca ha realizado trabajo interno ni de calle; y que además los tiempos para la renovación de la dirigencia se vencen hasta mediados del año que entra.
Lo enfriaron. Desde entonces no ha vuelto a abrir la boca.
En los pocos estados que domina el PRD, Morelos, Tabasco y Guerrero, sus gobernadores tampoco han mostrado tener ni la fuerza, ni la personalidad, ni el soporte real como para convertirse en opción de poder.
De entre los tres mandatarios estatales, quizá el único que podría crecer es el de Morelos, Graco Ramírez, pero rápidamente se le ha enredado el hilo del manejo del poder y su estado comienza a entrar en la vieja vorágine de la violencia y la inseguridad sin que él sepa cómo controlarlo.
Graco apostó a impulsar una Policía Estatal y ahora todos los problemas de la inseguridad y la violencia se le cobran a él.
Si no puede gobernar Morelos, menos podría aspirar a gobernar México.
Dentro de este contexto el único que queda es Miguel Ángel Mancera, quien ha comenzado a perder oportunidades de convertirse en esa opción real de poder dentro de la izquierda frente a la presidencial de 2018.
Para comenzar no se entiende por qué no se afilia con el PRD y compromete sus buenas y malas decisiones con las estructuras y militancia de este partido.
Esta falta de decisión le va a pesar y a lo mejor será decisiva, cuando López Obrador se postule por Morena y jale a su regazo al PT y al Partido del Movimiento Ciudadano.
Si Mancera se afiliara hoy al PRD, podría comenzar a trabajar una alianza con esos dos partidos y otros grupos de la izquierda para, primero cerrarle el camino al tabasqueño y después competir seriamente con quien resulte nominado por el tricolor bajo el dominio de Peña Nieto.
Si llega con su indefinición al 2018, poco logrará jalar a quienes realmente militan y son leales al PRD.
2 PARA ATRÁS, 1 PARA ADELANTE
Es dentro de este esquema que hoy Miguel Ángel Mancera decidió dar dos pasos que seguramente terminarán la luna de miel que le venían concediendo la mayoría de los capitalinos.
No continuar con el programa de “playas artificiales” de Semana Santa echado a andar por Ebrard, y que durante toda su gestión le dio la oportunidad a miles y miles de capitalinos que no tienen la posibilidad de salir de vacaciones, divertirse un poco, seguramente le harán bajar sus simpatías.
Pero el golpe realmente duro será el del aumento del precio de las tarifas de microbuses, autobuses, Metrobús y taxis.
A partir de ya el Metrobús cobrará un peso más para pasar de 5 a 6 pesos por viaje. La única ruta que se salvó del incremento, es la de la Línea 4, que da servicio al Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México y que mantiene la tarifa de 30 pesos.
El aumento se sustenta en el hecho de que las tarifas del Metrobús no se habían tocado desde el 2008.
En cuanto a los microbuses, autobuses y otros corredores concesionados también tendrán incremento para pasar de 3 a 4 pesos en distancias de hasta 5 kilómetros; de 4.50 pesos para una distancia de 5 a 12 kilómetros y de 5.50 pesos, para una distancia de más de 12 kilómetros.
El viaje en autobuses costará 5.00 pesos para una ruta de hasta 5 kilómetros y de 6.00 pesos para las de más de 5 kilómetros.
En corredores concesionados será de 5.50 pesos y de 6.00 pesos para el “servicio ejecutivo”.
El banderazo de los taxis arrancará con un cobro de 8.74, y por cada 250 metros o 45 segundos se cobrará un peso con .07 centavos más, cuando antes estaba establecido en 86 centavos. Los de sitio iniciarán con 13.10 pesos y en cada 250 metros o 45 segundos esta tarifa aumentará en 1.30 pesos. Los radio taxis incrementaron su tarifa de 22 a 27.30 pesos en su inicio y aumentará cada 250 metros o 45 segundos en 1.84 pesos.
En todos los casos, los incrementos entrarán en vigor en un plazo de cinco días hábiles.
Los dos anuncios, el de la desaparición de las playas defeñas y el aumento de tarifas del transporte, lo hizo el gobierno de Mancera junto a otro en el que presentó el proyecto de construcción de la Línea 5 del Metrobús, que se sumará a la estrategia de movilidad bajo el concepto de calle completa que desarrolla el Gobierno de la Ciudad de México, basado en un trabajo integral para peatones, ciclistas, transporte público y vehículos.
La Línea 5 correrá a lo largo de 10 kilómetros por el Eje Oriente Eduardo Molina desde Río de los Remedios hasta San Lázaro, lo que representa un crecimiento de la red del Metrobús de 10 por ciento.
Se estima una demanda de alrededor de 55 mil usuarios diarios y operará con 24 autobuses articulados Euro V EEV mejorado, de 18 metros de longitud y capacidad para 160 pasajeros.
Este será un transporte moderno, rápido y seguro, en beneficio de habitantes de las populosas delegaciones Gustavo A. Madero y Venustiano Carranza, así como un sector importante de municipios del Estado de México. A la Línea 5 se le incluirá infraestructura ciclista con 9 bici estacionamientos ubicados a lo largo de la ruta.
“Hoy, estamos dando cumplimiento a lo ofrecido durante la contienda electoral, impulsar el proyecto Metrobús”, afirmó.
¿Le va a alcanzar este buen anuncio para compensar los malos? Ya veremos en las próximas semanas y meses.
NOTA: Nosotros nos retiramos durante estos días de guardar, y nos vemos aquí el próximo lunes. Buen fin de semana.