La izquierda
¬ Augusto Corro lunes 11, Mar 2013Punto por punto
Augusto Corro
En el Partido de la Revolución Democrática (PRD) el enfrentamiento por el liderazgo de esa organización, apenas empieza.
En los últimos años, el grupo de los “chuchos” ha logrado erigirse como amo y señor del partido del sol azteca. Ni siquiera Andrés Manuel López Obrador (AMLO) pudo echarlos del partido.
Jesús Ortega y Jesús Zambrano, mercenarios de la política, se esmeraron para que en los comicios electorales de julio, la izquierda no participara con la imagen de divisiones internas.
Marcelo Ebrard, entonces uno de los candidatos presidenciales, optó por dejarle el camino libre a AMLO.
Se dio el resultado que todos conocemos, la izquierda se colocó en segundo lugar. Hizo un mejor papel que el partido de la derecha: PAN, que terminó tercero. En términos generales, a la izquierda le fue bien. Pudo irle mejor; pero la derrota no satisface a nadie.
Se iniciaron los ajustes y AMLO decidió dejar a los perredistas, petistas, etc., y crear su propio partido: Movimiento de Regeneración Nacional (Morena).
Desde esta atalaya, el tabasqueño buscará su tercera candidatura presidencial.
La dimensión de la desbanda de lopezobradoristas en el PRD se conocerá en las elecciones próximas. ¿De qué tamaño fue la deserción de militantes lopezobradoristas?.
Mientras, AMLO busca el registro de su partido, Ebrard empezó su campaña para alcanzar la presidencia del PRD, como una de sus principales metas, para su sobrevivencia política.
Político hábil, el ex jefe del gobierno capitalino, tendrá que convencer a los “chuchos” que él es la mejor opción para revivir el partido. Sólo, que ahora, los intereses de los actuales dirigentes del perredismo son otros.
¿Cómo actuará Ebrard si es rechazado por los “chuchos”? Pues se verá obligado a solicitar el apoyo de René Bejarano, “El Señor de las Ligas”, y sus tribus que podría tener una mayor fuerza política en el interior del PRD.
El primer paso del ex mandatario del Distrito Federal será colocarse al frente del PRD y desde esa trinchera reconstruir, refundar o lo que sea necesario para la modernización del partido del sol azteca. Cabe reconocer que en el Distrito Federal, la izquierda arrolló en los comicios pasados. El ex procurador, Miguel Ángel Mancera, logró la mayor votación en la historia electoral capitalina.
Dejó muy atrás a las candidatas del PRI y PAN, Beatriz Paredes e Isabel Miranda de Wallace, respectivamente.
Lo singular de esta situación, es que Mancera ni siquiera ha sido militante perredista. Su victoria le abrió las puertas para considerarse un factor de decisión muy importante en las filas de la izquierda.
Sin duda, el ex procurador, por la pura inercia, estará en los nominados a la precandidatura presidencial del 2018. Claro, dependerá mucho de los resultados de su desempeño como jefe del gobierno capitalino.
En los cien días de gobierno, en el Distrito Federal no se ven cambios derivados de un nuevo gobierno. Tal vez el tiempo no ha sido suficiente.
A grandes rasgos, la izquierda está en vías de reorganización. De los tres representantes de esa línea política con mayor influencia, son AMLO, Mancera y Ebrard. Este último es el más débil. Su lucha por el liderazgo perredista no será fácil, pues los intereses de los “chuchos” no tienen ideología.
¿Acaso “El Señor de las Ligas” será el fiel de la balanza en el PRD? Ya lo sabremos. Las tribus jugarán un papel muy importante en lo que se avecina.
Por lo pronto, los izquierdistas tienen que apresurarse y concretar sus proyectos, porque el Partido Revolucionario Institucional (PRI) se prepara para recuperar la capital, abandonada por el tricolor durante varios años, inexplicablemente.