Más acoso a medios
¬ Augusto Corro viernes 8, Mar 2013Punto por punto
Augusto Corro
Hace unos días hablamos de los ataques al diario “El Siglo de Torreón” y del asesinato del periodista Jaime Guadalupe Domínguez, director del portal Ojinaga Noticias.
No pasó mucho tiempo y nuevamente dos medios de comunicación fueron baleados por desconocidos. Esta vez, resultaron afectados “El Diario de Juárez” y el Canal 44 en Ciudad Juárez, en Chihuahua.
Los hechos se registraron en la madrugada y según declaraciones de los testigos, los agresores llegaron al inmueble, “abrieron la puerta corrediza para disparar en unas siete ocasiones contra las puertas principales del diario”. No hubo lesionados.
Al poco rato llegaron los policías, pero no se logró la identificación ni la captura de los delincuentes, quienes huyeron en una camioneta.
Minutos después del ataque al diario mencionado, el edificio donde se encuentra el Canal 44 también fue tiroteado. Los agresores “dispararon en unas 10 ocasiones” y causaron daños a la caseta de seguridad y a un portón.
Desde el inicio de la guerra contra la delincuencia organizada, los periodistas y sus medios han sufrido bajas sensibles en sus filas. El narco, implacable, ha tenido el camino libre para agredir a los comunicadores bajo el amparo de la corrupción y la impunidad total.
Ya hemos señalado que en algunas regiones de México, controladas por la delincuencia organizada, ser periodista es una profesión de alto riesgo.
No en balde México ha sido considerado como uno de los países más peligrosos para ejercer el periodismo.
La ola de violencia contra los representantes de los medios coloca a estos en la total indefensión. Estos se enfrentan con su pluma, libreta de notas y grabadora a sicarios con armas de alto poder. Vaya diferencia. La supervivencia del periodismo ha sido casi heroica. En algunos sitios, la libertad de expresión ha desaparecido. Los comunicadores son amenazados, secuestrados o asesinados si no cumplen los deseos de los hampones.
Los periódicos en aquellos sitios peligrosos tienen que sortear un sinnúmero de obstáculos para elaborar un diario. Primero, conseguir la información en sitios invadidos por la delincuencia. Segundo, que las noticias sean del agrado de los delincuentes.
Hay casos en que se decidió no publicar casos de nota roja, para llevar la fiesta en paz.
La delincuencia sabe que tiene las armas para amenazar, secuestrar y matar a los periodistas que denuncien sus pillerías.
También ya señalamos que en los estados norteños ha sido imposible brindar protección a los comunicadores. Las autoridades tienen en la demagogia su principal arma para justificar su ineptitud.
Por ejemplo, el gobernador de Chihuahua, César Duarte, condenó el ataque perpetrado contra las instalaciones de “El Diario de Juárez” y del Canal 44. ¿Y qué con esto?
Lo que se necesita y urge es que los delincuentes sean identificados, capturados y llevados ante las autoridades para ser juzgados. Esto, sinceramente, está muy lejos de que ocurra.
En sus tonterías, el gobernador dijo que pese al ataque a los dos medios y a la muerte de periodista, “no existe un patrón de agresiones”. ¿Qué más patrón de agresiones que el de acabar con la libertad de expresión?
Luego, en tono burlón manifestó que no va a permitir que se trastoque la tranquilidad de Juárez. ¿Desde cuándo hay paz en esa ciudad? Para los casos de los medidos baleados, se acordó que la policía vigilara las instalaciones. En “El Siglo de Torreón” fue contraproducente que la fuerza pública resguardara el inmueble, pues la policía fue agredida por los delincuentes.
A la actividad del crimen organizado contra los periodistas, se suma la ineptitud de los representantes de la ley, en este caso el mandatario César Duarte, quien no tiene la menor idea de la responsabilidad que le confió la sociedad chihuahuense. ¿Hay castigo para los ineptos?
Feliz fin de semana.