En Guerrero, de mal en peor
¬ Augusto Corro jueves 21, Mar 2013Punto por punto
Augusto Corro
Terminó parte de la incertidumbre creada en Guerrero por los delincuentes capturados y retenidos en acciones de grupos de autodefensa.
Sin embargo, el problema de la inseguridad continuará en el mencionado estado ante la incapacidad de gobernar de Ángel Aguirre. Según se informó, anteayer los denominados grupos de autodefensa entregaron a las autoridades los otro 20 sujetos retenidos.
En algunas regiones de Guerrero los propios pobladores optaron por crear sus propias policías ante los embates de la delincuencia.
Empezaron a funcionar los grupos de gente armada e inició la lucha contra rateros, secuestradores y narcos.
El problema de los grupos de autodefensa se convirtió en un problema más para las autoridades guerrerenses, quienes no ven lo duro sino lo tupido.
Durante varios días, los citados grupos intensificaron sus actividades y de acuerdo con las noticias lograron capturar a 42 personas; al parecer, la mitad se dedicaba a delinquir.
Como señalamos, ya no existe retención de delincuentes, pero ahora se presenta el cumplimiento de promesas del gobernador Aguirre: la regulación de los grupos de ciudadanos que se dedicarán a hacer las funciones de policías.
Se iniciará, pues, el proceso de institucionalización y el establecimiento del marco normativo de las policías comunitarias y grupos de autodefensa, que operan en la Costa Chica, La Montaña y parte del centro de la entidad.
En términos castizos se legalizarán los agrupamientos de policías integrados por ciudadanos civiles que cumplirán con la tarea de que Guerrero recupera la añorada seguridad.
Si bien es cierto,que la policía comunitaria ha existido desde tiempos inmemoriales en esa región, las circunstancias presentes no son las mismas que quitaban el sueño a los antepasados.
En la actualidad, en Guerrero se encuentran verdaderos focos de violencia y desde el más modesto vecindario hasta el flamante Acapulco se encuentran tocados por las acciones de los narcos. Hace tiempo que la citada entidad dejó de ser un lugar ideal para el descanso. Marchas de maestros, violencia por todos lados y el descontrol del gobernador para ofrecer seguridad.
¿IRRESPONSABILIDAD?
Lo que ocurre en los pueblos guerrerenses nos lleva a pensar en los resultados que darán las policías comunitarias y los grupos de autodefensa.
Por donde se le vea, no será tarea fácil. Por ejemplo, el combate al crimen organizado es tan complejo, que ejércitos y policías organizados, con armas y equipos apropiados, no han logrado erradicarlo.
¿Qué podrá hacer un grupo de campesinos con sus escopetas frente a las fusiles de asalto de la delincuencia? ¿Y la disciplina? ¿Y la organización? No es lo mismo reunirse para ir a cazar venados que enfrentar una fuerza de sicarios, dispuesta a todo.
Lo que hizo Ángel Aguirre, al aceptar y regularizar los grupos de autodefensa y las policías comunitarias, fue subirse a una tablita de salvación que tarde o temprano le traerá mayores problemas.
Con esa acción, el gobernador intentará sacudirse, en parte, su responsabilidad de brindar seguridad con elementos de la fuerza pública destinados para tal fin.
Ya existen los cuerpos policías oficiales, el Ejército y la Marina para protección de la sociedad mexicana. ¿Ya se olvidó Aguirre que México cuenta con la fuerza pública para enfrentar a la delincuencia?
El mandatario se metió en camisa de 11 varas, que si analiza objetivamente su actitud, se ve que se trató de una acción desesperada. Aguirre no ha sabido gobernar y su incapacidad lo reprueba como gobernador. En el presente, Guerrero vive una de los pasajes más negros de su historia y no se ve como se podrá salir de este atolladero.
Pero sí podemos ver que la policía comunitaria y los grupos de autodefensa no son el remedio a tanta calamidad como ha sucedido en Guerrero.