Se calienta Veracruz
Ramón Zurita Sahagún miércoles 13, Mar 2013De frente y de perfil
Ramón Zurita Sahagún
Una de las 14 entidades en que habrá elección el próximo 7 de julio, es Veracruz, donde se sitúan los grandes reflectores, por tratarse del tercero con mayor población del país. Veracruz fue un estado con vocación priísta, donde las cosas cambiaron a partir de la elección de 2004, donde Fidel Herrera Beltrán se impuso por un pequeño margen al candidato panista, Gerardo Buganza Salmerón.
Antes de eso, la oposición ya había obtenido triunfos en alcaldías de importancia como Veracruz, Xalapa, Boca del Río, Coatzacoalcos y otras de menor importancia, aunque en forma esporádica.
Pero desde 2004, los electores comprobaron que su voto era importante para que sus candidatos ganaran, sin importar la ideología.
El 2006 fue un año terrible para el priísmo, ya que conquistaron seis diputaciones federales de un total de 21 y fueron relegados hasta el tercer lugar en la disputa senatorial, con todo y que gobernaba un experto en materia electoral: Fidel Herrera Beltrán.
La elección de Javier Duarte de Ochoa fue competida, aunque la diferencia en votos con el panista Miguel Ángel Yunes Linares despejó cualquier duda sobre los resultados.
El 2012 le fue favorable al PRI en el renglón de diputaciones federales y senadurías, aunque en la presidencial fueron rebasados por un puñado de votos por la candidata del PAN. Conscientes de que los partidos de oposición consiguieron un buen posicionamiento en el estado, los dirigentes del partido tricolor y el propio gobernador han puesto especial atención en el próximo proceso electoral, para conservar la mayoría en el Congreso del estado y mantener con sus militantes los principales ayuntamientos que hoy gobiernan.
La negativa del Instituto Estatal Veracruzano para el registro de la alianza que Acción Nacional y el de la Revolución Democrática pretendían formar, para en bloque disputar los cargos de elección popular al PRI, produjo exhalaciones de alivio para los priístas, los que no se confían.
Sin embargo, las dirigencias nacionales de ambos partidos políticos esperan la resolución definitiva que emita la Sala Superior del Tribunal Federal Electoral (Trife).
Por lo pronto, el gobernador Duarte de Ochoa aprovechó los tiempos electorales para darle una renovada a su gabinete e incorporar al mismo a personajes que cuentan con el potencial suficiente para contribuir al esfuerzo de la administración que encabeza.
Primero fue el relevo del secretario de Salud, Pablo Anaya Rivera, a quien sustituyó Juan Antonio Nemi Dib, hasta entonces secretario particular del gobernador Duarte de Ochoa. Ahora, Salvador Manzur Díaz, alcalde Boca del Río, solicitó licencia para asumir la Secretaría de Finanzas, en lugar de Tomás Ruiz González.
Y aunque son los primeros de una serie de movimientos que el propio gobernador anunció en el gabinete, llaman la atención por tratarse de personajes del círculo cercano del mandatario estatal.
Manzur Díaz colaboró cercanamente con Duarte de Ochoa cuando éste ocupó la titularidad de esa misma secretaría, posteriormente fueron diputados federales juntos e hicieron mancuerna cuando compitieron uno al gobierno estatal y el otro al ayuntamiento de Boca del Río, saliendo airosos ambos.
Hay quienes ven en Manzur Díaz el perfil necesario para convertirse en tres años más en el candidato del PRI al gobierno del estado, después de ese bautizo de fuego que ha sido ganar dos elecciones en uno de los sitios más empanizados del estado, Boca del Río, feudo de la familia Yunes.
El otro nuevo secretario, Nemi Dib, es un político que ha sobrevivido diversas gestiones y que desde los tiempos de la administración de Dante Delgado, ha ocupado cargos de primera línea dentro de los sucesivos gobiernos del estado.
CONSEJERO DEL IFE
Para el próximo viernes, la Comisión de Gobernación de la Cámara de Diputados deberá anunciar la selección de cinco personas que aspiran a la vacante de consejero del IFE, dejada por Sergio García Ramírez. De ese grupo selecto, se elegirá uno solamente para esas tareas, aunque en noviembre se tendrá que elegir a otros dos que sustituirán al actual presidente Leonardo Valdés Zurita y a María Macarita Elizondo, que culminan su ciclo en el instituto.
La tarea que tienen encima los diputados no es sencilla, ya que se pretende seleccionar a personajes que no se encuentren tan identificados con los partidos políticos, una tarea sumamente difícil de realizar.
Y es que comúnmente los diputados seleccionan a los nuevos conejeros bajo esa premisa, repartiendo los sitios entre los partidos con mayor representatividad en el Congreso de la Unión.
De esa forma, hemos visto como ex consejeros participan después como candidatos a diversos cargos de elección popular.
Hay quienes creen que este método es nuevo, pero desde la primera selección de consejeros, estos optaron por abrigar candidaturas de los partidos, al término de sus gestiones, una veces con éxito y otras quedando relegados por los electores.
Así sucedió con el fallecido Miguel Ángel Granados Chapa, candidato al gobierno de Hidalgo por los partidos de izquierda.
Santiago Creel Miranda fue diputado por el PAN; Emilio Zebadúa no fue respaldado en su propósito de gobernar Chiapas, al ser postulado por el Panal.
José Agustín Ortiz Pinchetti fue diputado federal por la izquierda, al igual que Juan Molinar Horcasitas por el PAN, entre otros.
Ahora los diputados reducirán el número de aspirantes de 46 a solamente cinco, entre los que destacan los nombres de Alberto Aguilar Iñárritu, José Elías Romero Apis y Jorge Moreno Collado, todos ellos ex diputados federales priístas. Aguilar Iñárritu es quien reúne un mejor perfil, ya que tiene amplia experiencia en los temas de reforma del Estado, y se desempeña como secretario técnico del tema dentro de la Conago.