Granier, ¿ya la libró?
¬ Augusto Corro jueves 14, Mar 2013Punto por punto
Augusto Corro
El nuevo gobernador de Tabasco, Arturo Núñez, se quejó amargamente, porque su antecesor, Andrés Granier, dejó vacías las arcas públicas. Al referirse al erario, el recién llegado dijo: “se lo robaron, fue un gasto político o ambas cosas”.
Total, que a partir de las declaraciones del perredista, se calentó la política tabasqueña y en eso quedó el asunto.
Es más, Arturo Núñez manifestó en una ocasión que su adversario Granier “tiene hasta febrero para explicar dónde quedó el dinero”. Hablamos de mil 900 millones de pesos que no se reflejan en ninguna parte de la entidad.
Claro, Granier, desde las primeras acusaciones, lo negó todo.
Y así surgió un juicio mediático que empezó a ser ventilado con declaraciones en pro y en contra. Acusadores y defensores todos los días se avientan lodo. Y nada más.
Tal vez el caso de Granier termine como otros tantos saqueos a los erarios estatales: sin castigo. Luego el tiempo se encargará de activar el olvido y nada sucederá.
Los ejemplos de impunidad son múltiples y los beneficiados, en estos casos los ex gobernadores, siguen libres y entregados a tareas políticas, como si nada. El actual gobernador de Oaxaca, Gabino Cué, al llegar al poder, prometió mano dura contra su antecesor Ulises Ruiz Ortiz (URO) por los malos manejos durante su administración.
A pesar de que en las auditorías las fallas del mal manejo del dinero fueron notorias y estas mismas informadas por el propio Gabino Cué, el ex gobernador sigue sin preocuparse. No lo llevarán ante la justicia.
En Puebla, se repitió la misma historia. Mario Marín, mi “gober precioso”, dejó malas cuentas. El actual gobierno que preside Rafael Moreno Valle, hizo un intento por castigar al ex mandatario y sólo alcanzó castigar a funcionarios de menor rango. Conste que no nos hemos referido a las deudas económicas de los estados. En este renglón, Coahuila es el ejemplo más claro de la pésima administración realizada por Humberto Moreira.
Tampoco existe el menor interés para ir a fondo e investigar donde quedaron miles de millones de pesos adquiridos en préstamo por el mandatario estatal en turno.
A esa larga lista de ex gobernadores en problemas podría agregarse Juan Sabines, que también se encargó de dejar sin dinero las arcas públicas de Chiapas. Pero el tema que nos interesa es el relacionado con Granier y su administración. Como se veía venir su situación, todo mundo pensó que era tal su delito que bien podría haber sido quemado en leña verde.
El escándalo del presunto saqueo al erario tabasqueño se ha suavizado. Los propios acusadores, se han mantenido pasivos y los legisladores tabasqueños perredistas votaron porque se investigue a los funcionarios de medio pelo, pero que se deje en paz a Granier. Vaya, vaya.
Mejor el grupo parlamentario del PAN se mostró más interesado porque se investigue al ex mandatario tabasqueño.
En días pasados, en una sesión en la Cámara de Diputados local, los blanquiazules exhortaron al gobernador Arturo Nuñez “a incluir al ex mandatario Granier en las denuncias interpuestas ante las procuradurías General de la República (PGR) y la estatal (PGJ) por el saqueo de recursos.
Los perredistas no apoyaron la petición del PAN de tratar el caso Granier como de urgente resolución. Uno de los amarillos les reprochó a sus correligionarios que no sean congruentes, por un lado acusan al ex gobernador y por el otro frenan su inclusión en demandas penales.
Los legisladores panistas señalaron que “la magnitud del quebranto financiero es una prueba de Granier tuvo conocimiento de los malos manejos de recursos en su gobierno, los cuales consintió y propició, lo que lo convierte en cómplice”.