Pronóstico: más violencia
Francisco Rodríguez viernes 7, May 2010Índice político
Francisco Rodríguez
PARA EL LECTOR Emilio Treviño, basta reflexionar en las distintas previsiones de Fernando Gómez Mont, Genaro García Luna y Anthony Placido, funcionario de la DEA, para mejor ir preparándonos mentalmente a sufrir un incremento gravísimo en los niveles de violencia en lo que resta del sexenio calderonista, si es que su administración no colapsa antes del 2012.
De visita en Washington, Gómez Mont aseguró que los niveles de violencia en México disminuirían a finales de 2010; sin embargo, sus cuentas alegres fueron cuestionadas por la secretaria de Seguridad Interna norteamericana, Janet Napolitano, quien se mostró más prudente en su diagnóstico, al asegurar que la lucha de ambos países contra los cárteles de la droga “es un maratón y no una carrera de corto recorrido”.
Para desgracia de Gómez Mont, su afirmación optimista contrastó con cálculos distintos estimados por su “contlapache” Genaro García Luna, quien según despacho del 4 de mayo de la agencia Reuters afirmaba que “La creciente violencia del narcotráfico en México podría durar hasta el 2014, teniendo en cuenta las experiencias de gobiernos que se decidieron a enfrentar mafias en el pasado”.
Lo preocupante de tal horizonte de violencia (ya el general Guillermo Galván preveía entre 5 y 10 años de presencia militar, con su criminalidad implícita), lo reafirman muchos especialistas.
En su recuento informativo, don Emilio Treviño encontró que, por ejemplo, el 20 de marzo, el diario Reforma difundía la visión de la colombiana Paola Olguín Moreno, asesora del presidente Álvaro Uribe, la que nos prevenía a los mexicanos sobre un incremento de la violencia: “uno tiene que tener presente que ninguna política de seguridad y ninguna guerra contra organizaciones criminales tan poderosas da resultado inmediato”, y advertía que “en una guerra como ésta lo único que se puede (adelantar) es más sangre, sudor y lágrimas, ésa es la verdad”.
Incluso, simpatizantes del régimen, lo empiezan a cuestionar, y a dudar de su viabilidad. El 27 de marzo, Francisco Garduño, editor del diario oficialista Milenio escribía “la crisis generada por la narcoviolencia ha empezado a afectar las bases de la estabilidad del país”.
En esa misma visión, Hugo García Michel, en el mismo periódico y el mismo día, se preguntaba sobre las campañas que piden la revocación de mandato a Calderón “… es un asunto a considerar ¿debe renunciar el Presidente?”.
El intelectual orgánico Jorge Castañeda, cuestionado sobre si México es un Estado fallido, respondía en Reforma del 22 de abril “esto es una exageración, pero sí es cierto que esta guerra contra el narcotráfico que emprendió Calderón ha desatado consecuencias imprevistas. Veintidós mil muertos son muchos, el deterioro de la imagen del país es enorme y la sensación de inseguridad de la gente es mayor que antes”.
La debacle del régimen es percibida cada vez por más actores sustanciales de peso. El 25 de marzo, el diario El Universal publicaba lo siguiente: “Al menos 27% de las empresas estadounidenses establecidas en México reconsideran mantener sus inversiones o planes de crecimiento en el país, debido a problemas de inseguridad, reveló una encuesta de la Cámara Americana de Comercio en México (AmCham)”.
Percepción o realidad, el caso es que al régimen padece ya un alto deterioro de imagen. En el extranjero dudan ya de la viabilidad del gobierno. La reportera Nallely Ortigoza escribía el 25 de marzo en Reforma “El Reino Unido tiene una percepción errónea de México debido al narcotráfico, aseguró John Franck, jefe de comercio e inversión de la embajada Británica en el país”. Y añadía “Esta situación dificulta a la embajada el convencer a las empresas para venir a México”.
El 22 de abril, Reforma ilustraba el tipo de noticias con que se desayunaban lectores norteamericanos en The Washington Post “Viven Tamaulipas y Nuevo León bajo terror”.
La debacle de la confianza social en la viabilidad del sistema, la resalta una encuesta mencionada por el semanario inglés The Economist, según comenta la revista empresarial Poder y Negocios del 4 de abril “las encuestas sugieren que el anterior apoyo de los mexicanos a la cruzada de Calderón en contra de las drogas se está desgastando rápidamente. En una encuesta reciente, tan sólo 21% de quienes respondieron dijo que es más seguro el país, mientras que la mitad sostiene que aumentó la violencia”.
La derrota del régimen ha levantado focos rojos entre sus apologistas y sus publicaciones. En la revista Nexos de mayo, diversos artículos tratan de levantar la moral del sistema, pero ellos mismos admiten su agotamiento por la violencia y la inseguridad estructurales: “El colapso del Estado mexicano es muy poco probable hoy, pero es cuando menos concebible en un futuro si la situación continúa su curso actual”, escribe Rodrigo Canales, contratado para publicar un texto proclive al gobierno de Calderón.
En ese contexto, cobra sentido la afirmación de Anthony Placido, director de inteligencia de la DEA, quien se dijo preocupado por si el sucesor de Felipe Calderón mantendrá la guerra contra el narcotráfico. “Tenemos que ganar todo lo que podamos durante esta gestión”, afirma, temeroso de que quien reemplace a Calderón, detenga el dizque combate a la delincuencia. Así, es de esperarse que los gringos presionen a Calderón para aumentar la violencia en México, en los dos años que le restan de gobierno. Sin embargo, cada vez hay una mayor desconfianza generalizada de que Calderón pueda sostenerse…
Índice Flamígero: Ahora, para obtener el apoyo de la Casa Blanca, los precandidatos presidenciales Enrique Peña, Fidel Herrera, Manlio Fabio Beltrones, Santiago Creel, Marcelo Ebrard tendrán que peregrinar a Washington a decir que, a diferencia de ellos que no emplean al Ejército en tareas policiacas, en México, cualquiera de ellos, seguirá las órdenes que Calderón ya cumple al pie de la letra.